El 27 de octubre, junto a las elecciones, se realizará un plebiscito de iniciativa popular para introducir en la Constitución ciertas garantías respecto a la seguridad social. La papeleta blanca del SI surge por iniciativa de las organizaciones populares: el PIT-CNT, la FEUU, FUCVAM, organizaciones de mujeres.
Votar por la papeleta blanca del SI implica asegurar:
* El restablecimiento de la edad de retiro en 60 años, e impedir que futuros gobiernos vuelvan a imponer la extensión de los años de trabajo obligatorios para acceder a una jubilación.
* El aumento de las pasividades más bajas, llevándolas al nivel del Salario Mínimo, lo que implica un aumento inmediato de casi $ 4.000 para 308 mil jubilados y pensionistas. Esta medida tiene la virtud de poner un piso salarial común para activos y pasivos, e incentivar la movilización en común por el mantenimiento y aumento del salario mínimo.
* Terminar con la privatización de las AFAP, que es una estafa contra el trabajador. Las AFAP, en manos de los banqueros, descuentan un 22% de cada aporte que mensualmente se descuenta al trabajador, y se lo embolsan en concepto de comisiones y seguros, y con el 78% restante hacen inversiones que muchas veces no resultan en ganancias al fondo previsional sino que dan pérdidas. Por otra parte, el Banco Central establece las condiciones de la jubilación por el sistema AFAP (tasas de interés, comisiones, cálculo de expectativa de vida), lo cual ha provocado sucesivas rebajas a los trabajadores sin siquiera una ley, por simple resolución del BCU.
* Los futuros gobiernos no podrán empeorar la fórmula de cálculo jubilatorio establecida en la reforma de 1996, quiere decir que esas condiciones actúan como un piso que puede ser mejorado pero no rebajado. Esto anulará la rebaja de la fórmula de cálculo ya establecida en la reaccionaria ley de Saldain, restableciéndose el cálculo anterior, más beneficioso.
Tenemos una oportunidad de dar un mazazo a la estafa jubilatoria
Los banqueros dicen que la elección presidencial no es importante: es irrelevante quién gane de los candidatos con chance de llegar al gobierno, lo que sí les genera temor es el plebiscito popular, porque terminaría con la estafa que les permite lucrar con el ahorro forzoso del trabajador.
Las encuestas reflejan un elevado apoyo al plebiscito en la población. Los banqueros y las cámaras empresariales apuestan a asustar a la población con mil calamidades si se aprueba la papeleta blanca del SI. Y además cuentan con el apoyo de los cuatro candidatos de la derecha (Delgado, Ojeda, Manini y Mieres) y también con el ataque de Orsi y Cosse al plebiscito de los trabajadores. Apuestan a que de esta forma el pueblo sea arreado a votar contra su propio interés, y se imponga así la política de la banca usurera internacional. Juegan además con que hay una sola papeleta por el SI pero no una por el NO, con lo cual todo voto emitido que no incluya la papeleta blanca se computará automáticamente como una negativa (no hay abstenciones), aprovechándose de la desinformación que ellos mismos generan desde los candidatos y desde los grandes medios de comunicación.
Pese a todas estas tramoyas y este escenario tramposo, típico de la «democracia» de los ricos, la mayoría de la ciudadanía apoya los ejes de la papeleta del SI, por lo cual los trabajadores podemos triunfar, a condición de generar una gran movilización con independencia de los candidatos de las AFAP.
Un programa obrero
Los banqueros están desesperados porque pueden perder el control de más de 22.000 millones de dólares, que deberían ser puestos al servicio de un plan económico y social de la clase obrera, para construir escuelas, liceos y hospitales, obras públicas, y mejorar las condiciones de vida populares, en vez de ser aprovechado por el gran capital para su beneficio.
Es necesario eliminar todas las exoneraciones al gran capital de aportes patronales y de impuestos, que rondan el 7% del PBI, no solamente para financiar la seguridad social sino también para impulsar la industrialización y el desarrollo nacional. También es necesario equiparar los aportes patronales con los aportes personales: en casi todo el mundo el aporte patronal es igual o mayor al aporte obrero, mientras que en Uruguay es la mitad.
Defender el plebiscito
Los políticos dicen que la cuestión jubilatoria no debería ser materia constitucional sino de una ley. Omiten que ellos mismos establecieron en la Constitución que una ley jubilatoria no puede ser sometida a referéndum y hasta impide que un parlamentario impulse una ley en ese sentido (sin iniciativa del Poder Ejecutivo no se puede legislar en esta materia). Los banqueros ya se aseguraron que quien se siente en el sillón presidencial no va a enviar una ley que perjudique sus intereses. El futuro presidente (Orsi, Delgado) va a mantener el aumento de la edad de retiro, la miseria de los jubilados y la estafa de las AFAP, por eso es «irrelevante» si el inquilino de la casa de gobierno es Orsi o Delgado –la Torre Ejecutiva no cambia de dueño.
Una consulta al pueblo solamente podía tener la forma de un plebiscito constitucional. La burguesía y sus candidatos atacan el plebiscito, poniendo de relieve que la defensa de las mejores tradiciones democráticas recae enteramente en la clase obrera y sectores populares, haciendo vigente la frase artiguista de «mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana».
El Partido de los Trabajadores convoca a todo el pueblo trabajador a difundir el plebiscito y a votar la papeleta blanca del SI, así como también a votar la lista 1917 del PT en la UP-FT, para obtener diputados de los trabajadores, que denuncien a todo el régimen de los banqueros e impulse la movilización popular por las reivindicaciones de los explotados, sirviendo de preparación para luchar por un gobierno de trabajadores y por el socialismo.