La Unidad Popular ha mostrado en pocos meses que carece de una estrategia política independiente de las variantes burguesas en disputa. Varios de sus dirigentes integraron y apoyaron públicamente una alianza con blancos y colorados en las elecciones del BPS; luego realizaron una “denuncia concertada” sobre ANCAP con esos mismos partidos de derecha. Ahora muestran una vez más sus limitaciones al analizar la situación política de Brasil.
Según la diaria (21/3), “el diputado de Unidad Popular Eduardo Rubio también cuestionó la actitud del oficialismo: ‘En Brasil existe la figura del impeachment. Acá lo central está en ocultar la corrupción de lo que fue el gobierno de Lula. El altísimo nivel de corrupción nada tiene que ver con un gobierno de izquierda. No se trata de una ofensiva de la derecha cuando hay acusaciones tan graves, propias de los gobiernos que se dicen de izquierda pero no cambian para nada el estado de cosas y lo que hacen es prolongar y confirmar el predominio del gran capital’.”
En otras palabras, el diputado del 26M y la UP se coloca en el terreno del impeachment contra Rousseff, ocultando que la causa que lo motiva no es la corrupción. El presidente del Congreso, Cunha, está denunciado y tiene cuentas en Suiza; y pertenece al PMDB, partido que hasta hace pocas semanas integraba el gobierno. Lo mismo vale para el vicepresidente Temer (PMDB) que sería quien suplantaría a Dilma si se produce el juicio político. Rubio se coloca por así decirlo a la derecha de Lacalle Pou, que toma cierta distancia del impeachment.
Lo que la izquierda debe tener en cuenta es que el golpe en Brasil intenta producir un cambio político y sobre todo en la relación con el movimiento obrero, para ir a un ataque en regla a sus conquistas y condiciones de vida. Nada progresista puede surgir por esta vía. El repudio a la política capitalista del PT de Lula y a la corrupción de ese partido (y de todo el régimen), no implica apoyar un operativo de la derecha capitalista. Al contrario, debemos enfrentar el golpe sin dar apoyo político al gobierno de Dilma Rousseff, impulsando un congreso de delegados de base del movimiento obrero para luchar contra el golpismo y contra el ajuste capitalista, que viene aplicando el gobierno lulista y que va a profundizar en todo caso un futuro gobierno golpista.
La izquierda anti-capitalista no debe elegir entre las variantes capitalistas de izquierda o derecha, sino impulsar la independencia del movimiento obrero, preparando la lucha por un gobierno de trabajadores, y por la unidad socialista de América Latina.
Publicación del Twitter oficial del Partido Nacional, que apoyo a las lista 2 del BPS
Enlace al Tweet (https://twitter.com/PNACIONAL/status/694194474340192256)