“QUE LA CRISIS NO LA PAGUEN LOS TRABAJADORES, QUE LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS, LOS BANQUEROS, LOS LATIFUNDISTAS”
La siguiente es la Proclama aprobada en el Plenario Sindical del PITCNT de Rivera, y leída en el Acto del Primero de Mayo realizado en la frontera de Rivera y Santana do Livramento, con trabajadores de Uruguay y Argentina, y la participación también de luchadores sindicales de Argentina. Mientras en el acto del PITCNT los funcionarios del gobierno ocupaban sillas de honor, en el norte del país se realizó un acto de defensa de la independencia política del movimiento obrero, y de lucha contra el régimen capitalista.
Una vez más realizamos en esta frontera que separa a dos países, un acto internacionalista, por la unidad de los trabajadores de Uruguay, de Brasil, de Argentina, de todo el mundo, por la emancipación de la clase obrera, por una sociedad sin explotados ni explotadores.
Cada año vemos avanzar la crisis del capitalismo en todo el planeta. Nos decían que esto no iba a afectar a América Latina, y ahora vemos cómo se producen envíos al seguro de paro, despidos, cierre de empresas, cae la producción industrial, caen las exportaciones, caen los precios de las materias primas.
Durante el boom de precios de la soja, la carne, la celulosa, la madera, y otras materias primas, los grandes terratenientes, los banqueros y las corporaciones que monopolizan el comercio exterior tuvieron ganancias fabulosas. Los trabajadores no participamos de esa fiesta, pero ahora nos quieren hacer pagar los platos rotos, cuando la crisis viene al galope.
Los gobiernos cambian, pero los intereses económicos que determinan su política siguen siendo los mismos. Los que fijan la política económica son el Banco Mundial y el Fondo Monetario, dos organizaciones dominadas por los usureros internacionales, que están sacudidas por denuncias de corrupción, pero se erigen en los auditores de los países, a los que exigen condiciones leoninas para sus préstamos que hipotecan cada vez más la soberanía de las naciones.
Es porque persisten esos intereses que desde los gobiernos se impulsan las privatizaciones, los tratados de protección a los capitales extranjeros, los TLC y los TISA, la precariedad laboral, los bajos salarios, de manera de asegurar que los empresarios sigan teniendo grandes ganancias.
Hoy sufrimos en la frontera el desempleo creciente. Los Free Shop envían trabajadores al seguro de paro. Se llenaron los bolsillos pero cuando sus negocios caen descargan la crisis sobre la clase obrera. También en la forestación vemos crecer el desempleo, por la caída de la producción. Cierran empresas en todo el país, o se reestructuran a costa de los asalariados.
Las cámaras patronales han logrado un triunfo muy importante: el gobierno está dispuesto a rediscutir la ley de negociación colectiva. Los patrones quieren prohibir las ocupaciones de lugares de trabajo, quieren eliminar la ultra actividad de los convenios colectivos que permiten que sus cláusulas se mantengan vigentes aunque el convenio haya vencido, quieren que la negociación sea en cada empresa para debilitar a los sindicatos que son más fuertes cuando negocian a nivel de cada rama. El objetivo es bajar los salarios y eliminar conquistas históricas del movimiento sindical.
Frente a toda esta ofensiva, decimos: que la crisis no la paguen los trabajadores, que la paguen los capitalistas, los banqueros, los latifundistas, que son los que se enriquecieron y los que causaron esta crisis.
En este contexto de crisis, vemos al gobierno acercarse al imperialismo yanqui. Las declaraciones del canciller Nin Novoa y del vicepresidente Sendic negando la ingerencia norteamericana en Venezuela, son un claro ejemplo en este sentido. Parece que cuando los precios del petróleo estaban altos, eran redituables los discursos latinoamericanistas. Y ahora parece que no tanto, y hay un acercamiento creciente a Obama, y a la Alianza para el Pacífico que es un primer paso a un Tratado de Libre Comercio. Y no es casual que Uruguay se haya integrado a las negociaciones del TISA, que es un tratado para liberalizar los servicios, que implica privatizaciones y penetración económica aún mayor de parte del capital financiero internacional sobre nuestro país. Por este camino nos vamos a convertir en una colonia.
Es la misma política que pretende justificar la presencia de tropas uruguayas, brasileras, argentinas, bolivianas, chilenas, para reprimir al hermano pueblo de Haití, al que le impusieron un gobierno títere a través de un golpe de Estado que dieron los marines norteamericanos. Estas tropas de ocupación que supuestamente son una misión de paz, en realidad tienen por misión mantener la dominación de los monopolios internacionales que explotan al pueblo. Los trabajadores decimos: que se retiren la Minustah y todas las tropas extranjeras del territorio haitiano.
