¿Enseñar? lo que exigen los capitalistas
El 9 de agosto, las autoridades de la ANEP publicaron una versión preliminar del Plan para la Educación Media Superior, es decir, la contrarreforma educativa que intentarán aplicar en bachillerato. En ese extenso documento, el gobierno de Lacalle Pou y la ANEP dirigida por Robert Silva, detallan lo que será la currícula para el ciclo de culminación de la enseñanza en liceos y escuelas técnicas.
Algunos elementos saltan a la vista: firman el parte de defunción de asignaturas como Astronomía, que pasa a compartir con otras cinco opciones (cabe destacar que ha ocupado un lugar en la estructura curricular desde hace un siglo), cercenan Filosofía y Geografía, quitándole horas de clase.
En apariencia, ese tiempo pedagógico se sustituiría con espacios optativos, como “Emprendedurismo”, pero no se clarifica ni qué se va a enseñar, ni como,no hay una línea en el texto, que explique a qué refiere este campo curricular. Es decir, asistimos a una suerte de pedagogía del vacío.
Queda descartado que todos los centros tendrán todas las opciones disponibles en lo referente a los espacios optativos, existiendo una opción por grupo de 4º año, en un liceo donde haya tres grupos de este nivel, no existirán las seis opciones, sino tres ¿Dónde está la opción, entonces? Podrá optar por las posibilidades que su entorno le permita tener.
Un centenar de hojas explican (a partir de datos contradictorios entre sí y de referencias internacionales de dudosa compatibilidad con la tradición pedagógica en Uruguay), cómo debería ser una educación acompasada a “los tiempos que corren”. Pero ¿cómo son esos tiempos a los que habría que adaptarse? ¿cuál es el valor académico de espacios curriculares (por dotarlos de algún nombre)? ¿qué criterios se utilizan para seleccionar esos “espacios”?
Empecemos por el final; en una entrevista que le realizaron recientemente, la Directora de Planificación Educativa de CODICEN Dra. Adriana Aristimuño, con total claridad, define estos criterios. Sostiene, sin tapujos, que agentes del “sector productivo” le plantearon: “No los formen demasiado en nada. Fórmenlos en cosas generales, que luego nosotros, en el mundo del trabajo, los vamos moldeando”1. Haciendo gala de un caradurismo pocas veces visto, revela sin tapujos que los responsables intelectuales de la contrarreforma en curso ¡son las patronales, no los educadores!
Lo anterior, significa la aplicación de la reforma laboral al ámbito educativo: estudiantes sin derecho a la educación integral, con la mínima exigencia académica posible, estafados con acreditaciones que no condicen con los aprendizajes logrados, sustitución de disciplinas científicas por “espacios” sin el más mínimo rigor disciplinar, de los que sólo conocemos los titulares (no han definido ni siquiera los contenidos que se abordarán el próximo año).
Consultada respecto a qué es el emprendedurismo: “Es la capacidad de los estudiantes para entusiasmarse con una idea y poder llevarla a cabo, no es necesariamente crear una empresa, es tener iniciativa…” Sin embargo, la definición de “emprendedurismo”, es bien distinta y ese “espacio” lo dictarían docentes de asignaturas vinculadas a la administración y la economía.
Los “tiempos que corren”
Tomando solamente algunos aspectos económicos de Uruguay (sin profundizar en el impacto de la guerra en curso, por ejemplo), los datos son desoladores: el crecimiento económico en torno al 4,5%, no es acompasado por el aumento del empleo, ni de los salarios: el beneficio se lo han llevado los exportadores. En medio de una crisis mundial y luego de la pérdida salarial ininterrumpida durante tres años, del total de trabajadores activos, medio millón de ganan menos de $25.000 (cerca del 35%) y el 11% de los trabajadores ganan menos de $15.000.
Según estimaciones del INE, el 17% de los niños y el 15,3% de los adolescentes, viven bajo la línea de pobreza, es decir, tienen sus necesidadeds alimentarias y no alimentarias básicas insatisfechas.2 Este dato, por sí mismo da cuenta de las problemáticas que atraviesan los estudiantes que asisten a la educación pública.
Sin embargo, este estado de “emergencia educativa” como ha sido caracterizada por FENAPES, ha tenido como respuesta un recorte presupuestal que se incrementa año a año (el presupuesto de la ANEP cayó de 4,9% en 2020 a 4,52% en 2022). Las autoridades de la educación mienten cuando dicen que el estudiante es el centro de las definiciones educativas, mienten cuando dicen que no hay recorte presupuestal y mienten de nuevo, cuando niegan la conexión entre repetición y pobreza.
Educar para trabajar gratis
La clave en el discurso de las autoridades esla preparación para “el mundo del trabajo”: se enfatiza en las pasantías para “aprender trabajando”. Las empresas utilizarán la fuerza de trabajo juvenil gratis, sin que esto conlleve siquiera un aprendizaje específico para los estudiantes.
De consumarse esta estafa pedagógica, estaríamos ante un salto en calidad de la crisis educativa: el Estado se abstiene de garantizar el acceso a una educación media que permita el acceso a los contenidos básicos para la continuidad en estudios superiores, así como el acceso a las más amplias fuentes de la cultura.
Flexibilizan la curricula para adaptarla al “mundo del trabajo” (es decir, a la explotación capitalista), donde la burguesía, como contracara de la msma moneda, se esfuerza por abatir las garantías laborales conquistadas por el movimiento obrero.
Docentes precarizados, para una enseñanza precarizada
El impacto a nivel docente de la desaparición de Astronomía de la currícula obligatoria, dejará sin trabajo a por lo menos un centenar, sumándose a las filas de desocupados. Los interinos, que desarrollan su tarea en la precariedad, son los más afectados por estas políticas, dado que el Estado recurre a ellos para llenar las vacantes con su trabajo, pero no les garantiza el acceso al mismo el año siguiente, por lo que urge una política de concursos anuales.
Esta implosión planificada y orquestada por las autoridades, en sintonía con las órdenes de los organismos multilaterales de crédito, no deja dudas respecto a la necesidad de unificar los conflictos, preparando una lucha frontal contra esta contrarreforma antieducativa.
Este planteo es incompatible con la táctica de la burocracia sindical, que busca contener las tendencias a la lucha, bajo el pretexto de orientar los esfuerzos hacia la victoria del FA en las próximas elecciones.
En este punto, cabe recordar que todas las propuestas de “reforma” en danza, están avaladas o promovidas por uno u otro sector del FA, que comparten con el gobierno los acuerdos multipartidarios de 2010, mojón en el proceso reformista en nuestro país.
Sobre la base del rechazo a la contrarreforma, por aumento de presupuesto y salario, por autonomía y cogobierno, discutamos un plan de lucha unificado a nivel de gremios y sindicatos de la educación.
1 https://enperspectiva.uy/home/reforma-del-bachillerato-hay-cambios-sustanciales-o-cambios-de-nombre-y-reacomodo-de-piezas-con-adriana-aristimuno-directora-de-planificacion-educativa-del-codicen-de-la-anep/
2 https://www5.ine.gub.uy/documents/Demograf%C3%ADayEESS/HTML/ECH/Pobreza/2022/Estimaci%C3%B3n%20de%20la%20pobreza%20por%20el%20m%C3%A9todo%20del%20ingreso%20segundo%20semestre%202022.html#An%C3%A1lisis_de_personas