En el movimiento obrero, entre sectores intelectuales, y en la militancia de izquierda, se está abriendo una deliberación política que reviste enorme importancia. Frente a la constatación de que, tras dos gobiernos, el Frente Amplio no es un vehículo para transformaciones sociales progresivas sino que gobierna para los grandes capitales y el imperialismo, ha surgido un debate inevitable: ¿se debe seguir apoyando a este frente político, o es hora de reconocer que los intentos por ‘transformarlo’ en una herramienta de lucha popular están condenados al fracaso?
La casi segura candidatura de Tabaré Vázquez actualiza aún más esta discusión, ya que diversos sectores han proclamado su total oposición a su candidatura, como por ejemplo sectores de mujeres frenteamplistas que se movilizaron por el derecho al aborto, o militantes que no están dispuestos a olvidar las ‘relaciones carnales’ con Bush (que llegaron al extremo de pedir ayuda militar en caso de un conflicto con Argentina, todo esto para defender el negocio de los latifundistas forestales y a las multinacionales contaminantes de la celulosa).
Hay distintas manifestaciones de esta inquietud política:
1) Un debate en la Unidad Temática de los derechos de las mujeres, del Frente Amplio, se abrió una discusión sobre la posibilidad de que Vázquez sea nuevamente presidente. Refiriéndose a la cuestión del aborto, una militante afirmó: “llegado el momento vamos a estar enfrentadas al que será el candidato a la Presidencia de la República”.
Otra fue más lejos: “Tenemos un candidato al que me cuesta votar (…) y la inmediata respuesta desde la punta de la mesa fue: ‘¡Somos varias!’”. Una delegada de Maldonado planteó que si Vázquez no acataba la posición del FA no podría ser el candidato, “Y si tenemos que hipotecar la elección, la hipotecamos!”. Otra cuestionó que Vázquez firme para plebiscitar la ley sobre el aborto: “le da la firma a la derecha”. Una militante de Canelones dijo, respecto al próximo acto aniversario del FA: “Vamos a ir, mujeres, con un cartel que diga ‘Yo aborto y no voy con Bush ni a la esquina’. Eso implica ser honesta con nosotras mismas. Recojamos el descontento y marquemos la cancha, ¡por lo menos para que le cueste algo!” (El Observador, 29/1).
2) José Luis Perera es dirigente del PCU, y escribe en El Popular. En su cuenta de Facebook se refirió a la candidatura de Vázquez, que Mujica y Astori dan como un hecho consumado, afirmando: “Yo a un tipo que le mintió al FA, al gobierno y al país como lo hizo él, a un tipo que fue a rogarle al genocida más grande de la historia de los EEUU a que dijera que era nuestro amigo para así asustar a los argentinos, que querés que te diga, me corto las manos antes de votarlo”.
3) Un ex tupamaro, Sirio López, generó una discusión en el ámbito de la izquierda (sobre todo la que no pertenece al Frente Amplio) cuando propuso a Zabalza que fuera el candidato de una alternativa de izquierda por fuera del FA. En una carta dirigida al ‘Tambero’ y a William Yohai, escribió: “Coincido con vuestra enésima crítica al Gobierno (…). Ahora bien, la cuestión pendiente es la ALTERNATIVA. Sé que Zabalza ya ha propuesto la abstención de protesta en la próxima elección presidencial; pero eso no ha caminado históricamente (…). Así,mientras no haya otra alternativa (legal y/o ilegal) propongo que piensen seriamente en la posibilidad de que Zabalza se lance como candidato a Presidente: a) con las propuestas programáticas de Sendic, del primer programa del FA, y las reivindicaciones ecológico-socioambientales de la Marcha por la Tierra y los Bienes Naturales. Creo que se podría contar (además de con viej@s compañer@s que se arrimarán DESPUÉS de que la candidatura esté lanzada) con el respaldo de parte de la gente que secunda esas Marchas y parte de los 250 mil frenteamplistas que, según encuesta de hace unos meses, manifestaban su decepción con los gobiernos del FA; habría que decirle a los votantes de Zabalza que en la segunda vuelta, si él no está en ella, quedarían libres para apoyar a quien quieran (ello vale mucho para compañer@s que no han roto definitivamente con el FA, y lo apoyarán en una segunda vuelta contra la coalición rosada, por ejemplo porque la política externa del FA es más latinoamericanista que la del PN y PC).”
