El triple crimen de los infantes de marina: todo el mundo boca abajo

El asesinato de los infantes de marina en la base de la fortaleza del Cerro el pasado domingo generó una enorme repercusión social y política.

Faltaban las armas de reglamento de los militares, pistolas Glock 9mm que tienen un costo elevado en el mercado negro. El ministro García que se hizo presente en el lugar expresó que no se descartaba ninguna posibilidad. Lo mismo reiteró luego Lacalle en conferencia de prensa. Esto enrareció un clima que ya venía viciado desde las redes sociales alimentando una hipótesis que no salía de las bocas de las autoridades pero que se deslizaba: la de que tras las ejecuciones estuviera operando un agrupamiento político, vinculado o no a grupos guerrilleros de los años 70. Lo que no se decía desde el poder se manifestaba abiertamente en las redes. Estábamos frente a una operación.

Mientras tanto se sucedían las declaraciones, tanto de jerarcas y partidos de gobierno como del Frente Amplio. En paralelo se producían otras muertes violentas, femicidios e infanticidios en una jornada particularmente negra, lo que permitió a todo el país apreciar la dualidad de criterio por parte del conjunto de los partidos políticos que con celeridad emitan comunicados condenatorios y hacían profesiones de fe democrática respecto al triple crimen del Cerro.

En tal sentido el FA expresaba el mismo 31 su “absoluto respaldo a la institucionalidad republicana” y abogaba por “una investigación profunda”.

EL PIT-CNT manifestaba “su hondo pesar y alarma por el incalificable asesinato (…) fueron brutalmente ejecutados con disparos en la cabeza, en una práctica que hace presuponer la participación de un grupo de crimen organizado.”

Y también demandaba de las autoridades “la más pronta y acuciosa investigación de los hechos”

“En conjunto con todo el resto de la población de nuestro país, hacemos nuestro el Duelo Nacional de tres días anunciado por el Poder Ejecutivo y hacemos votos [?!?!] porque nuestra sociedad sea capaz de sanar en paz y democracia esta afrenta a la convivencia nacional con total apego a la legalidad y la justicia.” (ídem)

Todos tocaban la misma partitura.

El caso se resolvió 48 horas después. El asesino, un adicto a la pasta base conocía a sus víctimas, por eso entró sin forzar puertas. Espero a que uno se durmiera para quitarle su arma con la que perpetró las ejecuciones.  El acusado integró la Armada desde 2014 hasta marzo de este año cuando fue cesado: “Como sabía la operativa del lugar, conocía que dos personas se quedaban en la parte anterior del lugar y en un cuartito descansaba otro” contó Morales, la fiscal del caso.

Los pronunciamientos políticos del “campo popular” ya eran improcedentes antes de aclararse el caso, pues concedía a un estado que no puede garantizar ninguna imparcialidad una potestad objetiva. La dulcificación de la justicia, y la referencia a la “legalidad” en el marco de un régimen de clases antagónicas es sencillamente inadmisible.  Es esa misma justica la que no investiga los crímenes de lesa humanidad ni procesa a los genocidas. El comunicado de la burocracia que hace votos, se transformó en una grotesca caricatura cuando se confirmó que no existía ninguna banda de narcotraficantes que se dedicara a dar mensajes mafiosos al gobierno.

El crimen revela la descomposición del régimen social algo que en ambos pronunciamientos brilla por su ausencia. La patraña de que iban a imponer respeto y ejercer la autoridad queda expuesta en apenas tres meses de gobierno. En el marco de la descomposición capitalista, que se agrava día a día, todo ese discurso policial y represivo es para la tribuna, pero es impotente.

Por otro lado, del mismo modo que quisieron usar el crimen con fines políticos, van a usarlo para apoyar el salto represivo. Gatillo fácil, etc. Utilizan la conmoción social para reforzar el aparato represivo. Esa policía fuerte y que ejerce la autoridad, que remite al modelo yanqui, es la que está en la picota en EE.UU. hoy.

La centroizquierda ha comprado un relato al gobierno que los descalifica como oposición. Los que sugerían que detrás de esto operaban fuerzas antigubernamentales no tienen credenciales democráticas, son los que han apoyado todos los golpes del pasado y del presente, Zelaya en Honduras, Lugo, Dilma, Evo Morales, por nombrar los últimos. Conceder a esa derecha en cualquier terreno es inadmisible.

El gobierno desarrolló un macartismo de baja intensidad al cual el FA se plegó sin cortapisa.

Este episodio no debe ser subestimado ni pasado por alto. La capitulación política no es de “relato” sino concreta, el FA viene de votarle a la derecha el 50% de la LUC, no es un respaldo puntual, sino que se ha asociado a la coalición gobernante. Tenemos un desplazamiento a derecha sin interrupciones.

Hay que sacar todas las conclusiones.

 

[Al cierre de esta nota era destituido el comandante de la Infantería de la Marina, capitán de Navío Marcos Saralegui]

 

 

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Author: Camilo Marquez