La vertiginosa defunción de “La Alternativa”, decretada por el PI de Pablo Mieres, muestra que ese partido es cualquier cosa menos “Independiente”.
Esteban Valenti ha reaccionado muy enojado y denuncia que Mieres ya tiene un acuerdo con Lacalle Pou. Pero eso ya lo sabía Valenti antes de realizar el acuerdo. De hecho, lo confiesa cuando dice que Mieres había realizado declaraciones que anunciaban el voto al PN en segunda vuelta, y que su grupo “Navegantes” no cuestionaba ese pronunciamiento siempre y cuando pudiera realizar su propio planteo de votar en blanco o anulado en el balotaje.
De hecho, desde la firma de los acuerdos estaba claro que el PI se jugaba a integrar (de la mano de Lacalle y Sanguinetti) un futuro gobierno de coalición. El 22/11, Mieres declaró al semanario Búsqueda que esta vez iba a pronunciarse en la segunda vuelta (en 2014 se abstuvo de recomendar el voto a una u otra opción). El candidato del PI afirmó entonces que
“Los balotajes anteriores ya estaban jugados”, mientras que “Ahora siento que debo pronunciarme en una segunda vuelta, que efectivamente va a haber una segunda vuelta definitoria”.
Para que no quedara ninguna duda, Mieres dijo:
“Acá hay un eje central de la campaña que es entre continuidad y cambio: el FA es la continuidad y los demás partidos proponemos cambios”; “a la hora de la verdad habrá que evaluar qué es lo que está arriba de la mesa. (…) hay que evaluar cuáles son las ofertas y analizar en función de eso”. “Antes, el PI aspiraba a una banca en el Senado. Y ahora queremos gobernar”.
Cuando Esteban Valenti firmó el acuerdo con Mieres, sabía que el PI iba a impulsar una coalición con blancos y colorados: era un secreto a voces. Y él lo aceptaba. Ni siquiera planteaba una posible negociación con ambas opciones luego de la primera vuelta; se contentaba con votar anulado mientras Mieres negociaba con Lacalle Pou y Sanguinetti la conformación de un futuro gobierno de coalición. El reconocimiento de Guaidó como “presidente encargado” por parte de Mieres, no había levantado ninguna protesta de parte de los “Navegantes”. Esta postura de apoyo al golpismo de la derecha proyanqui, también es bien anterior a la crisis de “La Alternativa”.
La decisión del PI de romper con Valenti-Andreoli lo deja públicamente más alineado con la derecha, si cabe. El no poder tolerar que “Navegantes” anunciara un voto anulado muestra su decisión de ir a un cogobierno con la oposición de derecha. Un futuro gobierno de Lacalle-Sanguinetti-Mieres-Novick no significa ninguna salida, como ya muestran los Macri en Argentina y los Bolsonaro en Brasil. Sería un gobierno de ataque abierto contra los trabajadores.
El Frente Amplio también está operando su propio giro a la derecha, como lo marca la campaña de Daniel Martínez, que plantea la eliminación del derecho de huelga (contra ADEOM) como reclaman UPM y las cámaras patronales. Martínez también hizo declaraciones contemporizadoras con Manini Ríos y la derecha militar, llamando a “tender puentes”. Ya Dilma y Lula mostraron en Brasil la impotencia de ese centro-izquierdismo para enfrentar a la derecha. La única garantía contra la derecha reaccionaria y contra la pretensión de los capitalistas de descargar su crisis sobre los trabajadores, es la movilización independiente de los explotados.
Contra todos los experimentos marketineros, “La Alternativa”, la única alternativa, la pueden construir los trabajadores. Vení al PT, a construir esa alternativa política, que enfrente el ataque a las conquistas y nos prepare para luchar por un gobierno de trabajadores y por la unidad socialista de América Latina.