Tras las negociaciones en el seno de la coalición derechista, el gobierno de Lacalle Pou ha enviado finalmente al parlamento el proyecto de ley de reforma jubilatoria. Este proyecto constituye una declaración de guerra contra los trabajadores: aumenta la edad de retiro, reduce el monto de las futuras jubilaciones, mantiene los bajos aportes patronales, beneficia al capital financiero dando aún más ventajas a las AFAP.
La extensión del sistema de AFAP se produce justamente cuando en todo el mundo los fondos previsionales privados tienen cuantiosas pérdidas. En Chile, a vía de ejemplo, los trabajadores han perdido en un año el 15% de sus ahorros producto de las pérdidas de las AFP. En el Reino Unido, los fondos previsionales están cayendo en picada, amenazados de ir a la bancarrota dado las inversiones que han realizado en papeles basura que se deprecian. La pretensión de darle más libertad a las AFAP para realizar inversiones riesgosas se produce justamente en este contexto internacional de crisis económica y de guerra imperialista. Mientras aumenta la carestía de la vida, y cae el salario real y las jubilaciones, el Fondo Monetario Internacional exige a los gobiernos capitalistas ir a un ataque en regla contra la clase obrera a través de las reformas laborales y jubilatorias.
El proyecto del gobierno no sólo aumenta la edad de retiro, sino que además le da a los futuros gobiernos la posibilidad de continuar aumentando dicha edad sin necesidad de nuevas leyes. La extensión de los años de trabajo constituye una rebaja del salario, en la medida que los trabajadores deberán trabajar y aportar más años, para recibir durante menos tiempo el “salario diferido” que constituyen las jubilaciones. Encima esas jubilaciones futuras serán reducidas mediante cambios en el cálculo: serán en promedio un 20% más bajas.
La clase capitalista ya ha producido otras “reformas” en el pasado, bajo gobiernos dictatoriales y “democráticos”. Por esta vía han reducido el aporte patronal progresivamente, hasta dejarlo (bajo el gobierno del Frente Amplio) en apenas un 7,5% –contra un aporte personal del trabajador del 15%. Encima, los grandes empresarios tienen muchas vías legales para evadir el aporte a la seguridad social, a través de exoneraciones, siendo el caso más evidente las multinacionales instaladas en zonas francas como UPM, Montes del Plata y otras. Otro sector favorecido con total exoneración de aportes es la enseñanza privada.
El PIT-CNT ha declarado su rechazo al proyecto del gobierno, así como otras organizaciones populares que integran la llamada “Intersocial” (cooperativistas de vivienda, estudiantes, Familiares de Desaparecidos, etc.). Ya en setiembre se realizó un paro general que incluía en su plataforma el rechazo al entonces anunciado proyecto gubernamental, y está previsto un paro parcial para las próximas semanas, además del acto de la Intersocial del jueves 27/10.
Incluso el agrupamiento empresarial “Un sólo Uruguay” (que integran fundamentalmente pequeñas y medianas empresas, productores rurales, comerciantes, etc.) ha anunciado su oposición a la reforma jubilatoria de Lacalle y Saldain, dado que mantiene y profundiza el curro de las AFAP. Si esta corriente de pequeños empresarios, de discurso conservador y en algunos aspectos reaccionario y anti-sindical, plantea este rechazo, quiere decir que existe un inmenso campo de oposición al proyecto oficialista.
Mientras tanto, el Frente Amplio se ha negado a declarar su repudio al mismo e incluso su presidente Fernando Pereira anunció que “el FA votará buena parte del articulado”, es decir, colaborará con el gobierno derechista como lo hizo con la Ley de Urgente Consideración (LUC). Durante los 15 años de gobierno del Frente Amplio no se afectó el negocio de las AFAP con el ahorro forzoso de los trabajadores, y encima se bajaron los aportes patronales -provocando el desfinanciamiento del BPS. Los principales líderes de esta falsa oposición hace años vienen proclamando la necesidad de aumentar la edad de retiro con el pretexto del “elevado déficit de la seguridad social”… ¡que ellos mismos produjeron al bajar los aportes del capital! Anunciar el voto de “buena parte del articulado” es hacer un mandado para las AFAP para así ganar el visto bueno del FMI y la banca internacional.
La dirección del PIT-CNT y la Intersocial está subordinada a esta falsa oposición centro-izquierdista. Los partidos que dirigen la central sindical (PCU, PS, MPP, corriente “Articulación”) no han emitido pronunciamientos contra la reforma jubilatoria a efectos de “cuidar la unidad” del Frente Amplio. Los Bergara, Astori, Mujica, son defensores de las AFAP y del aumento de la edad de retiro. Los intendentes Orsi y Cosse, probables candidatos del FA en 2024, plantean recurrir a inversiones de las AFAP para financiar obras de infraestructura, es decir, defienden su continuidad.
La derrota del proyecto del gobierno no se logrará con algún paro parcial, ni con medidas inconsecuentes, sin continuidad. Un plan de lucha no es la suma de acciones puntuales. Si se desea derrotar este ataque es necesario adoptar un plan de lucha consecuente y preparar la huelga general de todo el pueblo explotado.
Convocamos a constituir más comisiones barriales del Movimiento Nacional en Defensa de la Seguridad Social (MONDESS) que se opone al proyecto gubernamental pero además reclama eliminar las AFAP, aumentar progresivamente los aportes patronales y eliminar las exoneraciones al gran capital, y asegurar que no se aumente la edad de retiro ni se rebaje el cálculo jubilatorio incluso a través de una enmienda constitucional que se votaría en 2024.
El PARTIDO DE LOS TRABAJADORES convoca a la movilización contra la reforma jubilatoria del FMI. Por un plan de lucha consecuente. Preparemos la huelga general de todo el pueblo explotado.
