
Por el retiro de las tropas de Israel y el juicio y castigo a todos los culpables
El 20 de Mayo más de 100.000 personas nos movilizamos contra la impunidad de los crímenes de la dictadura militar y en homenaje a sus víctimas -luchadores por los derechos humanos y contra el régimen de explotación. La muchedumbre dijo “Presente!” cada vez que se nombró a uno de los detenidos-desaparecidos. La marcha contó con la presencia de decenas de miles de jóvenes, mostrando que está viva en el pueblo la memoria del genocidio perpetrado por las dictaduras militares del Cono Sur.
Hoy está ocurriendo otro genocidio ante la vista de todo el mundo, el que lleva adelante el Estado de Israel contra el pueblo gazatí, provocando más de 55.000 muertes -en su mayoría niños, mujeres y ancianos-, más de 125.000 heridos y mutilados, la destrucción de hospitales y centros educativos, y una hambruna provocada por el ejército israelí que ha impedido el ingreso de ayuda humanitaria como arma de guerra y de limpieza étnica. Toda la infraestructura de la franja de Gaza se encuentra destruida, incluyendo a la casi totalidad de las viviendas. El objetivo proclamado por Netanyahu y Trump es la expulsión de los gazatíes para apropiarse de su tierra.
No se trata, sin embargo, de un episodio trágico local. Es un experimento de matanza colectiva que alcanza a todos los pueblos del mundo que se rebelen contra la opresión nacional y social, o que simplemente se interpongan a los imperialismos de turno en el marco de una guerra que es definitivamente mundial. La destrucción de Gaza y de su pueblo se inscribe en una ofensiva para establecer un reforzamiento del imperialismo y un cambo de régimen en todo Medio Oriente.
La humanidad entera se encuentra conmovida por esta barbarie. Grandes movilizaciones juveniles en Estados Unidos y en todo el mundo, incluyendo organizaciones judías, exigen detener este genocidio. Muchas personalidades judías se han pronunciado contra este crímen contra la humanidad.
Recién después de 600 días, vemos la reacción hipócrita de algunas grandes potencias, que no sólo han avalado esta masacre sino que además han sido sus financistas y sus proveedores de armas. Han perseguido a los que denunciaban el genocidio como “antisemitas”, reprimiendo las movilizaciones y encarcelando activistas. Las declaraciones diplomáticas de estas potencias revela la enorme indignación que anida en los trabajadores y en la ciudadanía progresista de todo el mundo, frente a la cual acomodan el cuerpo. En Estados Unidos, ambas fracciones del imperialismo -demócratas y republicanos- han sido sostenedores del genocidio y han impulsado una guerra regional en todo Medio Oriente. Donald Trump ha proclamado abiertamente su objetivo de convertir la costa de Gaza en un “Punta del Este” de lujo, y persigue a las Universidades y al estudiantado -expulsando a activistas pro-palestinos- para defender al gobierno genocida de Netanyahu.
El gobierno de Lacalle Pou alineó claramente a Uruguay con los masacradores del pueblo palestino, al punto de abstenerse en varias ocasiones ante los pedidos de cese del fuego de carácter humanitario. Lacalle pactó con Israel la instalación de una oficina de la Agencia Nacional de Investigación (ANII), a más de un año del genocidio.
A tres meses de instalado el gobierno de Orsi, es clara la voluntad de continuismo: han ratificado la presencia de la ANII en Jerusalén, incluso luego de que la Universidad de la República haya repudiado esta medida y anunciado que no participaría de ningún acuerdo con el estado genocida. La negativa de Orsi y Lubetkin a denunciar los crímenes y el genocidio constituyen una complicidad que contrasta con la sensibilidad de su propio electorado, que pide el cese de la matanza y que se rompan relaciones con Israel.
Los militantes de derechos humanos, las organizaciones de Familiares de desaparecidos, la juventud y el estudiantado, la clase obrera, el pueblo entero del “Nunca más” y “la Verdad y la Justicia” debe lanzar una movilización de masas por el cese del genocido, el retiro de las tropas israelíes, el acceso libre a la ayuda humanitaria, y el juicio y castigo a los responsables de los crímenes contra el pueblo palestino y toda la humanidad. ¡Paremos esta masacre!
PARTIDO DE LOS TRABAJADORES