El nuevo gobierno ha anunciado el impulso a un “Sistema Integrado” de la Enseñanza, abarcando tanto a Primaria como al primer ciclo de Secundaria. La propia denominación de esta reforma recuerda al FONASA, es decir, un mecanismo para que los ingresos estatales por impuestos se distribuyan entre organismos públicos y empresas privadas de salud.
Una parte del presupuesto público ya es manejada por diversas vías por ONGs y empresas privadas, a través de distintos proyectos. Ya existen Liceos -como el Jubilar y el Impulso- que tienen financiamiento estatal y gestión privada. La idea de una “Fonasa Educativo” no hace más que generalizar esta política -que viene siendo impulsada por los últimos gobiernos, tanto blanqui-colorados como frenteamplistas. El presidente Tabaré Vázquez había anunciado, durante la campaña electoral, que impulsaría el “voucher educativo” al estilo chileno. Luego tuvo que recular parcialmente ante la reacción que despertó el planteo privatizador entre sus propias filas y a nivel de los sindicatos de la enseñanza.
A nivel del Frente Amplio -tanto en los sindicatos como en el propio gobierno- se ha abierto una crisis en torno a la cuestión educativa. Mientras los sindicatos de la enseñanza y el propio PIT-CNT se han pronunciado contra la “gestión privada” de liceos financiados por el Estado, la dirección de la FOEB (bebida) aparece como soporte ‘obrero’ al planteo astorista de privatización. Distintos funcionarios del gobierno, desde la presidenta del Consejo de Secundaria Celsa Puente hasta el Director de Educación del MEC Juan Pedro Mir, tomaron distancia respecto al planteo de los vouchers y los liceos ‘público-privados’.
Por otra parte, el gobierno impulsa la ‘primarización’ de la enseñanza Secundaria -es decir, la rebaja de los contenidos educativos, para que los alumnos salgan con apenas algunas “competencias” en comprensión lectora y operaciones aritméticas básicas. La iniciativa, que extiende de hecho la educación primaria hasta los 14 años, fue rechazada por las Asambleas Técnico-Docentes de los profesores de Enseñanza Secundaria.
De la vieja promesa de la autonomía de la enseñanza y los congresos educativos, el vazquismo ha aterrizado finalmente en la más burda digitación de la educación por el gobierno y los funcionarios que aplican los programas del BID y el Banco Mundial.
El 2015 será un año de grandes luchas, en defensa de la Enseñanza Pública. Es necesario lanzar una gran campaña para rodear a los sindicatos de la educación de la solidaridad de todo el movimiento obrero y del conjunto de los trabajadores.