La situación de superexplotación en la curtiembre Curtifrance no parece tener fin. Los trabajadores y los vecinos de la zona se encuentran afectados por las maniobras de la patronal.
En primer lugar, los trabajadores reciben un salario sensiblemente menor al del resto de las curtiembres. Mientras que en el resto se paga alrededor de $120 la hora, en Curtifrance el salario es de $99 la hora, lo cual no solo es un robo inaceptable por parte de la patronal, sino que en realidad, como la misma no invierte en maquinaria y tecnología desde hace mucho, los trabajadores realizan tareas mucho más complejas que en el resto de las curtiembres. Es conocido el dicho entre los trabajadores “Si trabajaste en Curtifrance, estás más que capacitado para trabajar en cualquier otra curtiembre”. Esta falta de inversión se ve también en los graves problemas de seguridad. Los techos se llueven desde hace meses, cayendo agua sobre el suelo, la maquinaria y las instalaciones eléctricas. A pesar de los pedidos de los trabajadores de solucionar el tema, aunque sea provisoriamente con la colocación de chapas para tapar los agujeros,la patronal en complicidad de la burocracia sindical han dado largas al asunto. La burocracia incluso prometió tomar medidas… solo para que los trabajadores se enteraran de que habían desaparecido y se habían ido de viaje a Cuba sin avisarle a nadie y obviamente, sin movilizar a nadie. Están esperando a que ocurra una tragedia, que cueste vidas obreras, para tomar alguna medida. Pero, ¿qué se puede esperar de un patrón autor de la frase “El obrero es como una naranja. Hay que partirla al medio, exprimirla por completo y luego tirarla a la basura”?
También se da el aprovechamiento de las necesidades de los jóvenes como personal de alta rotatividad. Se contratan jóvenes necesitados de una salida laboral a cambio de migajas, para realizar el trabajo que antes realizaban trabajadores con experiencia. Las condiciones a las que son sometidos son malas, pero además, cuando utilizan el comedor y a fin de mes se enteran de los descuentos abusivos a los que son sometidos por su utilización, renuncian y vuelve a comenzar la contratación de otros jóvenes sin experiencia que repiten el mismo ciclo. Y todo esto, cuando no se obliga a los trabajadores a continuar trabajando a pesar de resultar heridos. Ya ha pasado de trabajadores que se cortan dedos, o incluso la mano casi por la mitad a lo largo, y son obligados a aplicar algún tipo de torniquete o paliativo y continuar con su labor, so pena de despido.
Además, la curtiembre contraviene todas las normativas ambientales. La zona se encuentra llena de humo y olores por encima de lo permitido, lo que genera enfermedades respiratorias y hace que vivir allí sea un calvario. Además, no dispone correctamente de los efluentes y los vuelca sin tratar correctamente al agua, generando contaminación allí, pudriendo la tierra y eliminando la fauna y flora de los alrededores.
En definitiva, estamos ante una patronal verdaderamente superexplotadora, que actúa impunemente gracias a la complicidad de la burocracia sindical y a las leyes del estado burgués que defienden a los explotadores, y no a los trabajadores. Es necesario buscar una salida de los trabajadores a esta situación. En breve serán las elecciones sindicales, necesitamos plantear una oposición clasista firme que se enfrente a la patronal y movilice al barrio a favor de las mejoras indispensables.
Corresponsal