ABAJO LA REFORMA JUBILATORIA DEL FMI: Por un Plan de Lucha consecuente

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El presidente Lacalle ha presentado un anteproyecto de reforma jubilatoria a los partidos de la coalición de derecha y al Frente Amplio, que constituye una declaración de guerra contra los trabajadores. La reforma es totalmente reaccionaria y antiobrera, mantiene los bajísimos aportes patronales y las administradoras de fondos previsionales privados (AFAP), y rebaja el cálculo de la jubilación futura además de aumentar la edad de retiro para los trabajadores.

Ha sido la política de los sucesivos gobiernos (de derecha y de centroizquierda) la que ha desfinanciado al Banco de Previsión Social (BPS), a través de la rebaja de los aportes de las empresas y del desvío de aportes obreros a las AFAP. También aumentan ese desfinanciamiento con la exoneración de aportes empresariales que alcanzan al 26% de la masa salarial. En pocas palabras, los trabajadores aportan casi el triple que las empresas en su conjunto.

El cálculo de las jubilaciones ha sido empeorado durante sucesivas “reformas”, empezando por el Acta 9 de la dictadura militar, siguiendo por la reforma de 1996 que introdujo las AFAP y rebajó la jubilación, y provocó que gran parte de los trabajadores no accedan a una pasividad. El ante proyecto de Lacalle y Saldain empeora aún más estos cálculos y obliga a los trabajadores a trabajar durante cinco años más para poder acceder a una jubilación aún más miserable.

El llamado “déficit” del BPS es un verdadero vaciamiento destinado a favorecer a las empresas y a impulsar la privatización de las jubilaciones, y no se compara con el agujero negro que constituye la “caja militar”: mientras que el sistema de retiros militares demanda un aporte superior a 400 millones de dólares anuales para apenas 50 mil pasividades, en el BPS se pagan pasividades a 700.000 personas y el llamado “déficit” es apenas 500 millones. La caja militar significa jubilaciones de privilegio para la alta oficialidad, y una carga sobre la sociedad que se suma al enorme costo del ejército y las FF.AA.

El carácter regresivo de esta “reforma” es tan claro que por unanimidad fue rechazada en el último congreso del PIT-CNT, que reclamó la eliminación de las AFAP, rechazó el aumento de la edad de retiro y la rebaja del cálculo jubilatorio, exigió el aumento del aporte patronal para equipararlo al aporte de los obreros, y también demandó la eliminación de exoneraciones patronales. El PIT-CNT se encuentra discutiendo la realización de un paro general de 24 horas contra esta reforma jubilatoria, que se realizaría a fines de agosto o principios de setiembre.

La coalición de gobierno aún no ha logrado unificar un proyecto común, y es probable que el partido de Manini Ríos defienda los privilegios de los mandos militares y la oficialidad, que se jubilan con menos años que un trabajador común y con una jubilación mucho mayor, dificultando un acuerdo de toda la derecha.

Por su parte, el Frente Amplio recibió el anteproyecto pero no ha declarado su oposición al mismo, mientras el ex ministro Astori incluso aplaudió al presidente Lacalle por impulsar la reforma. En 15 años de gobierno, el Frente Amplio no eliminó a las AFAP, y sus probables candidatos (Orsi, Cosse) plantean su continuidad al plantear que financien (con el ahorro forzoso de los trabajadores) las obras públicas de infraestructura. La última rebaja de aportes patronales (del 12 al 7,5%) se produjo en 2008 bajo gobierno del FA (con el voto de la derecha), por lo que son también responsables de haber desfinanciado al BPS, además de votar exoneraciones a las zonas francas y grandes empresas.

La clase obrera debe confiar únicamente en sus fuerzas y movilización independiente, sin subordinarse a la política de la “oposición” frenteamplista, que tiende a una negociación similar a la que realizó con la LUC (ley de urgente consideración) de la cual votó el 50% del articulado, luego de hacerle retoques. Pretender retocar la reforma jubilatoria es como maquillar a Frankestein.

Convocamos a hacer masivo el paro general planteado, señalando que debe ser un paro activo y que debe tener continuidad mediante un plan de lucha consecuente. Saludamos las acciones de los sindicatos que ya han comenzado a movilizarse contra la reforma jubilatoria, como por ejemplo el paro general decretado por las cooperativas del transporte, así como el lanzamiento del Movimiento en Defensa de la Seguridad Social (MONDESS) por parte del sindicato del BPS (ATSS).

Estas reformas antiobreras son impulsadas en todo el mundo por el Fondo Monetario Internacional y los gobiernos sometidos al mismo, y la respuesta en todos lados son las huelgas, las rebeliones populares y las huelgas generales que han provocado en muchos casos la derrota de este ataque a los trabajadores. ¡Abajo la reforma jubilatoria del FMI! ¡Aumentar los aportes patronales y quitar todas las exoneraciones a las grandes empresas! ¡Derogar las AFAP! Por salario y jubilación mínima que cubran el costo de la canasta familiar. Aumento general de salarios frente a la carestía. Que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores.

 

Partido de los Trabajadores

10/8/22

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Author: Partido de los Trabajadores