Que paguen los capitalistas, no los trabajadores
El próximo gobierno no traerá un pan abajo del brazo, traerá un ajustazo.
El Fondo Monetario Internacional reclama contener los ajustes salariales (desindexación), elevar la edad de retiro para la jubilación, avanzar en la privatización de la enseñanza, contener el gasto público. Este es el programa que defienden tanto el PN-PC como el Frente Amplio.
Lacalle defiende abiertamente el “modelo chileno” para la enseñanza, es decir, terminar con la gratuidad de la educación terciaria y avanzar en la privatización a través del sistema del ‘voucher educativo’ (el Estado paga parte de la cuota de un colegio o universidad privada), transfiriendo parte del presupuesto estatal a las empresas que lucran con la enseñanza. Tabaré Vázquez hizo una propuesta que va en el mismo sentido: becas financiadas por el Estado para estudiantes que podrían elegir si van a la Universidad estatal o a una privada.
Ambos candidatos defienden los ajustes salariales “de acuerdo a la productividad”, en función de la situación de cada empresa. No dicen que ya en la última década el salario creció menos que el PBI, es decir, el aumento de la “productividad” se lo embolsaron los capitalistas. En un contexto de crisis mundial, el planteo apunta a rebajar los salarios, para que la crisis la paguen los trabajadores.
Ya en el actual gobierno los trabajadores padecieron una elevada carestía, mientras los ajustes salariales tenían por base una “meta inflacionaria” en la que nadie cree (5% anual) y un índice de inflación (IPC) que fue manipulado para realizar ajustes por debajo del costo de vida real. Lo cual según los propios “Economistas de Izquierda” generó una transferencia desde los salarios al Estado y a las empresas de 170 millones de dólares anuales.
El FMI colocó el alerta sobre la “excesiva longevidad” de la población, exigiendo el progresivo aumento de la edad de retiro. Si los trabajadores se jubilan más veteranos, quiere decir que les rebajan la jubilación (que es un salario diferido) y que va a aumentar el desempleo juvenil, y por lo tanto la emigración de los jóvenes, conduciendo así a un mayor envejecimiento de la población. El FMI nos conduce a un callejón sin salida.
El programa del FA adopta enteramente esta política (al igual que los partidos tradicionales), promoviendo “una alteración muy gradual de las edades de retiro, previendo y evitando situaciones que puedan generar políticas de ‘shock’”. Quiere decir que elevarán progresivamente la edad mínima para jubilarse, para no aumentarla de un sólo paso porque este “shock” provocaría un estallido de protestas. Es una política pérfida y engañosa, enteramente antipopular.
El PIT-CNT alerta sobre el ajuste que impulsarán Lacalle y Bordaberry, pero calla sobre el que promueven Vázquez y Astori. Los dirigentes mayoritarios de la central obrera revelan que no van a enfrentar el ajustazo con la movilización. Necesitamos recuperar la independencia política del movimiento obrero, para defender nuestras conquistas amenazadas.
Todo indica que en las elecciones de octubre no surgirá el nuevo presidente. En esa instancia se elige el parlamento y habrá segunda vuelta en noviembre. Te convocamos a votar al PT, para enfrentar el ajustazo contra los trabajadores, que van a impulsar los candidatos del Fondo Monetario.
En caso de obtener una banca parlamentaria, el Partido de los Trabajadores la utilizará para denunciar la política de ajuste antipopular, y presentará proyectos para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores, convocando al PIT-CNT a movilizarse por:
* Salario mínimo de $ 28.000 (media canasta familiar), y ajustes salariales bimensuales de acuerdo al alza del costo de vida.
* Eliminación del impuesto a los sueldos, y de los impuestos al consumo (IVA), sustituyéndolos por fuertes impuestos progresivos sobre las grandes fortunas.
* No al aumento de la edad de retiro: aumento de los aportes patronales (que el FA bajó del 12,5% al 7,5%).
En octubre, ayudá al PT, votá por diputados obreros que enfrenten el ajustazo! Que la crisis la paguen los capitalistas: no pago de la deuda externa; nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores; reforma agraria que expropie los latifundios; ruptura con el Fondo Monetario Internacional. Por un gobierno de trabajadores y por la unidad socialista de América Latina.
