Del 8 al 11 de abril se realizarán las elecciones del sindicato bancario, con un particular interés en la votación del Consejo de la Banca Oficial, al que eligen alrededor del 50% de los afiliados del sindicato.
Hace dos años, la Coordinación para el Cambio obtuvo la presidencia de la banca oficial con 4 de los 11 cargos del consejo del sector público. Las listas 98 (Articulación, Partido Socialista) y 17 (Partido Comunista) reunían 6 votos, con lo cual lograban hacer mayoría, en tanto la 1955 (vinculada al MPP y el PVP) oscilaba entre ambos bloques, y en muchos aspectos de la campaña realizada en 2017 en defensa del Banco República le dio mayoría a la Coordinación para aplicar medidas de lucha. A fines de 2017, en las elecciones de las Comisiones Representativas de los bancos, la Coordinación logró un gran avance sobre todo en el BROU, como fruto de esa importante movilización: se conquistaron seis cargos (mayoría absoluta) y la presidencia de la Representativa del banco más importante y con mayor número de afiliados.
Tras las movilizaciones que frenaron los cierres de dependencias del Banco República, e impusieron el ingreso de nuevo personal, las listas que componen la mayoría de AEBU se abroquelaron para impedir más movilizaciones. Pese a ello, la Coordinación para el Cambio mostró en todos los bancos que impulsaba un método de consulta sistemática a los trabajadores (asambleas de base, juntas de delegados, asambleas de banco) que contrasta notoriamente con los métodos burocráticos de la lista 98. Baste mencionar que en la banca privada, donde la 98 tiene mayoría absoluta, hace 20 años que no se realizan asambleas generales. En la banca privada, existen múltiples negociaciones salariales, hace tiempo no existe un convenio único del sector, no digamos un planteo de unificación de todos los bancarios (públicos y privados).
Las elecciones de abril plantean la posibilidad de que la Coordinación mantenga la presidencia de la banca oficial, e incluso que pelee una mayor cantidad de cargos en el consejo de sector oficial, a costa de las listas oficialistas. No es un dato menor, si se tiene en cuenta que este año vence el convenio colectivo del sector estatal. Es claro que la vieja mayoría oficialista tiene un largo prontuario de negociar a la baja las conquistas. Lo viene haciendo al menos en los dos últimos convenios. En el último, se negó a convocar una asamblea general para votar la plataforma reivindicativa, y evitando toda movilización. La Coordinación para el Cambio ha colocado como eje de la elección la necesidad de un convenio que sea elaborado desde abajo, con asambleas en los lugares de trabajo, plataformas discutidas en asambleas por banco, y reclamando un piso salarial mayor. Se trata de un planteo que coloca la necesidad de la participación de las bases y de la movilización del gremio para terminar con los convenios a la baja y poner en primer plano las reivindicaciones del gremio.
La política del gobierno frenteamplista, que sin duda tiene en este punto un acuerdo fundamental con los partidos de la derecha tradicional, lleva a las privatizaciones, el trabajo precario, las tercerizaciones y la reducción del salario. Sea cual sea el gobierno que triunfe en octubre-noviembre, se vienen grandes luchas para los trabajadores. Contar con una dirección independiente del gobierno de turno, que confíe únicamente en la democracia sindical y la movilización de los trabajadores, es una condición para triunfar en esos combates que tenemos por delante.
Por ello, votar la Coordinación para el Cambio en todo AEBU, y en primer lugar en la banca oficial, es una obligación de todos los trabajadores que quieren defender al sindicato y avanzar en las conquistas.