Defensa irrestricta e integral de la seguridad social: La arremetida antipopular contra la seguridad social es inminente. La reforma en ciernes es expropiatoria de derechos y es parte central de la transferencia de recursos de la clase trabajadora hacia las minorías privilegiadas. El movimiento sindical debe rechazar sin concesiones el aumento de la edad jubilatoria, seguir luchando por la eliminación de la AFAP’S, reclamar el aumento de las jubilaciones y pasividades, defender el rol social del BPS y su política de ayuda extraordinarias para las personas con mayores vulnerabilidades.
También es fundamental preservar toda la atención que brinda el BPS en materia de salud y el tratamiento de defectos congénitos y enfermedades raras. Hay que problematizar la alta carga de subsidios y exoneraciones que recibe el capital mediante el no pago de los aportes patronales y los sobrecostos que genera el trabajo que se le hace gratis a las AFAP y otras instituciones.
Asimismo, es imperativo revertir el millonario déficit que implican las jubilaciones de privilegio de las altas esferas militares, con un sobrecosto anual que ronda los 500 millones de dólares.
La lucha contra la reforma de la seguridad social es de crucial importancia para defender el bien público y el bienestar de las grandes mayorías. En ese sentido el movimiento sindical no debe escatimar medidas de lucha, incluida la huelga general.