Movilización histórica del Magisterio Nacional
La última semana de junio fue también el último plazo legal que tenía el Poder Ejecutivo para entregar el Proyecto de Rendición de Cuentas al Parlamento Nacional. Esta también es la última rendición de cuentas del período presidencial de José Mujica.
Como era de esperar, la conflictividad ha aumentado, porque los trabajadores saben que de no obtener un aumento ahora, no verán un peso hasta el 2016.
Los trabajadores de la educación han ido profundizando las medidas sabiendo que, si bien queda todavía el tratamiento parlamentario de discusión de la Rendición, históricamente los aditivos presupuestales dependen del mensaje que el Poder Ejecutivo envía al Parlamento.
Los maestros de Montevideo iniciaron el año lectivo 2013 con un paro de 24 horas, poniendo en la calle de arranque la problemática de la educación primaria.
El discurso del gobierno y de los medios de comunicación es que a la educación se le ha dado mucho y no se ven resultados. Un discurso que tiene contactos muy evidentes con el de la derecha blanqui-colorada, que se ha dedicado a atacar a los docentes y a los sindicatos en forma sistemática.
A partir de ese primer paro con una muy buena movilización de maestros a la Torre Ejecutiva, la gente comenzó a vivenciar que si bien es cierto que se han volcado fondos a la educación y que el salario real ha crecido, se ha partido de una base salarial tan baja que no se ha logrado salir del mismo rango que los maestros teníamos durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti: un 25% de la canasta familiar. Hay que recordar que fue bajo ese gobierno que el magisterio nacional desarrolló una de las huelgas más profundas, en el año 1989. Algo que parece que hay que recordarles a los distraídos que están en el gobierno, que dejan deslizar la idea de que los trabajadores de la educación no luchaban cuando gobernaba la derecha.
Se repite por los medios que hay un convenio firmado (que fue rechazado por varias filiales entre ellas Montevideo y Canelones). Si bien esto es así, el mismo no tiene ninguna cláusula de paz que impida al magisterio tomar medidas para mejorar su situación salarial.
Luego de ese primer paro las movilizaciones y otros paros se fueron sumando, en coordinación algunos con la FUM y la CSEU. En este momento ya la población tiene claro que un maestro cuando recién inicia su carrera cobra $ 14.000 en la mano y que no queda otra que tener más de un empleo para sobrevivir.
Mucha gente ha entendido también que no trabajamos cuatro horas como se dice, porque cuando vamos a la escuela no inventamos mágicamente y de golpe la clase que vamos a dar, tenemos que planificar en casa, estudiar, corregir, hacer carnés, preparar materiales, etc.
Y todo por $ 14.000… Y claro está que hay muchísimas personas que ganan menos, eso habla de lo mal pagos que están la mayoría de los trabajadores de nuestro país, que son diezmilpesistas.
En las dos semanas previas a las vacaciones de julio, las medidas de paro se fueron incrementado en el magisterio de Montevideo. Las maestras fueron sumándose a la lucha y las asambleas crecieron en asistentes, contrariamente al desgaste que evidentemente estaba esperando el gobierno. Éste pasó de ofrecer un 0% de aumento inicial, a un irrisorio 3% (alrededor de $ 400 en el sueldo de primer grado) que en realidad es apenas un ‘adelanto’ de lo que estaba comprometido para 2015 en el convenio.
La última asamblea previa a las vacaciones fue de 1.200 maestros y en lugar de levantar las medidas como algunos pensaron, estas se profundizaron. Dicha asamblea votó 48 horas de paro, definiendo coordinar paralizar todo el país el segundo día. Al mismo tiempo se había reunido la Mesa Representativa Federal de FUM, en donde por primera vez la Agrupación Agustín Ferreiro, lista 27, perdió su hegemonía acostumbrada. Se votó un paro Nacional de 24 horas por 47 votos en 31, lo cual en otro momento habría sido impensable. Cerraba la semana con un día solo de clase en Montevideo, y con medidas nunca realizadas en la historia del Magisterio Nacional: la desafiliación de connotados integrantes del sindicato, ahora en cargos de gobierno y la ocupación de escuelas.
La desafiliación de Héctor Florit (ex Secretario General de FUM, actual Director del CEIP), Oscar Gómez (Viceministro de Educación y Cultura), Irupé Buzetti (Consejera del CEIP), Mirta Frondoy (Consejera del CEIP) y Luis Garibaldi (Director de Educación del MEC), fue resuelta en la Mesa Departamental de Montevideo por los delegados, mandatados por los maestros de las Zonales, órganos estatutarios de resolución en el Sindicato de Maestros. Esta resolución tiene que ver con la falta de respuestas que en estos años, estas personas han dado a las necesidades de los docentes, es evidentemente un voto castigo a estos ex sindicalistas que demuestra la decisión política de penalizarlos por sus incumplimientos.
El día miércoles 26 de junio se ocupó la Escuela N° 324 en el barrio Maracaná y el jueves 27 de junio la Escuela N° 230 en Puntas de Manga. También se ocuparon dos escuelas en Canelones.
Ambas actividades se realizaron con gran organización, con muchísima alegría y sin ningún tipo de problema, dando muestra una vez más, los trabajadores organizados, de su gran responsabilidad y compromiso con lo que llevan adelante.
La Asamblea de Ademu Montevideo, también había resuelto realizar un cordón de túnicas por 18 de Julio y juntarse después con los demás sindicatos de la Enseñanza.
Podemos decir que hay un antes y un después de este cordón de túnicas blancas, que, sin lugar a dudas fue un hecho histórico. Veinte mil personas, entre ellas cinco mil maestras, demostraron que los docentes están dispuestos a luchar, en defensa de la educación pública pero también en defensa de su dignidad.
Seguramente los integrantes del Equipo Económico y el Presidente Mujica no durmieron tan tranquilos como esperaban.
La respuesta de los maestros fue contundente: están dispuestos a seguir dando la pelea por mejorar sus condiciones de vida y de trabajo y la de sus alumnos.
La lucha ahora se traslada al Parlamento. El Poder Ejecutivo ya les puso la tapa a los Senadores y los Diputados prohibiéndoles votar aditivos. Habrá que ver hasta donde se mantiene el mandato y de ser inamovible buscar las redistribuciones que se puedan dar. Sin duda el costo político que este gobierno puede llegar a pagar parecería ser importante, especialmente si tenemos en cuenta que el Magisterio Nacional ha sido siempre en su mayoría frenteamplista. Los gobernantes deberían recordar la huelga de Magisterio de 1989 y la Intendencia de Tabaré Vázquez.
Mientras tanto los maestros siguen empujando… La lucha continúa.