La lista 98 (Articulación, PS) ha obtenido la presidencia de AEBU Banca Oficial, y la mayoría en ese consejo si suma votos con la lista 17 (PCU). La Coordinación por el Cambio, que obtuvo la presidencia en el sector público de los bancarios en dos elecciones consecutivas, sin contar con mayoría propia en el consejo, tuvo esta vez un retroceso y quedó como segunda fuerza.
La “Coordinación” no realizó una buena campaña electoral, y esa es una primera explicación del retroceso. Ocupada en las tareas de conducción, en realizar recorridas en asambleas de base, y seguramente subestimando la campaña que realizaban las listas de la mayoría del sindicato, recién a último momento se salió a buscar el voto de los afiliados. Sin embargo, este error no explica del todo el retroceso y el avance de las agrupaciones frenteamplistas.
El presidente del sindicato bancario, Elbio Monegal, declaró a La Diaria que “Evidentemente que el conflicto [de la banca oficial] no fue bien conducido y eso explica el resultado, el desencanto de la gente”; “Es un voto a la experiencia, a la sensatez, a tener una conducta de priorizar la negociación colectiva conjuntamente con la movilización [y] no hacer base sindical con el paro, sino tratar de buscar lo mejor para los trabajadores y priorizando siempre la negociación”(30/4). Según esta explicación, el voto sería porque la base sindical rechazó la realización de paros y apostó a la negociación. Sin embargo, los otros sindicatos estatales que no realizaron paros no obtuvieron nada, y están también sin convenio vigente. No se puede presentar a esa política como fructífera y exitosa.
Monegal oculta además su responsabilidad: la “Coordinación” mocionó convocar una asamblea general del gremio para unificar la lucha de todos los bancarios (públicos y privados) para luchar por el convenio, contra los despidos en la banca privada (Citi) y en defensa de los beneficios jubilatorios (Caja Bancaria) amenazados por la anunciada reforma jubilatoria del FMI. Desde el Consejo de Banca Oficial se hicieron propuestas para la movilización conjunta, que fueron rechazadas por la mayoría (lista 98). Es notable que Monegal afirme que “no hemos perdido puestos de trabajo” en la banca privada, cuando hay despidos y no sólo seguros de paro rotativos (que también implican un perjuicio para los trabajadores, en un contexto de grandes ganancias de los bancos privados).
La lista 98 hace 24 años que no convoca una asamblea general en la banca privada, y hace 13 años que no convoca una asamblea general de los bancarios. La dirección “sensata” aplica una metodología antidemocrática y burocrática. Cuando condujo la banca oficial, negoció convenios a la baja (pérdida de la escala de corrimiento salarial automático) y desconoció resoluciones de asambleas generales. Su connivencia con el gobierno del Frente Amplio llevó a un descrédito de los dirigentes de la 98 entre los trabajadores, incluidos los jóvenes que eran los principales castigados por la entrega de conquistas. En la lucha contra esa política de subordinación al gobierno frenteamplista fue creciendo la “Coordinación” en la banca oficial.
En 2017, la Coordinación para el Cambio obtuvo por primera vez la presidencia del Consejo de la banca estatal, pero sólamente consiguió 4 de los 11 cargos. Pese a ello pudo desarrollar un fenomenal conflicto en el Banco de la República, con la ocupación de la agencia Mercado Modelo durante 56 días y ocupaciones en otras dependencias en rechazo de los cierres anunciados por el directorio del Frente Amplio. Con la consigna “banco cerrado, banco ocupado”, la Coordinación llevó adelante un duro conflicto que enfrentó el ataque público de la 98, que se puso abiertamente del lado del gobierno: su presidente de entonces (Pedro Stefano) salió en la televisión responsabilizando del conflicto a los trabajadores y exonerando de responsabilidad al gobierno de Tabaré Vázquez y el directorio del BROU. El conflicto terminó con avances parciales aunque no un triunfo completo, pero el resultado fue que en las elecciones en el Banco de la República la Coordinación obtuvo por primera vez la presidencia y la mayoría en la Comisión Representativa de ese banco (6 cargos en 11). En las elecciones de 2019, la Coordinación logró mantener la presidencia en la banca oficial y obtuvo un cargo más (5 en 11), aún dependiendo de otras listas para lograr mayoría. Desde la conducción, impulsó las juntas de delegados mandatadas por asambleas de base, así como las asambleas generales. En julio de 2020 se llegó a realizar una asamblea general al aire libre en plena pandemia, y en octubre de 2021 convocó otra para definir cómo plantarse frente a la pretensión del gobierno de rebajar el salario, y proponiendo una plataforma para negociar el convenio. La lista 98 (junto a su ladero la lista 17) impulsaba la renovación del mismo convenio sabiendo que el gobierno de todas formas no iba a aceptar ese planteo, dejando por el camino muchas reivindicaciones de los trabajadores que estaban pendientes. La realidad es que el gobierno no ha firmado ningún convenio, e incluso ha denunciado y violado el convenio con la Federación Ancap (dirigida por el PS) que no pudo hacer cumplir lo acordado. Notablemente, el PS en FANCAP reclamaba el cumplimiento de las cláusulas en función de la ultraactividad (continuidad de las mismas pese a la caída del convenio), mientras que el PS de AEBU (y el PCU) hacían campaña contra la ultraactividad para generar nerviosismo entre los afiliados ante un convenio que ya estaba vencido hace un año (los convenios de Cofe y de la Mesa Sindical Coordinadora de Entes están vencidos desde mucho antes).
