La crisis en Uruguay convierte a los jóvenes en “NI-NI”: ni trabajo, ni salario (ni perspectivas)

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¿En qué condiciones ingresan los jóvenes al mercado laboral?

En Uruguay, se siguen dando a conocer los indicadores y análisis respecto a salario, empleo y condiciones de vida, referentes al 2023 y primeros meses de 2024.

Los mismos, demuestran una situación especialmente crítica para los pocos jóvenes que habitan este envejecido país.

Uruguay es el país con mayor desempleo juvenil de la región: en torno al 24% de los muchachos y muchachas entre 18 y 24 años que busca trabajo, no lo consigue. Un guarismo muy elevado para la región; según la OIT, el promedio para América Latina y el Caribe se ubicó en torno al 15%.

Dentro de los ocupados, la situación no es mejor. La información que recoge el Semanario Búsqueda resulta clarificadora en este sentido: En 2023 hubo en Uruguay unos 347.000 trabajadores menores de 30 años que, en promedio, le dedicaban a la actividad laboral unas 36 horas a la semana por una paga de alrededor de $ 29.000 mensuales líquidos (a precios constantes de marzo pasado).1

Un cuarto de esos jóvenes trabajadores, quieren mejorar sus ingresos, que Búsqueda calculó en $21.000 (sobre la base de la Encuesta Continua de Hogares). Las salidas que buscan son múltiples, unos 27.000 quieren trabajar más horas por semana, pero no lo consiguen.

El salario mínimo es una condena a la pobreza extrema

Es importante señalar, que el salario mínimo en Uruguay es de $22.268, que una vez realizados los aportes a FONASA (sin hijos) y jubilaciones, queda en unos $17.900: menos que un alquiler promedio (un monto que desciende a $17.500 con hijos a cargo).

Esto es especialmente importante, si tenemos en cuenta que alrededor de la mitad de los 31.300 nacimientos en 2023 en Uruguay, poco menos de la mitad son hijos e hijas de madres entre 20 y 29 años2. Si se cruzan estas cifras con las de pobreza infantil, se puede empezar a inferir la relación entre el desempleo juvenil, los miserables salarios que percibe este sector de la clase obrera y la pobreza de un quinto de los niños que viven en Uruguay: un cuarto de las mujeres jóvenes que busca trabajo no lo consigue; si trabajan cobran un salario que no les permite garantizar que su hijo no pase hambre. Asistimos a una verdadera catástrofe.

A pesar de la retórica respecto a la creación de empleo y el aumento de la masa salarial, un 28% de los jóvenes que trabajan, lo hacen “en negro”, percibiendo un salario líquido que ronda los $12.000, muy por debajo de la línea de pobreza.

Estos datos cobran especial relevancia en el contexto actual, en el que la reforma de las jubilaciones que impuso el gobierno de Lacalle Pou con la complicidad del FA, agudiza esta perspectiva, tanto a nivel del desempleo como a nivel de los magros salarios e ingresos en los hogares.

Quiero escapar, gris es todo lo que hay…”

Los años 2000 estuvieron marcados por una brutal crisis económica, en la que el tándem gobierno-patronal, hundieron a los trabajadores en más de un 30% de pobreza (50% en el caso de la infantil y 46% en la juvenil). Esto no hubiese sido posible sin la complicidad de la burocracia sindical y el FA, quiénes se encargaron de desplegar una política de contención de la lucha obrera a partir de pactos y concesiones con el gobierno colorado de Batlle Ibáñez.

La generación de niños que nació en esos años, son los jóvenes que hoy en día viven como adultos, ataques a sus condiciones de vida y trabajo.

La incertidumbre y la falta de perspectivas, se manifiesta, por ejemplo en la intención de emigrar del país, que si bien tiene un carácter estructural, se agudiza en los períodos de crisis. En ese sentido, en 2022, según una encuesta de Cifra, de cada 10 jóvenes menores a 30 años, 6 manifestaban alguna voluntad de emigrar si se dieran las condiciones adecuadas y ese porcentaje actualmente es de 51%. Este número es mayor que en los años 2000, cuando la cifra oscilaba el 43%, lo cual coincide con la intención global de emigración que en 2003 era de 28% y actualmente es de 31%.3

De modo complementario, el impacto de las condiciones de vida es tan violento, que la tasa de crecimiento en Uruguay es negativa, manteniendo un mínimo aumento por la inmigración proveniente de países como Argentina, Venezuela y Cuba.

