“Es hora de construir una alternativa real para combatir la falsa polarización que reagrupe a los trabajadores en oposición a todos los partidos del régimen”

Discurso de Andrea Revuelta, candidata a vicepresidenta. Acto de lanzamiento de campaña de la alianza Unidad Popular – Frente de Trabajadores. Viernes 15 de marzo

 

Buenas noches a todos quienes se arrimaron hasta esta convocatoria.

Como mujer trabajadora y militante por el socialismo, es para mi un orgullo estar presente en este acto y hacer uso de la palabra ante ustedes, como así también es una gran responsabilidad representar a las compañeras y compañeros que forman parte de la Alianza Unidad Popular – Frente de Trabajadores en esta campaña electoral, marcada por una falsa polarización entre derechistas y progresistas.

Desde la llegada al gobierno de Lacalle Pou y la coalición de derecha, los trabajadores y el pueblo viene siendo golpeado por medidas políticas y económicas brutales que no han hecho más que empeorar sus condiciones de vida.

Iniciando con la aprobación de la LUC, una verdadera declaración de guerra contra el pueblo, por la cantidad y variedad de aspectos modificados simultáneamente (476 artículos) que iban desde: aumentar los poderes e impunidad de la policía bajo el título de mejoras a seguridad pública, pasado por modificaciones al Código Penal y al Código de la niñez y la adolescencia, que consistieron en aumento de las penas y la prohibición de las ocupaciones (extensión del derecho huelga).4. El artículo 392 que dispone garantizar el derecho “al trabajo” de las empresas y los carneros, lo que significa limitar o prohibir el derecho de huelga consagrado en la Constitución.

La LUC impone un retroceso importante en el gobierno de la educación al barrer con los consejos desconcentrados, que contaban con una limitada participación docente, para someternos a ejecutores políticos como Robert Silva, hoy candidato del Partido Colorado. El autoritarismo, la persecución y la represión de la oposición docente y estudiantil era y es condición fundamental para imponer una reforma educativa regresiva, que está haciendo estragos, destruyendo contenidos y recortando los recursos a límites de subsistencia con el fin imponer los planes elaborados desde los organismos internacionales de crédito, en el marco del proceso de mercantilización de la educación.

También permitió los avances de una REFORMA JUBILATORIA que constituye un verdadero robo a los ingresos y a los ahorros de los trabajadores, para beneficiar al gran capital y a las patronales, a través de la creación de la comisión de expertos que instrumentó los cambios impulsados por el FMI y el BM.

Podemos decir que, a partir de la aprobación de la LUC, el gobierno logró establecer los principales objetivos que el capital tenía fijado para Uruguay, al menos con respecto a las grandes reformas que venían siendo negociadas por los gobiernos anteriores y que forman parte de reformas estructurales planteadas en todo el mundo.

Tanto la reforma de la jubilaciones como la reforma educativa, la restricción del derecho de protesta y el derecho de huelga, la flexibilización aún mayor de los controles financieros para favorecer el lavado y la evasión, la profundización de la reforma fiscal en beneficio de las multinacionales, la entrega de los recursos naturales y el patrimonio, las privatizaciones, y un largo etcétera, forman parte de un ajuste de cuentas con los trabajadores, una auténtica confiscación, un robo en regla de la riqueza generada por quienes producen y trabajan, para aumentar las ganancias y las arcas de los dueños del capital.

Ahora bien, frente a esta declaración de guerra contra los intereses de los explotados, la llamada oposición ha sido cómplice y colaboradora con esta política.

Desde el Frente Amplio, mientras algunos sectores acuerdan abiertamente con las medidas antipopulares planteadas en la LUC, otros dedican sus esfuerzos a frenar y contener la lucha proponiendo esperar una nueva instancia electoral en 2024. Para muestra basta un botón,mencionar que solo se impugnaron 135 artículos de los 476 de la Ley de Urgente Consideración es revelador.

Y hoy, con la REFORMA JUBILATORIA anti obrera ya aprobada, el plebiscito impulsado por sectores del movimiento obrero coloca una clara línea divisoria: estás con los intereses del capital o con los derechos de los trabajadores de hoy y de mañana.

No se puede conciliar entre estas dos posturas y nosotros estamos decididamente del lado de conquistar las firmas y ganar el plebiscito en octubre para incluir en la Constitución volver a la edad de 60 años, equiparar la jubilación mínima con el salario mínimo y la eliminación de la AFAPs, administradoras privadas de fondos que se embolsan los ahorros de los trabajadores de forma compulsiva gracias a la intervención del estado que desvía esos fondos a sus cuentas de inversión, lo que constituye un verdadero robo, hoy, de 1.400 millones de dólares al año.

Hay que desmontar cada una de las mentiras y cucos que lanzan enajenados contra los tres puntos que plantea el plebiscito, para desenmascarar de que lado están y que intereses defienden.

Con el plebiscito, los trabajadores enfrentan a todo el régimen del FMI y las variantes políticas para gestionar el estado. Nosotros estamos por una verdadera transformación de la sociedad y en ese camino, la defensa de las de los conquistas y derechos de los trabajadores y explotados es innegociable.

Con respecto a la TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA, al menos desde la década de los 90 se viene imponiendo, no sin una gran resistencia de docentes y estudiantes, las reformas mercantilistas que el imperialismo impulsa, tanto por gobiernos blanqui-colorados como frenteamplistas.

Recordemos que el decreto de esencialidad y la represión en Codicen en 2015 fueron obra de gobiernos frenteamplistas, fue Mujica quien dijo: Hay que hacer mierda a los sindicatos de la educación.

