El 25 de febrero se conoció que José Pedraza, autor intelectual del asesinato de Mariano Ferreyra y en prisión desde 2013, le fue otorgado el beneficio de cumplir la pena en su domicilio, a saber, un piso de puerto Madero valuado en 1 Millón de dólares.
Recordemos que Mariano Ferreyra, era militante del Partido Obrero, y que el día de su asesinato se encontraba apoyando la lucha de los trabajadores tercerizados del ferrocarril, trabajadores cuya burocracia sindical de la Unión Ferroviaria (UF), explotaba por medio de cooperativas truchas. El Partido Obrero, organizo a los trabajadores precarizados, que el día 20 de octubre de 2010 se disponían a efectuar un corte en las vías para paralizar la circulación en reclamo del pase a planta permanente y el blanqueo de todos los trabajadores contratados a través de estas cooperativas pertenecientes a la podrida cúpula de la UF. Cuando se disponían a llevar a cabo la medida fueron atacados por una patota de la UF, que como saldo produjo la muerte de nuestro compañero producto de un disparo de arma de fuego y las gravísimas heridas a Elsa Rodriguez, compañera uruguaya radicada en el país vecino y militante del Polo Obrero que se encontraba junto a Mariano en el momento del criminal ataque.
Luego de un largo juicio y una gigantesca batalla librada por los compañeros de Mariano se logró, en 2013, encarcelar a un número importante de involucrados, no sólo de la patota sino también de policías que liberaron la zona para que el ataque dirigido contra los trabajadores tercerizados y militantes de izquierda se pudiera concretar.
Poco más de dos años estuvo quien fuera el vitalicio secretario general de la UF, hasta el momento mismo de su encarcelamiento. Quien no sólo se enriqueció gracias a su posición privilegiada dentro de la estructura sindical del aparato peronista sino cómo patrón, es decir empresario que obtenía beneficios producto de la explotación a la que sometía a quienes en teoría debía representar y defender.
Por primera vez, la cárcel era el destino de uno de los cabecillas de un crimen contra un luchador, pero los acuerdos del Macrismo con los K hacen que estos elementos sean las monedas de cambió entre los partidos patronales y las distintas burocracias que ofrecen sus servicios de contención social a cambio de garantizar la impunidad de los Pedraza y compañía.
La enorme tradición combativa del movimiento obrero argentino pondrá las cosas en su lugar. La sangre de un compañero es sagrada, y los asesinos como Pedraza no tienen otro lugar que la CARCEL COMÚN.
MARIANO, PRESENTE.