Gaza y Dresde: el descaro de los carniceros sionistas

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Pocas veces se ha visto la proclamación de borrar del mapa a un pueblo entero como estamos presenciando en estos días. La cadena Británica Sky News entrevistó al ex primer ministro Israelí Naftali Bennett quien en un acalorado intercambio con el periodista ante la pregunta sobre cómo Israel garantiza la protección de los civiles en los hospitales de Gaza, respondió con las siguientes palabras: “¿En serio continúas preguntándome sobre los civiles palestinos? ¿No has visto lo que está pasando? Luchamos contra los nazis.” “Cuando Gran Bretaña luchó contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, nadie preguntó qué estaba pasando en Dresde. Los nazis atacaron Londres y tú atacaste Dresde. Por lo tanto, qué vergüenza si continúas con esta narrativa falsa”. Esta referencia a Dresde ya había sido utilizada por la embajadora Israelí en el Reino Unido, Tzipi Hotovely, quien recordó el bombardeo de esa ciudad en el fin de la Segunda Guerra Mundial insistiendo displicentemente que las bajas civiles son inevitables.

El sitio de noticias británico The Grayzone denuncia que la Agencia norteamericana The Associated Press ha eliminando “silenciosamente” de una editorial los señalamientos donde revelaba que altos funcionarios israelíes “comparan con orgullo su bombardeo de la Franja de Gaza con el bombardeo aliado de Dresde”, lo que constituye “una violación de manual de la ética periodística”. Una muestra de “la presión constante de los medios tradicionales para restar importancia a los impactos del asedio de Tel Aviv a más de dos millones de palestinos.” La denuncia es pertinente sobre todo porque el sionismo no ha ocultado para nada su propósito de exterminar a los gazatíes y arrasar la Franja de Gaza.

El bombardeo aliado sobre la ciudad alemana de Dresde fue de las más controvertidas de toda la Segunda Guerra. Fue una operación conjunta de la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos que empezó el 13 de febrero de 1945. El cálculo más cauto indica que costó la vida de 25 mil civiles. Diversos historiadores señalan que fue una acción innecesaria y cruel, inútil desde el punto de vista militar. El ejército Alemán ya había colapsado en ambos frentes: “Dresde fue una gran llamarada. La llama destruyó todo lo orgánico, todo lo que pudiera quemarse”, cuenta un prisionero de guerra que sobrevivió al bombardeo. “No había nada más que minerales. Las piedras estaban calientes. Todos los demás en el vecindario estaban muertos” (BBC)

El historiador Donald Miller escribió sobre la pesadilla desatada por el asalto aéreo aliado: “Los zapatos de la gente se derritieron en el asfalto caliente de las calles, y el fuego avanzó tan rápidamente que muchos quedaron reducidos a átomos antes de que tuvieran tiempo de quitarse los zapatos. El fuego derritió hierro y acero, convirtió la piedra en polvo y provocó que los árboles explotaran por el calor de su propia resina. Las personas que huían del fuego podían sentir el calor en la espalda y quemarles los pulmones”.

Con todo, la masacre sobre los palestinos tiene un nivel de perfidia superior, ambos bombardeos son esencialmente reaccionarios pero en Gaza no hay realmente un ejercito, sino una población desarmada, privada de alimentos, energía o agua potable. Más que a Dresde la situación se asemeja a Guernica, la ciudad vasca bombardeada por la Legión Cóndor de Hitler durante la Guerra Civil Española. O la masacre del Nazismo de 1942 contra los habitantes de Lídice, un pequeño pueblo checo en que fueron exterminados todos los varones de entre 14 y 84 años en represalia por el asesinato del dirigente Nazi Reinhard Heydrich. En Gaza Israel ya asesinó a 1.800 niños. El sionismo hace palidecer a las SS.

“Los intensos bombardeos israelíes han continuado desde el aire, el mar y tierra”, sostuvo la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), el principal organismo de la ONU que opera en Gaza.” (Deutsche Welle)

“Estamos imponiendo un asedio total a Gaza. Sin electricidad, sin alimentos, sin agua, sin combustible. Todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuaremos en consecuencia”, fueron las palabras del ministro de defensa sionista para arengar a la tropa. Israel utiliza fósforo blanco que incendia cuerpos y edificios, creando llamas que no se extinguen al contacto con el agua, un recurso con el que los aliados aún no contaban hace 75 años. La cantidad de palestinos muertos se acerca a los cinco mil. Israel está atacando no sólo la Franja sino también objetivos en Siria y Líbano. Al mismo tiempo Estados Unidos anunció que reforzará su presencia en la zona. Con una incursión terrestre entre paréntesis es de esperar que los ataques aéreos continúen y se intensifiquen.

El “derecho a la defensa”que el sionismo y la OTAN reclaman para Israel se ha revelado como una completa impostura y un medio para encubrir la barbarie y el exterminio de un pueblo.

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Author: Camilo Marquez