Tribuna de los Trabajadores Nº 360

LA CLASE OBRERA DEBE CONSTITUIRSE EN OPOSICIÓN SOCIALISTA A TODOS LOS AJUSTADORES

América Latina se encuentra sacudida por la crisis mundial, con epicentro en Brasil. El golpe parlamentario que pretende destituir a Dilma Rousseff, apunta a llevar hasta el final el ajuste y el viraje al capital internacional.

El gobierno de Rousseff, que albergó a los golpistas hasta hace muy poco, quiso ser él mismo el ejecutor del ajuste. Se trata del derrumbe de la “izquierda” aliada política y financieramente al capital. Mientras el Frente Amplio deshoja la margarita de si hay o no hay un golpe, desde el Partido de los Trabajadores llamamos a movilizarnos de forma independiente para enfrentar el golpe y el ajuste. Frente a la bancarrota de Brasil, el gobierno de Vázquez y la oposición derechista están empeñados en descargar el peso de la crisis sobre los trabajadores. Decenas de fábricas en quiebra y miles de despidos se han consumado en estos meses, frente a lo cual el gobierno y las patronales plantean una reforma de flexibilización laboral y la rebaja salarial en la negociación colectiva. A esta política la clase obrera debe oponerle un programa. Prohibición de los despidos y envíos al seguro de paro; reparto de las horas de trabajo sin disminución del salario y ocupación y estatización bajo control obrero de toda empresa que cierre. Salario mínimo igual $ 32.000, con ajustes mensuales acompañando la inflación. Para darle a la crisis una salida en función de los intereses de las mayorías nacionales construyamos una oposición política y alternativa de poder al régimen de los ajustadores y sus partidos, luchando por un gobierno de trabajadores y por la unidad socialista de América Latina.