La burocracia del PIT-CNT no puede con la Intersocial

 

Nuevamente se volvió a reunir la Intersocial en el día de hoy. La instancia que comenzó a las 10 de la mañana ya de pique daba un amplio respaldo al referéndum total. Los representantes del Secretariado del PIT-CNT Abdala y José Olivera llevaron la posición aprobada en la ultima Mesa Representativa Nacional Ampliada. Una moción de referéndum en tamaño blíster, que deja en pie el 80% de la LUC. A este planteo se sumó inesperadamente la Feuu, que a pesar de dejar abierta la posibilidad en su ultimo comunicado público se desconocen los fundamentos que la llevan a tal voltereta. Visto que no se lograba un consenso, pasado el mediodía se pasó a cuarto intermedio y a una reunión de la “mesa chica”, integrada por el PIT-CNT, Fucvam, la Intersocial Feminista, y la Feuu. Esta reunión duró apenas media hora y no unificó ningún planteo. La explicación hay que buscarla en Fucvam, quien sostiene públicamente una posición muy clara y consecuente. Por ejemplo, podemos leer en un documento hacia su Asamblea Nacional Extraordinaria que tendrá lugar en dos semanas lo siguiente:

“El FA – apenas asumido el nuevo Gobierno- llama a un acuerdo nacional, posición que no compartimos: Para nosotros no se puede hablar de diálogo con quien impulsa una ley represiva como la LUC.” “(…) la LUC fue aprobada, y no solamente por las mayorías que tiene este Gobierno, sino también por la votación de la oposición, que al decir de sus operadores “logró mejorar algo” algunos artículos. La LUC es un todo. El haber votado algunos artículos, de alguna forma amerita legitimarla. Y la historia demuestra que hoy la Intersocial se encuentra en un cruce de caminos no deseables. Si no se hubiera votado, no nos cabe duda que hoy no estaríamos discutiendo si vamos por algunos artículos o por toda la LUC.”

Diferentes integrantes del secretariado del PIT-CNT controlado abrumadoramente por sectores afines al Frente Amplio manifestaron cuando la LUC aún era proyecto que les parecía “inconveniente” la presentación de esta ley ómnibus, por que desconocía “ámbitos de negociación y diálogo social existentes”, “atentando contra la calidad democrática”.
Estas constataciones tan circunscritas irán ganando tenor con el transcurso de las semanas y meses. Pasando a ser el “programa de la derecha restauracionista”, no sólo “neoliberal” sino también “militarista”. Aun así, el presidente del PIT-CNT argumentó en contra no ya de si ir por parte o por toda la LUC sino de la conveniencia del referéndum en sí. Hay que “ir a una elección que sea ganable” afirmó Fernando Pereira. Este argumento se transformó en el santo y seña de todos los que se afilian a la consulta restringida a un puñado de artículos. La idea detrás de estos reparos es que la “correlación de fuerzas” no permite más, pero obsérvese que los únicos momentos en que la tan cacareada “resistencia a la restauración derechista” cobro una forma real fue allí donde los dirigentes pegaron el faltazo, como las movilizaciones de mayo contra la LUC, o los caceroleos, mientras los que se angustian contando artículos llamaban a confinarse bajo siete llaves y dejar la lucha para cuando escampara.

Existe un amplio espectro de militantes que identifican a la LUC como un programa indivisible. La votación en la Intersocial vuelve a golpear a una burocracia ostensiblemente averiada: 27 votos por el referéndum total, contra 12 por el parcial y 6 que se plegarían a la posición mayoritaria.

El descuartizamiento de la LUC es una operación que responde a una estrategia política general. Este conservadurismo tiene por objetivo obstruir una confrontación abierta contra el régimen. Si es cierto que la LUC representa el programa de la oligarquía ¿cómo es posible que no se contraponga un programa antagónico sino apenas modificaciones que cada vez achican más su espectro?

Nuevamente se ha pospuesto una definición, lo cual no deja de clarificar quien es quien en todo el debate.

El próximo miércoles va a existir otra reunión, la única razón para seguir posponiendo una resolución siendo que es muy nítido para cualquiera que la mayoría es partidaria de un referéndum total tiene que ser una seria advertencia para todos los activistas. En las 72 horas que tenemos por delante la dirigencia adicta al FA va a desplegar todos sus recursos para chantajear o vaciar la convocatoria. La burocracia no tiene la manija, apunta a transformar crecientemente esta coordinación en un campo de litigió para luego justificar su disolución.

Basta de palabras / Salgamos a la cancha.
Abajo la LUC, la reforma jubilatoria del FMI y el presupuesto de ajuste.

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Author: Camilo Márquez