En los últimos días hemos asistido a nuevos avances en privatizaciones y precarización laboral en el Banco de la República, política impulsada abiertamente por el Directorio.
Ingresaron recientemente decenas de becarios del programa “Yo estudio y trabajo”, y esta vez, no a realizar tareas propias de becarios, sino a reemplazar a compañeros bancarios genuinos. De este modo, se sustituye en su tarea a un trabajador bancario por un pasante, que no sólo no aporta a la Caja Bancaria, sino que además desarrolla su actividad en condiciones laborales y salariales mucho peores que las de un bancario, sin ninguno de los beneficios, sin posibilidad de hacer carrera administrativa y con la perspectiva clara de que en unos meses se queda sin trabajo nuevamente, aunque con una “primera experiencia laboral” que le permitiría salir al mercado laboral con mayores oportunidades.
Esto cuenta con el aval de la burocracia sindical, que aplaude el programa con las dos manos, diciendo que es una oportunidad fabulosa para cientos de jóvenes, algo que querrían para sus propios hijos; y que se niega a ver el reemplazo de las funciones a pesar de que hay ejemplos claros (Atención en las puertas de 18 de julio en la sucursal 19 de junio por ejemplo) y de los numerosos antecedentes del Directorio “compañero”.
Mientras ocurre esto, también continúan entregando negocios a las empresas privadas. A partir del 1º de abril, la recolección de carteras en las dependencias de Canelones, la cual era realizada por personal de la Conserjería del Banco, es realizada por la empresa Tiempost, que comenzó a manejar información y documentación delicada del Banco, obviamente a cambio grandes cantidades de dinero; teniendo ya el Banco personal e infraestructura para realizar las tareas por su propia cuenta.
Mientras se siguen acumulando privatizaciones y achiques en numerosas áreas del Banco, la burocracia insiste en seguir negociando, en confiar en la buena fe del Directorio, alargando las supuestas instancias de negociación que terminan enfrentándonos a hechos consumados.
Rechazamos el servilismo de la burocracia sindical ante el gobierno; reclamamos que movilice a los compañeros para luchar por el mantenimiento de los puestos de trabajo, por ingreso de personal genuino, por el pasaje a planta permanente a todos los tercerizados, por la mejora de la carrera administrativa, por el pago que corresponde por las tareas realizadas y porque a igual tarea exista igual remuneración.