Mientras el costo de vida cada día crece más, el gobierno ha emprendido medidas para “maquillar” los indicadores de la inflación, de manera de evitar un ajuste de salarios pactado en los convenios colectivos.
Con estas medidas el gobierno ajustó los salarios por debajo del costo de vida real, al tiempo que aumentó la recaudación por concepto de impuesto a los sueldos en 41 millones de dólares.
El acuerdo con los supermercados para “congelar” precios ya elevadísimos durante 45 días apunta a defender frente a la opinión pública la misma política que destina millones de dólares a los capitalistas a costa de los asalariados. Para los Aratirí, UPM, Montes del Plata, los grandes capitales instalados en zonas francas, y la gran industria que recibe subsidios por más de 1.700 millones de dólares, no hay “austeridad”. A los que se pide que se ajusten el cinturón es a los trabajadores –públicos y privados.
El ajustazo es todavía limitado porque estamos en un año electoral. La crisis económica está llevando una caída de los ingresos fiscales, porque se empieza a encarecer el crédito (aumento de las tasas de interés) y los capitales empiezan a irse poco a poco. Se está incubando un mega ajust que va a emprender el próximo gobierno, tanto si lo encabezan los Vázquez-Astori como si lo presidente los Larrañaga-Lacalle-Bordaberry.
El reclamo del gran capital, que por ahora que parcialmente postergado hasta el año que viene, es que se produzca una devaluación y una reducción del salario y del gasto público. Los dirigentes del Frente Amplio representan a los Aratirí, López Mena, a los sojeros, a las grandes patronales y al Paco Casal, ¡no a los trabajadores! La dirección del Partido Comunista engaña a la clase obrera cuando llama a votar por Tabaré Vázquez –el amigo de Bush, el que vetó no sólo la ley del aborto sino también una
mejora de la ley de Accidentes del Trabajo en el gobierno anterior, y el que ahora casi entierra la llamada ley de “responsabilidad penal empresarial”. No se pueden llamar a sí mismos “comunistas” los que apoyan la colonización económica de Aratirí –como lo hacen Lorier, Castillo y Abdala– entregando los recursos nacionales a una multinacional.
La mayoría del Secretariado del PIT-CNT declaró su apoyo a la megaminería metalífera a cielo abierto en manos del capital financiero, al mismo tiempo que mantiene paralizados a los sindicatos para que no se movilicen contra la carestía y por el salario. Se necesita luchar por la independencia política del PIT-CNT y por una nueva dirección para el movimiento obrero –clasista y combativa.
Llamamos a librar una batalla para obtener cientos de miles de firmas para que el pueblo decida y se prohíba la megaminería a cielo abierto en todo el territorio nacional.
A impulsar un plan de lucha de los sindicatos y el PIT-CNT por aumento general de salarios.
A construir una alternativa obrera y socialista, para que el movimiento obrero rompa con todos los partidos que defienden al capital –el Frente Amplio y la derecha tradicional.
A utilizar las elecciones para poner en pie un Frente de Izquierda y de Trabajadores, para dar expresión política a miles de trabajadores y jóvenes que están hartos del sometimiento de la centroizquierda al FMI y las multinacionales.
Para preparar así la lucha contra el ajustazo, y por un gobierno de trabajadores.