Tribuna entrevistó a la dirigente de Ades- Montevideo Nathalia Moratorio, docente del liceo 13 de Maroñas, en el marco de la ocupación de esa institución.
Tribuna: Contanos los motivos de la ocupación del liceo 13.
NM: Esto arranca por el 1 de Marzo cuando nos enteramos que iba a trabajar en el liceo una ONG, en este caso ‘Cimientos’. Investigamos y nos enteramos que estaba funcionando hace unos años en los liceos 22 (La Teja) y 52 (Villa García). Esta ONG, que tiene su casa matriz en Argentina, seleccionó a los mejores estudiantes del liceo para trabajar con ellos. Son 33 estudiantes que egresaron de primaria con matiz de sobresaliente. La ayuda que da Cimientos consiste en un apoyo ‘socio-emocional’, a través de un Psicólogo, y de 1000 pesos mensuales. El cuerpo docente planteó en una reunión con las autoridades de Cimientos, Inspección y la dirección del liceo, que no se estaba trabajando con la población más vulnerable sino con la más ‘favorecida’ del 13. En esa instancia se presentó una investigación sobre los criterios de selección de los estudiantes. Esta información fue ‘levantada’ por medios como Brecha y Montevideo Portal. A través de la consejera Jaureguy enviamos este informe y una carta al Consejo de Educación Secundaria (CES), exigiendo se nos enviara información sobre los acuerdos que tiene el CES con ‘Cimientos’ y otras ONGs que funcionan en secundaria. A dos meses de este hecho, y ante la falta de respuestas por parte del CES, decidimos ocupar.
La ocupación se extendió por tres días, los ejes estaban dados en el tema ‘Cimientos’ y en irregularidades de parte de la dirección. El CES desde hace un tiempo -a instancias de Celsa Puente- tiene la tesitura de no negociar con liceos ocupados. Nuestra posición era ir directo al MTSS a tratar el tema. Finalmente el CES, ante la continuación de la ocupación, accedió a tratar el tema del 13 y ‘Cimientos’ en la bipartita con Fenapes, a través de una bipartita ‘extraordinaria’ con el núcleo sindical del liceo.
Tribuna: ¿Esto que mencionás de ‘Cimientos’, es parte de una política más general de privatización de la enseñanza?
NM: Sin dudas que se trata de una política de privatización ‘solapada’. Recordemos que las ONGs se financian con exoneraciones fiscales, dinero que resigna el Estado y que debería ser parte del presupuesto para la educación pública, Esto generaría en la Rendición de Cuentas un mayor presupuesto, que se traduciría en creación de cargos de índole técnico -psicólogos, psicopedagogos-, adscriptos y demás; no sólo para el liceo 13 sino para todos los liceos del país. El financiamiento estatal a las ONGs es una forma de privatizar la educación pública. También tenemos los liceos ‘PPP’, y otras ONGs -como Pepsico- que trabajan a pocas cuadras del 13, en el liceo 65. En este caso tratando de crear un perfil en los estudiantes -futuros trabajadores- de trabajador dócil, acrítico y autómata.
Tribuna: ¿Qué conclusiones sacás de la lucha presupuestal?
NM: Creo que a través de Ades y Fenapes se hicieron los máximos esfuerzos. Evidentemente los resultados no son los que todos anhelamos, pero sí se hicieron los máximos esfuerzos. El presupuesto es absolutamente insuficiente, de plano. Y en cuanto a la negociación, rompe los ojos que si el gobierno manda el proyecto presupuestal 10 días antes del plazo estipulado, no da pie a negociar absolutamente nada.
Tribuna: ¿Cómo visualizás al gobierno del FA, y cómo percibís lo visualizan tus compañeros de la educación, o al menos un sector importante de ellos?
NM: El gobierno del FA es un gobierno ‘neoliberal’ y enemigo de los trabajadores. Es evidente que no gobierna para los trabajadores, gobierna para los capitalistas y los grandes capitales. Esa es mi percepción. En cuanto a la de los compañeros, los militantes más activos e incluso los simples afiliados al sindicato, tienen un desencanto muy grande con el Frente Amplio. Creo que esto se da sobre todo desde el gobierno de Mujica, e hizo su punto de inflexión con el decreto de esencialidad de 2015. Hay un desencanto en cuanto al gobierno, las políticas económicas
fundamentalmente, y la intensificación del aparato represivo del Estado.