La siguiente nota de Alvaro Soto(*) fue publicada en el semanario Voces el 8/5/2014
Adeom presentó la denuncia contra la Intendencia de Montevideo en el marco de la ley de Responsabilidad Penal Empresarial, promovida por el SUNCA (dirigido mayoritariamente por el PCU). Ley votada a desgano por la mayoría del FA, y con la oposición declarada de las cámaras empresariales y los partidos Colorado y Blanco.
La paradoja es que la primera que queda en offside con la ley es la Intendenta Ana Olivera, del Partido Comunista.
Olivera, que en 48 horas declaró la esencialidad y militarizó una acción sindical legitima de Adeom, atendiendo rápidamente las demandas de la derecha y los empresarios, no pudo resolver las condiciones de insalubridad y de riesgo de muerte en los lugares de trabajo luego de cuatro años de Gobierno y de denuncia permanente de ADEOM al respecto.
Esto revela un límite insalvable de la ley de responsabilidad penal empresarial: no protege el derecho de los trabajadores de paralizar el trabajo frente al riesgo de accidente, sin pérdida del jornal cuando las condiciones de seguridad no estén presentes. Es decir impedir por esta acción preventiva que la muerte se produzca. Anticiparse al accidente, y no solamente penalizar a la patronal cuando se consuma la tragedia.
Este poder de veto de los delegados sindicales, frente a la impunidad de las condiciones de explotación capitalista, es lo que hay que imponer para impedir que se produzca la muerte o mutilación del obrero. De hecho, este derecho fue conquistado por el SUNCA en el convenio de Montes del Plata, y debería tener fuerza de ley para todo el país y todos los sindicatos.
La mayoría oficialista del PIT-CNT, si bien no ha podido negar el derecho de ADEOM a la denuncia penal, en el acto del Primero de Mayo ha ocultado esta realidad que atraviesa al movimiento obrero para cuidar sus lazos con sus invitados de honor en la Plaza de los Mártires de Chicago, el gobierno y la Intendenta de Montevideo. Olivera, sentada al lado del presidente Mujica marcando la cancha, o mejor dicho, hasta donde podían llegar los oradores con la proclama. Ni una mención, a la primera aplicación práctica de la ley de Responsabilidad Penal Empresarial. No podíamos esperar otra cosa de una dirección sindical que transformó el Primero de Mayo en un acto de sometimiento al gobierno. En una previa de la fiestita del Quincho de Varela.
La denuncia realizada por ADEOM es un paso adelante, y el que se haya tomado por unanimidad habla de la crisis de identidad instalada en el PCU, el voto de sus dirigentes en ADEOM delata el carácter esquizofrénico de su política.
Dirigente de Adeom, y del Partido de los Trabajadores