Vamos por un paro activo y plan de lucha en julio

En la Mesa Representativa del 13/06 se votó por mayoría una propuesta de paros realizada por el Secretariado Ejecutivo, que buscaba descomprimir el conflicto por Rendición de Cuentas, aislándolo de la lucha por Consejos de Salario, que consistía en un paro parcial para el 28/06 y uno de 24 horas para el 25/07.

Este planteo, lejos de ofrecer un verdadero plan de lucha, colocaba dos medidas aparentemente “fuertes”, pero que analizadas, no ofrecían un programa para conquistar las reivindicaciones del sector público, así como tampoco un impulso hacia una verdadera unificación con el sector privado.
Las corrientes que se plantean como oposición dentro del PIT-CNT, se dividieron ante la propuesta de la burocracia, por lo que se decantaron por la misma, o votaron dos paros de 24 horas, en fechas similares (fines de junio y de julio), que buscaban dar una señal al gobierno.
La última resolución del Secretariado Ejecutivo, acerca de la postergación de la Mesa Representativa y del paro resuelto para julio, es una afrenta a los sindicatos en lucha y a los trabajadores en su conjunto, una nueva muestra de hasta donde pueden llegar en su defensa al gobierno (y sus “avances” en la negociación), la mayoría de las actuales direcciones sindicales (aunque se proclamen clasistas y combativas). La Mesa Representativa debe ratificar el paro , en defensa de la democracia sindical, la independencia política y para colocar un plan de lucha que inicie con este paro.
El contexto mundial de crisis capitalista, plantea  una profundización del ataque a los trabajadores (rebelión en Haití, huelgas enormes en Francia, por ejemplo). A nivel nacional  el capital financiero está definiendo quienes serán sus candidatos, que indudablemente deberán profundizar el ajuste en curso, a través de la reforma previsional, la flexibilización laboral, privatización del Estado, recorte presupuestal y mercantilización de la educación y salud.
El programa de la burguesía es claro, lo sabe la burocracia sindical, que continúa actuando como garante del gobierno del FA, abandonando la independencia política y reforzando su sometimiento. “No hacer olas” parecería ser la consigna, mientras en la interna del partido de gobierno, se busca al candidato para las próximas elecciones, en una disputa entre los sectores vinculados al capital financiero y al capital agrario.
Los trabajadores no debemos contentarnos con esta especie de “paz sindical”, por lo que es necesario que se discuta en cada asamblea un plan de lucha, sobre la base de unificar los conflictos, aprovechando para esto, el paro ya aprobado para el 25 de julio (con todas las salvedades realizadas). Este paro debe transformarse en el impulso que las luchas en curso necesitan, a partir de la paralización total del país, con movilizaciones a nivel nacional que defiendan un programa conjunto: salario igual a media canasta inmediatamente, rechazo a todo intento de aumento de la edad jubilatoria y flexibilización laboral, prohibición de despidos (estatización bajo control obrero de toda empresa que cierre), por presupuesto inmediato de 6+1% del PBI para ANEP y UdelaR, contra el aumento general de precios y tarifas, por él no pago de la deuda externa.
En este sentido, solo una lucha mancomunada puede quebrar las pautas económicas del FMI y la agenda de la burguesía que el FA está decidido a llevar hasta las últimas consecuencias. Las caracterizaciones políticas que aprobaron sindicatos como FENAPES, Adeom, Frigorífico Canelones, dan cuenta de que existe, en sectores de los trabajadores, un proceso de concientización respecto a las tareas del gobierno, sus limitaciones e intereses.
Estas valiosas conclusiones, son sin embargo, insuficientes: colocan la necesidad de desarrollar un planteo de superación política del gobierno, a partir de que el PIT-CNT rompa con su sometimiento al FA, a través de dotar a los sindicatos de direcciones que se coloquen a la cabeza de los movimientos de lucha, que enfrenten con decisión, los desafíos de la etapa que se presenta.
La prolongación política de este planteo es que el movimiento obrero se dote de sus propios candidatos,  que construya su propio partido, para combatir al capital y sus lacayos, con una perspectiva estratégica de gobierno de los trabajadores.
Socialismo o barbarie, como perspectiva estratégica, plan de lucha unificado o presupuesto del FMI, en lo inmediato.
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Author: Natalia Leiva