Como trabajadora y militante de los sindicatos de la educación, puedo decir con absoluta propiedad que hemos tenido que batallar duramente contra todas variantes del régimen, contra la liquidación de la educación pública, por presupuesto para la educación, por salario, por condiciones de trabajo. Hemos enfrentado la persecución, las sanciones, las amenazas, la arbitrariedad, la precariedad laboral, la inestabilidad y la superexplotación. Llevamos adelante dos grandes huelgas, en 2013 y 2015, y, decreto de esencialidad de mediante, combatida en las calles, como debe ser.

Desde la Unidad Popular – Frente de Trabajadores creemos que es una cuestión estratégica la defensa de la independencia de clase y del derecho de Huelga frente a todos los gobiernos patronales, sean del color que sean.

Ya durante quince años de gobierno frenteamplista, quedó claro el sometimiento a los mandatos del FMI, el impulso y los subsidios estatales a las multinacionales contaminantes, el avance de la concentración y extranjerización de la tierra, y también los ataques a la clase obrera y los estudiantes, con prohibición de huelgas y ocupaciones, y con brutal represión policial. No hubo “gobierno en disputa”, sino subordinación de las direcciones sindicales a un gobierno de la pequeña-burguesía fondomonetarista.

Es hora de construir una alternativa real entre lo malo y lo menos malo, entre dos variantes de lo mismo. Y para eso conformamos la Unidad Popular – Frente de Trabajadores, para combatir esa falsa polarización y para generar un polo de izquierda que busca reagrupar a los militantes populares y a los trabajadores en oposición a todos los partidos del régimen y sus más de 30 candidatos, quienes sin excepción, defienden en los hechos que sigan las Afaps, defienden la baja de impuestos y exoneraciones a las patronales, grandes capitalistas y zonas francas. Los autoproclamados progresistas, han sido parte de muchas de las propuestas que conquistó la coalición, apoyan las afaps, apoyan todas yuna de las plantas de upm, impulsaron los acuerdos multipartidarios en educación, aplicaron la reforma tributaria, fomentan la disminución de los aportes patronales, fomentan la ley de empleo juvenil y otras variantes de flexibilidad laboral y pérdida de derechos.

¡No queremos más de lo mismo!

¡No podemos aceptar más de los mismo!.

Solo la Unidad Popular – Frente de Trabajadores defiende un programa para cambiar esta situación.

Hay voluntad de lucha, sin dudas que la hay, porque los trabajares y el pueblo están hartos de postergación, hartos de esperar, están hartos de perder y perder y perder.

Para eso hay que superar el obstáculo que representan las propuestas “progresistas” expresadas por la burocracia sindical que nos dicen que la revolución y una sociedad sobre nuevas bases no es posible, que hay que conformar un bloque de “los cambios” con sectores progresistas, mientras asistimos al deterioro creciente y acelerado de las condiciones sociales de vida de nuestras familias y de la población en general. Una descomposición social sin precedentes que nos golpea en la cara día a día. Y entonces nos hablan de un gran diálogo nacional, de consensos y acuerdos… pero con quienes? ¿Con quienes se benefician de las políticas en cursos?

Y me pregunto: ¿Son los mismos sectores progresistas que han sido parte de las propuestas que conquisto la coalición, los que apoyan las afaps, los que impulsaron no 1, sino 3 plantas de UPM, los que sostienen el modelo sojero-forestal, los de los acuerdos multipartidarios en educación, los padres de la reforma tributaria, los que aprobaron la disminución de los aportes patronales, la ley de empleo juvenil?

¡Es momento de decir basta! No es una salida, tenemos que construir nuestra salida, una representación propia, incondicional, claramente delimitada de la burguesía y de sus seguidores.

Es momento de darle una oportunidad a otra forma de hacer política. Porque política viene de ciudad, ser ciudadano es resolver colectivamente sobre los problemas comunes, nos involucra a todos, no es una clase o una condición de algunas personas especiales sino una obligación y un derecho.

Es momento de darnos esa oportunidad para construir una alternativa con quienes se reivindican de izquierda y están dispuestos a la lucha consecuente. En este sentido, conquistar una bancada parlamentaria con un programa de izquierda y anticapitalista nos abre la oportunidad de contar con una tribuna de denuncia, de difusión, de propuestas que amplifique y potencie las luchas de los trabajadores en la calle, exponiendo las contradicciones y colocando en la vida púbica otro programa, otra forma y otro camino.

De un solo lado, del lado de los explotados ¡siempre! En todos los terrenos, en los sindicatos, en las organizaciones sociales, barriales, en las calles, reunidos codo a codo, actuando, pasando a la acción, acompañando y participando en las movilizaciones, en las huelgas, en las ocupaciones.

No quiero terminar sin referirme a la brutal invasión y genocidio del pueblo palestino, sometido a penurias inimaginables, hambruna, enfermedad, aislamiento en la mayor cárcel a cielo abierto que haya existido jamás, bajo los bombardeos y los fusilamientos en las colas para recibir ayuda alimentaria. Condenamos esta masacre, acusamos al estado sionistas y sus aliados de los asesinatos de miles de personas, la mayoría niños y mujeres, denunciamos al gobierno de Uruguay por su complicidad con esta barbarie y llamamos a todos los explotados del mundo a levantarse contra esta ofensiva criminal.Gracias compañeras y compañeros, a redoblar la lucha por poner en pie un a verdadera alternativa de la izquierda.

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Author: Redacción

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