El Partido de los Trabajadores convoca a la movilización del 30 de noviembre 18hs en Plaza Cagancha
La cumbre que se desarrolla en Buenos Aires, tendrá lugar en el marco de una creciente guerra comercial, de una acentuación del militarismo y de las guerras imperialistas. El fondo del problema es la agudización de la crisis mundial y una guerra contra los trabajadores, expresada a través del aumento de la edad jubilatoria, las reformas laborales (extensión de la jornada, flexibilización), ajustes salariales, recortes presupuestales, etc. Asimismo, los jefes de Estado que se reúnen, son ejecutores de los bombardeos en Irak, Siria o Libia, destruyendo sus escasas defensas nacionales para avanzar en una mayor colonización política y financiera.
La cumbre del G20 en Argentina será también el escenario de otra nefasta unidad continental -la que propugna la militarización de la mano del Departamento de Estado, en nombre del supuesto combate al narcotráfico y al terrorismo. En el marco de un enorme operativo represivo, Uruguay, que no forma parte del G20, cedió su soberanía para servir de base de operaciones para la vigilancia y la represión al servicio de los estados imperialistas y los representantes del capital financiero internacional. Así, el FA y el gobierno de Macri se encuentran hermanados en la coordinación represiva regional bajo el mandato directo del imperialismo. A través de establecer esta suerte de Estado de excepción, el gobierno del Frente Amplio es cómplice de la represión que protagoniza el gobierno argentino, desplegando un operativo de más de 20.000 efectivos con participación de las fuerzas armadas y de ejércitos extranjeros. Esta cumbre, que reúne a las principales potencias capitalistas y algunos países en “vías de desarrollo”, no podría sesionar sin este gigantesco operativo de intimidación y represión. Son los máximos responsables de la guerra que ha devastado el Medio Oriente y África, de las catástrofes migratorias que atraviesan Europa y ahora también a América Central, y de la miseria y la explotación de cientos de millones de seres humanos. La aprobación del ingreso de tropas, aprobado en el Parlamento, coloca a Uruguay como defensor servil de este operativo, que tendrá como consecuencia una fuerte represión contra el movimiento popular y la protesta social, en función de la defensa de figuras como Trump y Bolsonaro. Los trabajadores y la juventud debemos repudiar este acto servil del gobierno: organicemos una gran movilización y una campaña contra la cumbre imperialista y el ingreso de tropas extranjeras a nuestro país.
Abajo la agresión imperialista en Medio Oriente. Fuera las bases militares imperialistas en Uruguay y América Latina. Enfrentemos el ataque mundial contra el trabajo y las jubilaciones. Por la Unidad Socialista de América Latina. Que la crisis la paguen los capitalistas