Los trabajadores levantamos otra salida, es la de la unidad latinoamericana basada en los obreros y los campesinos, los explotados del continente, sobre la base de expulsar a los imperialistas, terminar con el sometimiento a la banca y a la deuda externa, terminar con las ganancias fabulosas del latifundista a costa del pueblo, terminar con el saqueo a nuestras riquezas naturales y con la depredación del medio ambiente. Nos estamos quedando incluso sin agua limpia, sin agua potable, que es una riqueza natural de nuestro país, como consecuencia de las industrias contaminantes y de los agrotóxicos cancerígenos que se aplican en la soja y otras plantaciones.
Desde el Banco Mundial y los organismos de crédito impulsan también la privatización de la enseñanza pública. El movimiento sindical ya manifestó su rechazo al planteo del presidente de instalar los vouchers educativos, es decir, destinar aún más dinero estatal hacia la enseñanza privada. También los sindicatos de la educación vienen denunciando a los liceos de financiamiento público y gestión privada. Se quiere imitar el modelo chileno, privatizador, justamente cuando ese modelo está en crisis y enfrenta la resistencia y la rebelión de los estudiantes. Decimos con claridad: a la enseñanza la defiende el pueblo! No vamos a dejar que avance la privatización, ni vamos a aceptar la rebaja de los contenidos ni de la calidad de la educación para los hijos de los trabajadores. Vamos a pelear por un aumento del presupuesto para las escuelas, liceos, formación docente, universidad del trabajo, y alcanzar como mínimo un 6% del PBI para la ANEP y la UDELAR. Reiteramos nuestro compromiso por la Verdad y la Justicia, contra la impunidad. Saludamos la lucha de los Familiares de Desaparecidos, y rechazamos los fallos de la Suprema Corte de Injusticia que amparan a los violadores de derechos humanos. También rechazamos las declaraciones del ministro de Defensa Fernández Huidobro, cuya permanencia al frente de ese ministerio es una afrenta para los trabajadores y ciudadanos que exigimos el fin de la impunidad y el castigo a los culpables de crímenes bajo el terrorismo de Estado.
Continuamos en la lucha por un Sistema de Salud Público y Estatal, que considere a la Salud como el primer derecho humano del hombre, después del derecho a la vida. Reconocemos los grandes esfuerzos que realizan los trabajadores de la salud cada día multiplicándose en sus tareas para cumplir con la demanda en todas las áreas, habiendo sido reconocido por las autoridades de gobierno la falta de Recursos Humanos, pero aún sin resolver.
Saludamos a los sindicatos que vienen levantando la necesidad de subir el salario mínimo. Hoy está fijado en la sexta parte de la Canasta Familiar, mientras que los sueldos de los gobernantes son principescos, empezando por el presidente, siguiendo por los senadores y diputados, los intendentes y hasta los alcaldes. El salario de los cargos políticos debería ser equivalente al de un docente o un obrero medio. ¿Por qué no tratan de vivir ellos con el salario mínimo de diez mil pesos?
La exigencia que colocan distintos gremios de un piso salarial de 10 BPC, que equivale aproximadamente a media canasta familiar (unos 30.000 pesos) es una bandera que debe unir a todo el movimiento obrero en una movilización común.
Recientemente se ha difundido que los impuestos a las personas, en particular el IRPF y el IASS que pesan sobre asalariados y jubilados, recaudan 434 millones de dólares más que lo que pagan las empresas a la DGI. El presupuesto estatal está financiado por los trabajadores a través de estos impuestos directos y de los impuestos indirectos como el IVA, uno de los más altos del mundo. Las empresas, los bancos, pagan cada vez menos. Las multinacionales se instalan en zonas francas, donde no pagan un peso de impuestos. ¿Dónde quedó la promesa de que pague más el que tiene más? Decimos: basta de impuestos a los productos de la canasta familiar, eliminar los impuestos al salario, que paguen los capitalistas, los latifundistas y los banqueros!
En una nueva jornada obrera internacional, en la cual recordamos a nuestros caídos en la lucha contra la explotación, desde los Mártires de Chicago a nuestros mártires estudiantiles y obreros, comprometemos nuestro esfuerzo para luchar junto a los hermanos de clase de Brasil, Argentina, y de todo el mundo, para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.
Defensa de los Convenios Colectivos y de todas las conquistas y derechos de los trabajadores. Aumento general de salarios, ajustable en forma automática con el costo de vida. Rebaja del IVA, eliminación del Impuesto a los Sueldos. Salario Mínimo equivalente al costo de media canasta familiar.
Mayor Presupuesto para la Educación, la Salud, la Vivienda. No al modelo chileno, no al voucher educativo, no a la privatización!
No más privatizaciones, para ejemplo tenemos lo de Pluna, un agujero de 300 millones de dólares!!
Basta de Impunidad, cárcel a los asesinos y torturadores.
No al TISA y demás tratados coloniales, que impulsan los países imperialistas para explotarnos aún más.
No podrán remover la barra de la izquierda (Facebook, Twitter, etc), que obstaculiza la lectura?