Diferentes sectores de izquierda se han visto conmovidos por lo que caracterizan como un ascenso del “fascismo” producto del resultado electoral del pasado 27 de octubre. El más difundido, por lejos, es un texto impulsado por la plataforma digital Hemisferio Izquierdo “Carta abierta a las izquierdas” que recoge adhesiones individuales llamando al voto por Daniel Martínez en el ballotage del 24 de noviembre próximo. En estas horas la carta es suscripta por unas trecientas personas de los más variados ámbitos, destacándose la docencia, la universidad, el periodismo y la cultura.
Estamos en presencia de un debate relevante, por la cantidad de interesados y por el alcance político de las posiciones en juego.
Alternativa
La primera vuelta ya ha revelado que un importante sector de izquierda clasista o combativo han aceptado sumarse al voto por Martínez. Los guarismos de la izquierda por fuera del FA a quienes está dirigida la carta no aparecen, a priori, como decisivos. Los compañeros afirman que:
“Luego de tres gobiernos, quienes militamos a nivel social o político fuera del FA no hemos logrado construir una herramienta política que nos permita organizar los anhelos de cambio en una perspectiva socialista”
Además, dicen que los últimos 15 años el FA alivió las penurias de la población a la vez que “legitimó” la administración del capitalismo con un pretendido rostro humano. También lo responsabilizan por abandonar la transformación “radical” de la sociedad y de caer en una “práctica política pragmática y posibilista”. Y algo más, según los compañeros esto:
“…colaboró con el corrimiento hacia la derecha de todo el mapa político nacional registrado en las últimas elecciones.” Que no es poca cosa.
Pero el texto es un llamado a votar por el FA por tanto todas estas constataciones tan severas deben ser dejadas a un lado, pues enfrente esta la derecha liberal (sic) aliada a “sectores filo-fascistas”. Hasta aquí hay muchas formulaciones que buscan un golpe de efecto, formulaciones vagas y fuertes en porciones iguales.
En realidad, quienes impulsan la carta se han negado a construir nada. No es que no “han logrado”. Tuvieron 15 años y no rompieron nunca públicamente con el FA, ni plantearon construir una organización política independiente. Ahora afirman que “no pudieron” poniendo en la misma bolsa a quienes si intentaron y a quienes no han movido un dedo por tal cosa.
La parte realmente negativa de la carta es la que afirma:
“No creemos en el principio del “cuanto peor, mejor”. Lo que vemos en todas partes, y muy cerca, a nuestro lado, es que cuanto peor, peor” (…) “No da lo mismo”
La perfidia es significativa porque en cuanto a poner las cosas peor, el gobierno del FA está dando un curso acelerado. El ministro Murro ha enviado un proyecto de ley para reventar la ultraactividad de los convenios colectivos, subordinándose a la presión de las cámaras empresariales, mientras la cúpula del PIT-CNT integrada casi en su totalidad a la orgánica de las diferentes fracciones del oficialismo chifla para arriba y se cruza de brazos. Si el ejempló no alcanzará, ahí está el primer hombre nombrado para un futuro gabinete de Martínez, Gustavo Leal desparramando a quien quiera escucharlo que va a reforzar la guardia republicana y montar bases de operaciones para fortalecer la presencia de ese cuerpo de represión en el interior. El FA le ha dejado a la derecha una fabulosa maquinaria de represión en todos los terrenos, desde el legal al territorial y el tecnológico.
¿Entonces quien impulsa el “cuanto peor, mejor”, compañeros? La insinuación no es un argumento sino un insulto. El slogan ha sido utilizado siempre contra la izquierda desde los poderes del Estado contra la protesta, las huelgas, las movilizaciones. Sin ir mas lejos fue el argumento usado por Mujica contra la huelga municipal de 2010, esa que Ana Olivera reventó con los milicos y los servicios esenciales:
“Estamos ante un conflicto de naturaleza política hace años. Su finalidad es mantener permanentemente el conflicto como método de desgaste de la fuerza política que encabeza la Intendencia. (…) Toman naturalmente de rehén lo que tienen más a mano, el pueblo montevideano, que paga sus salarios con impuestos, y en vez de limpiar la ciudad su preocupación es la agitación desmoralizante” (…) “Obviamente, en su percepción política buscan ganar algunos incautos y desconformes frentistas, inevitablemente. Pero en el fondo, persiguen que la derecha gane en la capital. ¿Por qué? Porque en su manera de pensar, en su análisis político -hablamos de militantes políticos- el interés es sacar de la escena a la izquierda amortiguadora, a esta izquierda que quiere con bonhomía que el país marche, porque necesitan radicalización. Cuanto peor le vaya a la suerte de la gente, va a ser mejor para su avance político”
(Montevideo Portal 10.12.2010)
Quienes redactaron el texto saben perfectamente lo que dicen, han decidido tomar prestado del arsenal de la reacción las habituales calumnias contra todos los luchadores en cualquier parte.