4) La respuesta de Zabalza fue contraria a la propuesta de Sirio López. “No rechazo de plano y a priori la lucha electoral, simplemente estoy convencido que una candidatura solamente puede tener perspectivas revolucionarias si se la enmarca en un proceso de ruptura con el sistema. Esa candidatura forzosamente debe expresar la lucha y movilización de un pueblo insurrecto (…). Si nuestra gente viviera las instancias que viven los pueblos de la Europa del Sur, el debate y la lucha electoral estarían signados por la revuelta y, en medio de tal subjetividad este sobreviviente de una generación que dejó la vida por la transformación revolucionaria de la sociedad, no podría negarse a ocupar cualquier tipo de trinchera, la lucha callejera (…), la lucha clandestina (…) o, ¿porqué nó?, también la lucha electoral. (…) hay además una objeción de fondo: en las actuales circunstancias de confusión y reflujo, cualquier candidatura contribuye a reafirmar la vieja costumbre de confiar en un personaje para que resuelva los problemas de las mayorías asalariadas. Por muy sanas que sean las intenciones, se está reforzando la dependencia de la gente en los caudillos electorales, y, como son varias las candidaturas, se tiende a dividir lo que la bronca y el desengaño unifican. (…) La respuesta ALTERNATIVA a los desengañados del progresismo no parece ser poner sobre el tapete otra candidatura más. (…) una candidatura alternativa solamente llega a un círculo bastante reducido de compañeros (…). Al parecer el VOTO DE LA DIGNIDAD (nulo, en blanco o la abstención) ofrece la posibilidad de atravesar los límites del círculo de los más convencidos, porque expresa la conciencia general de los desconformes con la situación económica y social, más ajustadamente que otra candidatura”.
5) En el semanario Voces, el periodista Rafael Massa publicó una serie de notas llamando a la superación del Frente Amplio, que arranca con la constatación del carácter capitalista del programa del FA, a partir de una frase de Mujica en la reunión con el PIT-CNT: “Este gobierno tiene un programa de carácter progresista que no cuestiona al capitalismo”. (…) “la pregunta a responderse es cuál es la estrategia. ¿Sigue siendo válida la unidad de la izquierda como estrategia?” “Ha llegado el momento de considerar al Frente Amplio ya no como parte de la solución, sino del problema, que (…) no es exclusivo de la izquierda uruguaya”. “Los tiempos electorales se aproximan y ya muchos proclaman a viva voz que no volverán a votar al Frente Amplio, al menos en primera vuelta. Algunos menos, más aún si Tabaré es el candidato, tampoco en la segunda”. “¿Es eficaz el camino de la abstención, la anulación o el voto en blanco? En los dos primeros casos, el efecto es casi nulo; en el caso del voto en blanco, dependiendo de la magnitud y de la ‘organicidad’ del mismo, marcará, como ya lo ha hecho, no más que un signo de disconformidad, que no es poco, aunque continúa siendo un camino, por definición, sin propuesta, lo cual limita el campo de acción”. “La posibilidad de una nueva organización de izquierda no frenteamplista asoma en el horizonte”. “¿Cuáles hubiesen sido los resultados en el parlamento si el voto ‘50’ para la aprobación de las leyes tanto del aborto como la que anuló los efectos de la impunidad no hubiesen sido los de Semproni y Posada?”. “¿Qué decisiones tomaría el FA si en vez de arriar votos atrás de Tabaré tuviese que negociar con una fuerza política de izquierda que, aunque minoritaria fuese necesaria para alcanzar el gobierno y las mayorías parlamentarias? ¿No será, estratégicamente hablando, y desde una perspectiva de izquierda, un camino mucho más eficaz?”
Seguramente hay muchas más expresiones de crisis por abajo y de abierta ruptura con el Frente Amplio. El PT propone construir una alternativa de izquierda, una oposición socialista al gobierno del Frente Amplio y a la derecha tradicional, para luchar ahora contra los planes de colonización económica que lleva adelante el gobierno (con el apoyo de la oposición) y por las reivindicaciones populares. Y también para preparar la lucha por un gobierno de trabajadores, para lo cual la intervención en las elecciones y en el parlamento puede ser una herramienta fundamental de educación política de los explotados, para la lucha por un poder obrero y campesino y la unidad socialista de América Latina.
MACHETE