Desequilibrio

Publicado en el semanario Voces el viernes 19 de julio


Las internas dejaron a los principales bloques de la oposición fortalecidos y a un oficialismo visiblemente averiado. Los blancos abrocharon su formula a velocidad luz con la autoridad del vencedor que se alzo con un 55% de los votos. Martínez, a decir de un periodista, le alcanzó con un par de días de “intensa desprolijidad” para destrozar toda la escenografía unitaria que habían armado las cuatro espadas de la fuerza de gobierno. Después de sembrar la confusión en cada lugar que pisó y de cabildear con los principales referentes de los sectores con peso, el candidato eligió como compañera a una ilustre desconocida. Lo del título-no título de Villar es anecdótico, el resultado mas inmediato de estos movimientos torpes de Martínez es la formación veloz de una entente entre Cosse y el PCU (reúnen el 50% de los votos de la interna). Queda por verse la conveniencia de excluir al MPP y el PCU, que de confirmarse sería una “ripley” del tejido de alianzas compuesto por el ex-intendente en el gobierno de Montevideo. A esto hay que sumar que Martínez tiene una base de sustentación precaria: el porcentaje que cosechó en la interna fue apalancado por casi trecientas listas colectoras, no controla siquiera su propio partido (PS, en manos del ala “ortodoxa”) y los sondeos de cara a octubre le dan todos por debajo del 40% al conjunto del FA.

Mientras tanto Andrade después de advertir sobre el peligro Bolsonaro-Macrista que nos acecha convoca a los asalariados a “votar en defensa propia”, una estafa política por partida doble porque Martínez va, entre otras cosas, por el aumento de la edad jubilatoria. A esto hay agregar que después de una década y media de gobiernos de FA las encuestas arrojan que Manini Ríos en este momento araña un porcentaje de dos cifras y relega a Mieres a un quinto lugar (lejos). La política de contemporizar con los mandos y sabotear la lucha contra la impunidad da como resultado la irrupción de una camarilla militar en el escenario: “Será una opción electoral más, que tendrá el apoyo que la ciudadanía decida que tiene que tener” Esto lo dijo el mismo Martínez el 14 de marzo pasado, dos días después de la destitución de Manini Ríos. El puntapié a la candidatura del alto mando militar lo dio nada menos que el propio oficialismo, que ahora chantajea con el cuco de la derecha. “El balance que hago es que veo una derecha unida, lo cual es un problema para el Uruguay, y veo un Frente Amplio que votó menos.” Dice Cosse en la misma sintonía. Pero hablar de unidad de la derecha es un exabrupto, por el contrario, con la aparición de Cabildo Abierto la derecha esta mas atomizada que antes.

Los trabajadores deben advertir la fabulosa maniobra que se está operando para entramparlos con ofertas de apariencia divergente. No existen desacuerdos sustanciales entre las fuerzas que se disputan el ejecutivo y el control del parlamento. Esta en su naturaleza como fuerzas patronales la necesidad de reforzar la explotación económica y el sometimiento político de la clase obrera.

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Author: Camilo Márquez