El Comité Central israelita del Uruguay ha iniciado una persecución contra manifestantes que el 8 de marzo durante la gigantesca movilización por el día internacional de la mujer trabajadora, marcharon denunciando la masacre que el estado sionista viene perpetrando contra el pueblo palestino. La mira se ha centrado sobre un grupo específico “En el video se puede ver un muñeco, que algunos decían que era el presidente de Argentina Javier Milei mientras que otros señalaban que se trataba de una mujer, con una estrella de David dibujada en la frente atravesada por una lanza en medio” (el Observador). La movilización contó con innumerables muestras de solidaridad con Palestina.
Roby Schindler, presidente del Comité Central Israelita presentó una denuncia penal contra las activistas ante la viralización de las imágenes. Como la sombra que sigue al cuerpo el hasta ayer ministro de Defensa Javier García, ahora senador, impulsó una moción para que el senado se pronuncie contra “los actos de odio, discriminación y antisemitismo”. El oficialismo aprobó la declaración sin fisuras y el Frente Amplio acompañó todo el texto, con una salvedad: la parte que establecía la oportunidad de “perseguir y condenar” por parte de la Justicia estos actos (Subrayado).
Los reparos, son interesantes. Según José Carlos Mahía, coordinador de la bancada del FA “Si ya existe denuncia penal sobre el tema no es necesario que el parlamento le diga a la fiscalía que hacer”. ¿Que tal? Se trata de un señalamiento formal para que el titular no sea que gobierno y FA votaron en bloque, aunque realmente sea lo que ocurrió. Para Mahía y el FA la denuncia “va”.
Luego de un cuarto intermedio para negociar un acuerdo, la moción se votó por frases.
La primera se aprobó por unanimidad (25 votos en 25 senadores presentes), y dice: “El Senado declara su más enérgico repudio a toda expresión, de cualquier tipo, basada en el odio, la discriminación y el antisemitismo”. (Subrayado)
La segunda frase también fue aprobada por unanimidad (29 en 29), y dice: “Así mismo señala que este tipo de incitaciones está expresamente prevista como delito en el código penal” (idem).
Este comportamiento no debe sorprender, el entrelazamiento del FA con el sionismo es profundo. Sobre el final del último gobierno de Tabaré Vázquez Uruguay adoptó la definición de antisemitismo fabricada por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (Ihra, por sus siglas en ingles). Fue el primer país de América Latina en suscribirlo. La Ihra es una institución financiada por el imperialismo. La definición establece que antisemitismo es “una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas (sic) y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”. Dentro de las “instituciones” incluye al propio Estado de Israel. En pocas palabras, declara la lucha contra el estado sionista como judeofobia, un adefesio, por que ni siquiera toma en cuenta la diversidad de los propios judíos.
La importante movilización en solidaridad con Palestina del pasado 29 de febrero contó con las firmas entre sus convocantes del MPP, el Partido Comunista y el Socialista. Todos ellos acompañan ahora un respaldo a la persecución contra quienes denuncian la masacre que lleva adelante Netanyahu contra Gaza. Se trata de una complicidad sin reparos con la destrucción y expulsión de todo el pueblo palestino. La estafa política no podría ser mayor.
La votación del senado donde todos los partidos han hecho causa común, debe leerse en el contexto en el que se da. El blindaje al estado sionista en medio de una carnicería sin final a la vista, y con una invasión terrestre en ciernes al último rincón de Gaza. Significa una complicidad y un espaldarazo a esa incursión.
Este contexto internacional debería bastar para que cualquier legislador de izquierda vote en contra de una moción presentada como “asunto político” e inspirada en una movilización del día internacional de la mujer trabajadora. Un representante de izquierda debería no solo no acompañar tal cosa sino tomar la palabra para dar su apoyo IN-CON-DI-CIO-NAL a quienes se movilizan y utilizar el micrófono para denunciar el estado en el que se encuentran más de dos millones de personas, sometidos al hambre, la escasez de agua, la falta de medicinas, el cólera y la degradación sin límite. Transformar la sesión en un alegato contra la barbarie capitalista y convocar una gran movilización que ponga fin a la guerra de exterminio y el sometimiento del pueblo palestino.
La condena a un “antisemitismo” en abstracto es un pretexto para acompañar una declaración de apoyo político al estado sionista de Israel. No está en debate el antisemitismo ni el holocausto judio, si fuera éste el caso, el propio gobierno que impulsa la moción no tendría autoridad para hacerlo, pues alberga en su interior a verdaderos fascistas, abiertos o encubiertos (Cabildo Abierto). Esta declaración y su celeridad tienen que ver con la alineación incondicional de todo el régimen político (no solo el gobierno) con el imperialismo y la limpieza étnica en curso.
Abajo la persecución
La votación en senadores tiene un alcance estratégico. El sionismo intenta pasar a la ofensiva porque desde el punto de vista popular está quedando aplastado. Las movilizaciones en apoyo a Palestina son cada vez más numerosas, incluso en la última ceremonia de los premios Oscar esta simpatía se ha hecho ver.
Redoblemos la movilización. Viva la rebelión del pueblo palestino.