La “Coordinación” también impulsó la unificación de la movilización salarial con los demás trabajadores públicos, y en especial con la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, pero esto fue imposible: los dirigentes del PIT-CNT -que habían avalado las pautas salariales de rebaja ya en 2020-, se limitaron a manifestar su disconformidad con el ajuste por debajo de la inflación en enero de 2022 pero se negaron a aprobar ni media hora de paro. En ese contexto, AEBU Banca Oficial de todas formas lanzó un plan de movilización que generó paros y marchas con importante presencia de trabajadores, e incluso una marcha a Punta del Este a fines de febrero, sin lograr quebrar la rebaja salarial. A partir de esa movilización, fue imposible aprobar nuevas medidas de lucha, por la oposición de la 98 y la 17, y la decisión de la 1955 (MPP) de que el centro debía estar puesto hasta el 27 de marzo en el referédum, afirmando que la lucha salarial desviaba los esfuerzos del objetivo de un triunfo del SI contra el gobierno. La 1955 hasta ese momento había dado el sexto voto para aprobar algunas medidas. En este marco, en el último mes y medio la movilización decayó y no se logró revertir esta decisión, por lo que el ambiente en que se desarrolló la elección fue de cierto desánimo aunque no de un profundo bajón.
En el conjunto del movimiento obrero, la burocracia sindical del PIT-CNT ha instalado la tesis primero de que había que centrar todos los esfuerzos en el referéndum (al que al principio se oponía esa misma burocracia, o al menos sus sectores dominantes), y más en general ha pretendido que la clase obrera coloque sus expectativas no en su movilización independiente sino en un posible retorno del FA en 2024. En este sentido, la movilización de la banca oficial se realizó en un cuadro de desmovilización general y aislamiento, y las elecciones en cierto punto reflejan una victoria parcial de esa orientación frenteamplista, que siembra la desconfianza en las fuerzas del movimiento de masas y la expectativa en la salvación a través de las próximas elecciones.
Las elecciones bancarias muestran un relativo avance de las expectativas en el FA frente a los ataques del gobierno derechista, pero falta mucho para las próximas elecciones. Monegal vende la piel del oso antes de casarlo: frente a la carestía de la vida que erosiona los salarios, frente a la amenaza a la Caja Bancaria y toda la seguridad social, los trabajadores deberán apelar a los paros que la 98 rechaza. La política de negociación sin movilización y dejando por el camino conquistas, que expresa la 98 a cabalidad, no abre ninguna salida. En apenas seis meses habrá nuevas elecciones de Representativa en cada banco, y en apenas un año habrá nuevamente elecciones generales (ya que la dirección había postergado un año las elecciones que se debieron realizar en 2021).
La “Coordinación para el Cambio” debe rearmarse interviniendo con decisión tanto en la cuestión salarial como en la campaña contra la reforma de la seguridad social, y preparar una campaña electoral en noviembre en cada banco, buscando instalar comisiones representativas clasistas y antiburocráticas. Las recientes elecciones son apenas una foto: la película todavía no está concluida y depende de nosotros.