Constanza Moreira quiere un ejército chico y “una policía fuerte y bien preparada
El planteo de Constanza Moreira sobre las FF.AA. no es de cuño socialista. Su planteo consiste en volver al peso histórico que tenía el aparato militar antes de la dictadura, es decir, en pleno régimen burgués y reaccionario blanquicolorado. “Desaparecida la vieja hipótesis de confl icto entre Argentina y Brasil, devueltas las viejas competencias civiles a su institucionalidad de origen (aviación civil, meteorología, parques nacionales, etc.), y con una policía fuerte y bien preparada, las FFAA debieran volver a ser lo que fueron siempre en el Uruguay: una institución subsidiaria, sometida al más estricto control civil.”
El planteo de Moreira es tan poco “radical” e incluso “izquierdista” que en su respuesta al miliquero Huidobro recuerda que “Los gobiernos democráticos [posteriores a la dictadura], trataron de reducir el poder de la corporación [FF. AA.], lo que se refleja en una declinación sistemática de su presupuesto en los últimos veinte años. No era necesario ser de izquierda para percatarse de que el control civil exigía volver a un estadio anterior a la dictadura en términos presupuestales y funcionales”
Huidobro se ha convertido en un representante y vocero del aparato armado. Constanza Moreira levanta una bandera que entronca con fracciones capitalistas que han planteado más de una vez reducir (o hasta eliminar) las Fuerzas Armadas y crear una policía mucho más fuerte (o una Guardia Nacional al estilo de Costa Rica). Un planteo que en los ’80 estaba en los programas de algunas fracciones de los partidos tradicionales.
La auténtica bandera de izquierda es la eliminación del ejército pretoriano, separado del pueblo, y su sustitución por el pueblo en armas. Los mandos militares muchas veces han afi rmado que son herederos del ejército artiguista. Nada más falso. Artigas estaba apoyado no en el ejército profesional, como aparato represivo por encima de la sociedad, sino en el armamento general del pueblo.
Constanza Moreira levanta una bandera que a los ojos de muchos compañeros de izquierda parece ser de cuño izquierdista y democrático. Pero el planteo más democrático es terminar con el ejército profesional pretoriano, un programa que sólo podrá ser realizado bajo un gobierno de trabajadores.