ADES MONTEVIDEO: ELECCIONES ESTRATÉGICAS

Las próximas elecciones de Ades Montevideo presentan una importancia estratégica. El sindicato de docentes de enseñanza pública de Montevideo ha sido desde hace un buen tiempo una referencia de lucha para los militantes clasistas en general. Con diferentes conformaciones y agrupamientos los sectores no oficialistas conducen el sindicato desde 2013, logrando la presidencia por primera vez en 2017 a través de la Agrupación Primero de Mayo que resultó la más votada dicho año. En este 2019 está en juego la conformación política de la Comisión Directiva y por tanto la relación del sindicato con el partido de gobierno en pleno año electoral -elemento para nada menor.

Ades Montevideo promovió en 2013 y 2015 dos duros conflictos -huelgas- por un presupuesto acorde a las necesidades de la educación. En ambos chocó contra la voluntad política de un gobierno frenteamplista que adscribe a las pautas marcadas por el FMI y no a un programa de izquierda que contemple las necesidades de las grandes mayorías. Ese programa impuesto por el gran capital -y aceptado por el ‘progresismo’- supone reducción del gasto social -educación dentro del mismo-, privatizaciones, flexibilización y precariedad laboral. Estos elementos son el núcleo duro de los planes de ‘reformas’ -verdaderas contrarreformas antieducativas- que avanzan por todos los subsistemas de la Anep y la Udelar. A ellos se ha opuesto sistemática y enfáticamente Ades Montevideo, logrando hacerlos retroceder por lo menos parcialmente.

Esa línea de Ades se ha extendido paulatinamente a nivel nacional, la Fenapes ha adoptado en varias ocasiones caracterizaciones y medidas de lucha que denuncian la política procapitalista del gobierno.

Sin embargo, a nivel nacional las corrientes oficialistas y burocráticas aún poseen la mayoría, pero la tendencia va en el sentido de ganar terreno para las corrientes antiburocráticas y clasistas. En ese marco, lo que suceda en Ades Montevideo será mirado con suma atención a nivel nacional. Un retroceso que suponga un retorno del oficialismo a la conducción como mayoría del sindicato sería volver a la parálisis y vaciamiento que Ades presentaba hace años atrás, trasladándose a la Fenapes y consolidando a los sectores menos deseosos de ‘hacer olas’ al gobierno.

En limpio: priorizando la fidelidad al partido de gobierno (el “bloque social y político de los cambios”) y no los intereses de los trabajadores de la educación pública, en este caso secundaria.

Esta elección supone decidir quiénes ocuparán las responsabilidades de directiva hasta 2021, período cruzado por la lucha presupuestal de 2020. Las políticas privatistas de Eduy21 y el recorte presupuestal recorren la agenda de los presidenciables con posibilidades de ganar en noviembre. El ‘silencio’ en algunos casos en explicitar la asignación de recursos para la educación y en cuanto a políticas educativas no presagia buenos tiempos precisamente. En otros, los planes para la educación auguran un ataque directo a las condiciones de trabajo, a los aprendizajes de los estudiantes y la libertad de cátedra. Gane quien gane los docentes tendrán que salir a pelear por presupuesto y en defensa de sus conquistas. Esto suma un elemento más al carácter estratégico de las elecciones de Ades, se define quiénes estarán a la cabeza del sindicato en este período crucial que se aproxima.

Andrés Mancioni

Natalia Leiva

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Docente de educación secundaria, militante de ADES Montevideo y del Partido de los Trabajadores.

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Author: Andrés Mancioni

Docente de educación secundaria, militante de ADES Montevideo y del Partido de los Trabajadores.