A instancias del Frente Amplio se han reunido este martes los principales dirigentes de esa fuerza política y los partidos de gobierno. Fernando Pereira (FA), Pablo Iturralde (Partido Nacional), Sanguinetti (Partido Colorado), Guillermo Doménech (Cabildo Abierto) y Pablo Mieres (Partido Independiente)
El propósito declarado de esta cumbre era el [de] “defender y recrear uno de los motivos que nos enorgullece y distingue en el mundo, que es la forma en la que nuestro sistema político procesa las diferencias. La defensa de la democracia, de los partidos políticos, de su relación entre sí y con la sociedad tiene para nosotros vital importancia.” (…) (Comunicado FA)
Luego del encuentro Pereira resumió: “…trabajar en la dirección de mejorar el clima de convivencia democrática, evitar agravios y descalificaciones y evitar acusar de cosas morales a las personas que militamos en política porque nos hace daño” (el Observador)
Sanguinetti no hizo causa común con estos llamados a la unidad en la divergencia. Ni bien terminado el conclave atacó directamente las movilizaciones contra la reforma educativa: “Los notorios excesos gremiales en el territorio de la educación (…) ese tipo de cuestiones son las que se deben tratar de aislar para que no se distorsione el debate” (El observador)
En sus propios términos Iturralde apuntó “(…) trabajar por el consenso de la reforma de la seguridad social que sabemos que es clave. Hay que decirles también a los movimientos sociales cuando están en la calle o cuando tienen actitudes como ocupaciones o agravios, hay que decir que eso está mal. Tiene que haber otra actitud del sistema democrático y confío en que haya un cambio de actitud del Frente Amplio” (Montevideo Portal). Iturralde se cura en salud porque desde la propia Comisión de Educación de diputados, presidida por el frenteamplista Nicolas Lorenzo se ha presentado hace ya una semana una propuesta para mediar en el conflicto de la enseñanza. (Telenoche 07/9). En otras palabras, es una fuerza política que se declara neutral entre los estudiantes que ocupan y el Estado que manda la policía a desalojarlos. Esto sumado a que el FA no ha manifestado ningún apoyo a las movilizaciones y se ha solidarizado con Robert Silva por el repudio que le dispensaron trabajadores, estudiantes y vecinos en la siempre irreverente Villa del Cerro.
El objetivo de Pereira y el FA era poner un parate a las denuncias e investigaciones con las que se revolean periódicamente a través de los medios. A los casos de corrupción y abusos de funciones se le ha colado por los resquicios el affaire Marset, el líder narco que recibió los favores de Cancillería para obtener un pasaporte en tiempo récord antes de hacerse humo. Este es el contenido político de la Cumbre de partidos auspiciada por esta oposición fingida.
“Creemos que el sistema político uruguayo tiene la madurez para alcanzar acuerdos. En seguridad social el Frente Amplio va a aportar lo que tenga para aportar cuando el proyecto definitivo entre al Parlamento”, sentenció el presidente del FA.
Así la reunión para defender la “forma de hacer política a la uruguaya” en un parpadeo pasó a un apoyo explícito a la reforma de la seguridad social.
Los improperios con los que diariamente los Schipanis y Bianchis cubren a los trabajadores y los sindicatos no tuvieron lugar en las declaraciones de los voceros de esta cumbre de la vergüenza y el cinismo. Como recogió un portal el oficialismo valoró la actitud “nueva y positiva” del FA y manifestó que espera que “se sostenga en el tiempo”.
Esta servidumbre diplomática ya está generando muestras de crisis interna: “Gol en contra”, escribió en mayúsculas el responsable de Movilización Social del Partido Socialista, Gerardo Rodríguez (El observador). Añadió que la instancia fue un “craso error”, y zanjó: “Si pretenden administrar el descontento, con las organizaciones sociales no cuenten”. Otros referentes juveniles de ese partido vinculados al movimiento estudiantil también han manifestado públicamente su desacuerdo.
El estado de derecho y convivencia “democrática” que defiende esta dirigencia es la de la intimidación permanente con la policía contra las ocupaciones, el de las provocaciones de las autoridades y las sanciones y persecución contra los activistas.
Por último: esta maniobra dejó en falsa escuadra el lanzamiento de la Intersocial, que se desarrollaba en el mismo instante. A su vez busca restringir el alcance político del paro del jueves 15, ya muy confinado a actividades ultra atomizadas de propaganda. La centroizquierda mediadora no puede encausar las luchas ni mucho menos llevarlas a la victoria, es un bálsamo para el sistema que opera para amortiguar y desahuciar la movilización y las acciones de lucha.
Es importante que aquellos compañeros que se identifican con el FA vayan hasta las ultimas consecuencias en la comprensión de estos acontecimiento y hechos políticos de primer orden. Hay por estas horas una escalada de conflictos que se van a sumar a los ya existentes. La pugna ya no es de pasillos ni de mesas de negociación. El Frente Amplio se rehúsa a entrar en el terreno de la pelea callejera, la dirigencia del PIT-CNT busca contener todo lo que puede, y a pesar suyo debe ir a un paro de 24 horas al que intenta encorsetar en acciones municipales y barriales por temor a una irrupción de conjunto de todas las luchas presentes y las que se incuban, que harán eclosión de todas maneras. En este marco hay que entender estas astucias de los partidos del régimen. Las circunstancias determinan las formas políticas de esa comunión de intereses entre oficialismo y oposición. Ambos están de acuerdo en dirimir el desenlace de la crisis en el campo electoral dentro de dos años. Los trabajadores no tienen dos años, las condiciones de vida se han deteriorado y se siguen deteriorando con velocidad, la pobreza aumenta, los salarios pierden frente a todos los indicadores. Los episodios de esta crisis van a continuar surgiendo, pero la crisis es una sola e internacional, los movimientos de los partidos domésticos en sus distintas variantes y las respuestas de los explotados, no pueden ser analizados en si mismos, sino que deben ser abordados con una perspectiva estratégica, esto quiere decir que debe ser puesto de manifiesto la necesidad de una salida socialista al impasse, la bancarrota y la guerra.
Contra todas estas componendas y maniobras desde el Partido de los Trabajadores decimos que los trabajadores sólo deben confiar en sus propias fuerzas. Llamamos a preparar la huelga general, para derrotar la reforma jubilatoria, la reforma educativa, contra la carestía, el desempleo y por aumento general de salarios. Esta es la pelea.
