Ante el recorte y la imposición: Ades se planta y lucha

A poco de terminar las clases, el Consejo de Educación Secundaria hace llegar al sindicato un planillado de grupos para 2019. En ese material, se hace patente el ajuste presupuestal, a partir de la eliminación de unos 53 grupos en Montevideo, el equivalente a 3 liceos de tamaño mediano. Esto genera grupos superpoblados en zonas donde podía disminuirse el promedio de alumnos, en sintonía con los estándares internacionales (incluso, de organismos “ultraliberales” como la OCDE).

Por otro lado, el borrador profundiza la imposición de planes y programas, colocando las condiciones para el desarrollo de la reforma educativa fondomonetarista. Estos planes, pauperizan los contenidos, imponen modificaciones pedagógicas (por ejemplo, semestralización de asignaturas, trabajo con varios docentes en la misma hora de clase, etc.) que no han sido debatidas y no cuentan con evaluaciones favorables -por lo menos, no públicas-.

En este sentido, una vez más, Ades Montevideo se plantó firme ante las autoridades, parando el 23 de noviembre y votando en esa asamblea, la moción impulsada por la Agrupación 1° de Mayo en acuerdo con la Agrupación María Barhoum: paro de 72 horas los días 27, 28 y 29 con ocupación de liceos.

Se trata de la defensa de los puestos de trabajo y de la educación integral para los hijos de los trabajadores. Una enorme respuesta a la provocación de las autoridades, que se negaron a negociar con medidas vigentes (en el fondo, se niegan a discutir su política educativa y su presupuesto).

El sindicato, mantuvo  su negativa a  preparar y  desarrollar la elección de horas, y  a ocuparla de ser necesario; así como un plazo para una respuesta satisfactoria, sobre la base de los grupos existentes. De lo contrario, parará y ocuparán liceos nuevamente en esta semana.

El fondo de la cuestión

Claro está que este recorte y redistribución presuestal tiene como objetivo avanzar en el proceso de vaciamiento de la educación pública, en el marco de la política privatizadora del gobierno del FA y los partidos que firmaron el “acuerdo multipartidario” de 2010 (PN, PC, PI).

En ese marco se inscribe “El libro abierto” de Eduy21, que coloca una descentralización a nivel de planes en los centros educativos y al mismo tiempo, lo que podríamos caracterizar como “hipercentralización” en el MEC, eliminando cualquier vestigio de autonomía técnica en la ANEP y sus desconcentrados. Es decir, Eduy21 propone aplicar a rajatabla la actual Ley de Educación, votada por todos los partidos que estaban en el Parlamento.

Este escenario plantea una perspectiva de lucha contra un gobierno pro-imperialista y patronal, en la que será clave el debate de las posiciones y la delimitación con el este, así como con los sectores que por acción u omisión, son funcionales a los intereses de los enemigos de la educación pública.

El próximo gobierno deberá avanzar en un ataque directo sobre los derechos conquistados y el Estatuto del Funcionario Docente, para ir a fondo con la flexibilización laboral, la tercerización y privatización.

 A nivel general, el pago de la deuda externa,  las exoneraciones fiscales a las multinacionales, los recortes al presupuesto del Estado es un mandato de la burguesía internacional en este contexto de crisis capitalista.

La necesidad de una alternativa política

Los trabajadores debemos extraer todas las conclusiones de esta etapa y prepararnos para enfrentar estos ataques. Expulsar a la burocracia sindical y recuperar los sindicatos, al tiempo que desarrollamos los debates más profundos en torno a la crisis capitalista y sus repercusiones.

Luchas de carácter estructural se avecinan, es por esto que debemos construir una alternativa política  a los ajustadores: el partido de la clase obrera, construido en base a lo mejor de su historia, que tiene como objetivo la revolución socialista y el gobierno obrero. Es una condición indispensable para que la educación sea integral, integradora, liberadora y posibilite el máximo desarrollo humano.

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Author: Natalia Leiva