Declaración del Partido de los Trabajadores
La propuesta de flexibilización horaria que la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) y la Cámara Nacional de Comercios y Servicios presentó en estos días al Poder Ejecutivo, que cuenta con el visto bueno de la OPP, y que en el día de hoy ha sido saludada de forma positiva por dirigentes del PIT- CNT constituye una gran amenaza para los trabajadores uruguayos. Se trata de un planteo que no es nuevo, y que presenta a los trabajadores frente a una falsa dicotomía entre la fuente de trabajo y el salario. Esto en un cuadro dónde el gobierno ha decidido mantener pautas salariales que permiten la caída del salario real, y por lo tanto establece una variable de ajuste en los salarios de los trabajadores, y un aumento significativo en los envíos al seguro de paro y despidos.
La propuesta de la Cámaras establece una reducción de la jornada de trabajo, con rebaja salarial como forma de reducir los costos de producción, y de tener mano de obra a la orden, en un mercado cada vez más inestable producto de la recesión. En todos estos años la Industria se vio beneficiada a partir del boom de la construcción y de los fuertes subsidios y exoneraciones impositivas que hoy mantiene por parte del Estado (por ejemplo, la totalidad de los subsidios a la Industria automotriz equivale al conjunto de la masa salarial.)
La propuesta que Abdala saluda como positiva, esconde que la orientación que los empresarios pretenden desarrollar frente a la crisis, es descargarla sobre las espaldas de los trabajadores, por eso las opciones que manejan son los envíos al seguro de paro y los despidos. La propuesta busca además re discutir los convenios ya firmados y marcar el camino para que los que vienen. Los dirigentes oficialistas de la central sindical, toman este chantaje como un hecho consumado optando por mantener los puestos de trabajo aunque sea a costa de la rebaja salarial y la precarización.
De lo que se trata es justamente de lo contrario, de defender las condiciones de vida de los trabajadores, y eso implica la defensa tanto del salario como del trabajo. En este sentido, la variable de ajuste frente a la crisis debe ser la ganancia de los empresarios. Frente al programa de la Cámara de Industria planteamos la necesidad de avanzar en un plan de movilizaciones del conjunto del movimiento obrero por el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados sin rebaja salarial, la prohibición de los despidos, el control obrero de toda fábrica que cierre, que despida o que envíe personal al seguro de paro.
Para que la crisis no la paguen los trabajadores, sino aquellos que la generaron: los capitalistas.
PARTIDO DE LOS TRABAJADORES
25/04/2016