La desesperación, además, lleva a que miles de jóvenes hayan tenido intentos de autoeliminación, ataques de ansiedad y de angustia; el trágico saldo es que el suicidio es la principal causa de muerte en la población adolescente.

El capitalismo les ofrece a nuestros/as jóvenes hambre, exclusión y violencia…

Los partidos del régimen: entre el asistencialismo y los subsidios al capital

Se ha vuelto común entre opinólogos, periodistas y candidatos encontrar soluciones en apariencia sencillas a este complejo y estructural problema de la pobreza infantil/juvenil, a través de políticas asistencialistas, que requerirían una suerte de “compromiso” con el futuro del país.

El gran “reto” que se plantea, sería aumentar un porcentaje mínimo del déficit fiscal, lo cual se presenta como incompatible con el aumento de recursos destinados a la población jubilada que cobra $12.000. El presupuesto del Estado es una “sábana corta”, que “no da” para todos.

Sin embargo, esta falsa dicotomía no puede distraernos de lo siguiente: la precarización de la estructura laboral, la pérdida sostenida de salario y con él de poder adquisitivo, los despidos (como en el caso de “PedidosYa”), no se solucionan con una partida de alimentos.

Los planes que en apariencia impulsan la inserción laboral entre los 15 y los 30 años, enmarcados en la “Ley de Empleo Juvenil” de 2013 -“Trabajo Protegido Joven”, “Mi primera Experiencia Laboral”, etc- que terminan subsidiando a las patronales tanto de aportes a las jubilaciones, como parte del salario y licencias. Estos beneficios pueden recibirse en conjunto con los de la Ley de Inversiones con exoneraciones de IRAE, o como es el caso de las zonas francas, exentas del pago de impuestos4; siendo un negocio redondo para aquellas que tienen alta rotación de personal o que implican un bajo nivel de calificación para las tareas.

Llegados a este punto, es preciso exponer otros números: las exportaciones siguen aumentando (según Uruguay XXI, un 5% en igual período de 2023) especialmente en la soja, la carne bovina y la celulosa, quienes pagan cerca del 2% de aportes patronales (!) y tienen subsidios en el combustible, contribuciones, etc.

¿De verdad el gobierno y sus secuaces van a seguir insistiendo en que no hay recursos? La “sábana corta”, es a esta altura una colcha de plumas (ya no un “almohadón”), que succiona la sangre de la clase obrera.

Construyamos una salida de esta barbarie

Es momento de sacar algunas conclusiones: sin gravar con impuestos progresivos al gran capital, ni siquiera es posible una política asistencialista a corto plazo. En este sentido, tampoco será posible aumentar el empleo juvenil sin reducción de la jornada laboral (sin pérdida de salario), para posibilitar el reparto de las mismas.

Estas medidas empalman con la apertura de los libros contables de bancos y empresas, la estatización de la banca y de toda empresa que cierre o despida, bajo control obrero.

En sintonía, el aumento del presupuesto estatal volcado a vivienda, educación y salud, implica priorizar a las familias obreras, por sobre el pago de la deuda y de las apetencias de un puñado de empresarios.

Es preciso desenvolver un programa, que tenga como objetivo estratégico transformar las relaciones sociales de producción, que imponga las condiciones necesarias para que los beneficios del trabajo humano no sean usurpados por la burguesía. Para esto, el gobierno debe estar en las manos de quienes producen: la clase obrera.

Esta es la orientación socialista que tiene la intervención del Partido de los Trabajadores en las próximas elecciones, en el marco de la alianza electoral UP-FT.

1 Búsqueda Nº 2274 – 2 al 8 de Mayo de 2024

2 https://www.gub.uy/ministerio-salud-publica/sites/ministerio-salud-publica/files/documentos/publicaciones/Informe%20DIGESA_N%20y%20M%202023_final%20al%2020_03_2024_0.pdf

3 https://www.elobservador.com.uy/nota/emigracion-en-uruguay-deseo-de-irse-supera-al-de-la-crisis-del-2002-y-el-pais-registro-saldo-migratorio-negativo-tras-14-anos-202432814280

4 https://www.gub.uy/ministerio-economia-finanzas/sites/ministerio-economia-finanzas/files/documentos/publicaciones/2020_PDPNE_InstitutoNacionaldeEmpleoyFormacionProfesional-LeydeEmpleoJuvenil_0.pdf

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Author: Natalia Leiva