Martínez-Lacalle, macristas tardíos

Publicado en el semanario Voces el 4 de abril

Argentina se encuentra sumergida en una crisis económica mayúscula. Dado la enormidad de la misma lo que se debate en voz cada vez más alta es si Macri llega a octubre, es que su base de sustentación lo ha ido abandonando sucesivamente. Según la prensa especializada el presidente pende de un hilo, específicamente el que marca el precio de la moneda americana, algunos ponen como límite los $50 pesos argentinos por dólar, llegados allí significaría la liquidación del gobierno Cambiemos. Eso desde el punto de vista financiero.

A esto hay que sumar el derrumbe del consumo, la desvalorización del salario y las jubilaciones y una masa de desocupados que alcanza casi los dos millones, la frutilla es una pobreza que supera el 30%, podemos decir que el horno está para bollos.

Según algunos observadores, una parte importante de la burguesía ha posado su mirada en Roberto Lavagna (ex ministro de Duhalde), quizás mas macrista que el propio Macri, pero todos estos virajes aún están en veremos, es que el efecto disolvente de la crisis refracta a la interna de todas las formaciones políticas de la burguesía porteña. Argentina es un polvorín, en el cual no está claro aún un recambio político que aplaque esta acumulación de contradicciones.

La situación argentina ha tenido su lugar en la campaña electoral de nuestro país. Primero se intentó importar el concepto de “grieta”, que resultó artificial, porque las divergencias entre Blancos y Frente Amplio no se manifestaron en ningún problema candente, y en las que antagonizaron circunstancialmente se resolvieron por medios indoloros, mostrando, por ahora, la estabilidad del régimen político uruguayo. Haciendo esta salvedad, que no es menor, en cierta forma los carriles por los que corren Uruguay y Argentina son gemelos. Hace unos días un intercambio en twitter entre Lacalle y Martínez, recogida por algunos medios, resulta ilustrativo: “Daniel Martinez comparte nuestra propuesta de shock de austeridad”, Martinez le respondió el tweet condescendientemente y sin desmarcarse. En otras palabras, el hecho grafica la convergencia. Ya nadie discute que tienen la misma hoja de ruta. Se hicieron macristas cuando de este sólo quedan los despojos.

En igual sentido hay que anotar el acuerdo nacional que existe en torno a la suba de la edad jubilatoria. Blancos y frenteamplio son mellizos del argentino y del brasilero Bolsonaro, que se encuentra comprando votos en el congreso (su partido es ultra minoritario en ambas cámaras) para enchufarle a los trabajadores un plus de explotación (62 años las mujeres y 65 los varones) que vehiculice a las patronales una mayor tasa de explotación. El FMI plantea disminuir el monto de las jubilaciones y alargar la edad de retiro del trabajador para garantizar el pago de las deudas externas usurarias y truchas.

Esta “coincidencia” entre oficialistas y opositores, no ha producido ni una línea (no digamos ya acciones) de repudio del secretariado del PIT-CNT, ¡UN ESCANDALO! Los burócratas subordinados al FA preparan el terreno para convocar a votar a los que coinciden con el Shock económico de la derecha “restauradora”.

América Latina es un volcán y el horizonte internacional es tormentoso. En Uruguay, Argentina y Brasil existe un vacío político entre los explotados que las fuerzas clasistas y luchadoras deben llenar, pero en una forma política concreta: construyendo un gran partido obrero. El carácter derechista de los candidatos de los principales partidos, plantea un desafío y oportunidad para la izquierda en nuestro país.
Para enfrentar el ataque a los salarios y jubilaciones y para que la crisis la paguen los capitalistas, los trabajadores deben tener sus propios candidatos.

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Author: Camilo Márquez