Cuanto peor mejor es la línea del gobierno, quien extorsiona con el cuco de la derecha mientras él mismo hace la tarea sucia para mostrar al capital que no hay necesidad de recambio como en el resto del continente. Quienes hemos sido su oposición por izquierda durante los tres últimos lustros luchamos por una salida a la crisis de ese capitalismo.
Retirada estratégica
“La candidatura y el programa de Martínez- Villar no son los nuestros, pero esas son las condiciones históricas que están instaladas.”
El pasaje tiene el tufillo del fraude, a la vez que nos invita a votar a Martínez con la nariz tapada, deja sobre la mesa que HI tendría “otro programa”, desconocido para todos. En realidad, HI no tiene y no podría tener otro programa, ya que estos son patrimonio de los partidos políticos, cosa que los compañeros rechazan construir.
Este tipo de razonamiento capitulador no considera que las condiciones no sólo “están” o no, sino que también se crean, una forma es disputar la representación política de los explotados, dar la pelea por la independencia política en un partido propio, es lo que hizo el PT, en sus términos, durante esta campaña, las anteriores y entre medio de una y otra. Lo otro es un registro con el diario del lunes, para peor de una organización que no explicitó su voto durante las generales. HI es una organización que ha perdido la virginidad política llamando a votar al FA, en su versión más derechista ya que Martínez no tiene ni siquiera un “relato” izquierdista, todas sus incursiones mediáticas están en sintonía con las exigencias de las cámaras empresariales. Los compañeros de HI ni se molestan en presentar diferencias entre el hombre del FA y Lacalle Pou, simplemente porque les resultaría imposible encontrar alguna de envergadura. Por eso el texto es jabonoso, se desliza conceptualmente por la vía de los equívocos y las imprecisiones.
Quienes le criticaban al FA su “practica posibilista” son ahora quienes hacen suyo el “es lo que hay valor” y nos invitan a ser parte de este embellecimiento tardío.
El exabrupto contra la izquierda que no vive del presupuesto estatal es tan marcado que el pasquín infame Caras y Caretas premió este seguidismo pertinaz al FA reproduciendo gustoso la carta en cuestión. Si el texto fuera la mitad de criticó con el gobierno de lo que es con la izquierda, el portal de Grille no lo pondría en línea. Así han colocado a un numeroso contingente de militantes valiosísimos como colectoras del frente amplio. En otras palabras, si Hemisferio Izquierdo no existiera habría que inventarlo.
El documento que aquí criticamos debe ser comprendido como un salto cualitativo de un sector de la izquierda en su integración al FA. HI ha seguido las idas y vueltas de la izquierda del FA como la sombra al cuerpo, refleja el estado de animo de un sector de la academia. Es el fracaso de una estrategia de supuesta autonomía de las estructuras partidarias. Esta subordinación no va a disminuir sino a acentuarse en caso de un triunfo de la coalición multicolor. Nuestra lucha por el voto en blanco va en sentido contario. Si Martinez se impone en el balotaje buscará cogoberanar con la derecha. ¿Qué ocurrirá cuando producto de esta adaptación política sin atenuantes provoque la desmoralización de la izquierda y sus militantes?
El Frente Amplio es un factor de dislocación y desahucio de la vanguardia y la clase obrera, el progreso de la conciencia de clase y de la “perspectiva socialista” (sic) es incompatible con el frente de colaboración de clases, o mejor, es su principal obstáculo. Debe ser superado, esto es, derrotado.
En este sentido se enmarca nuestra lucha por el voto en blanco, en la lucha estratégica por la independencia política de los trabajadores.
Pretender que la izquierda se suba al barco en ruinas de una fuerza política en decadencia, que han boicoteado la lucha contra la impunidad, enviado tropas a cuidarle la espalda al imperialismo, pagado la deuda y preparado el terreno a los Manini y compañía, no es sólo un derrape cruel sino una invitación al suicidio político
Hice CASI el mismo análisis y llegué a las mismas conclusiones en un posteo publicado en mi FB el dia 5 de noviembre. No tengo nada con ver el PT, ni con el FA, ni actualmente con ningún partido político, soy un ex-FA desde hace muchos años y desde hace muchos años un observador independiente de la realidad política desde una perspectiva de izquierda, desde una perspectiva de clase.
Coincido con este análisis en términos generales y si quieren pueden ver mis dos posteos al repecto en https://www.facebook.com/WashingtonFerradas, uno del 5 de noviembre titulado NO VOTES POR MIEDO, VOTÁ POR CONVICCIÓN y otro del 10 de noviembre, titulado EL FRENTE AMPLIO SE ABRAZA AL FASCISMO, en el cual considero que hago caer en forma estrepitosa el argumento de que si los militantes de izquierda extra-frente no votamos al FA sobrevendrá un terrible avance del fascismo. Mi tesis es exactamente la contraria y presento pruebas del por qué: si gana el FA el fascismo tendrá vía libre para avanzar a pasos agigantados, y mucho más con el respaldo de la impunidad que le garantiza el FA a los genocidas de la dictadura.
Salud y Memoria!
Washington Fernández