El triunfo del Partido Nacional en las últimas elecciones, ha colocado con una contundencia renovada, el planteo de una “reforma educativa”. El modelo a seguir parece ser planteado por Eduy21, “asociación” que recoge lo más selecto del reformismo tecnocrático (vuelven a resonar nombres como Renato Opertti), así como empresarios y miembros de los partidos patronales (que apoyan el proceso de reforma en la educación, especialmente secundaria).
A través de una extensa verborragia, en los documentos se desarrollan los núcleos esenciales de la política educativa, que se pretende implementar a través de la promulgación de una nueva ley de educación: más poder al Ministerio de Educación y Cultura y a nivel de ANEP, al CODICEN (su Consejo Directivo).
A nivel de los centros, se réplica el mismo esquema: directores que tienen la potestad de planificar a mediano plazo, elegir a los docentes y equipo multidisciplinario (“reclutamiento, gerenciamiento y evaluación de recursos”, así como “co-gestionar” con “la comunidad” y “los sectores sociales productivos”, sostiene el “Libro Abierto” de Eduy21.
En este sentido, los nombres que resuenan para ocupar los diferentes cargos, responderían a la intención de una “gobernanza fuerte” (léase autoritaria) , es decir conocidos enemigos de la educación pública y en especial de los docentes y los gremios estudiantiles: Robert Silva y Graciela Bianchi encabezarán el CODICEN y el CES respectivamente. Y Pablo da Silveira, conocido operador y fundador de Eduy21, seria el Ministro de Educación.
Ésta conformación no sorprende, dado que profundiza una línea de ataque a los trabajadores organizados, de los que ningún gobierno ha sido excepción (recordemos los furibundos ataques de María Julia Muñoz, el bloqueo de la negociación con Celsa Puente en el CES, el decreto de esencialidad, etc).
Sin embargo, hay un salto en calidad en el intento de implementar un modelo educativo para pobres y ricos, de forma completa y sin graduales lo (como lo fue en su momento el PROFIME/PROMEJORA) . Los sectores más pobres de la población, los hijos de los trabajadores serán el conejillo de indias de la reforma, que probará todos sus artilugios en los liceos “de contexto vulnerable”, con la promesa de extenderla al resto de los liceos.
La aplicación de métodos empresariales, tiene como objetivo profundizar una política privatizadora, haciendo más atractivo el botín para los capitalistas que no solamente podrán intervenir a través de la inversión en infraestructura (modalidad público-privada), sino que se les abre la puerta grande a la enseñanza estatal, en lo referente al aterrizaje concreto de los planes y programas nacionales. Esto es: los directores- gerentes y los capitalistas-cogestores definirán qué docente dicta clases, qué contenidos, con qué orientación, profundidad y nivel académico, es decir, se desintegra la educación universal, se violenta la libertad de cátedra y se pulveriza la aspiración de autonomía y cogobierno.
La institución educativa-empresa, termina por responder a la lógica del capital, como si se tratara de un bien más, no de un derecho humano a defender. De ahí en más, las modalidades que adopte este proceso privatizador son infinitas y algunas ya existen: escuelas garaje como en Chile (llamadas así porque podían funcionar en el garage de una casa), extensión de los liceos público-privados, en sus versiones laicas (Liceo Impulso) o confesional (Liceo “Los Pinos”), con exoneraciones fiscales y de aportes, así como financiación directa del Estado; los vouchers o vales para colegios, ONG’s que diseñan e intervienen en las políticas educativas (como en las “Aulas Comunitarias”) y un largo etcétera.
Porqué no esperar 5 años
El ascenso de un gobierno aliado a los sectores más conservadores, en el marco de una crisis internacional brutal, debe impulsar a los trabajadores a tomar las calles de forma masiva, utilizando todos los medios a su alcance. Las Asambleas deberían tener como centro del orden del día la defensa de los puestos de trabajo, del salario, de la libertad de cátedra.
La lucha educativa, al igual que en otros países, enraba con otras demandas: no a la reforma previsional, aumento de salario, presupuesto estatal acorde a las necesidades, fuera los planes de los organismos multinacionales de crédito.
Desde el PT planteamos que para obtener las demandas concretas, es necesaria la organización , a través del fortalecimiento de los sindicatos y gremios estudiantiles. La defensa de la educación pública, será un factor de choque entre el gobierno y el conjunto de los explotados. Se augura entonces, un conflicto de gran magnitud.
Este desarrollo va de la mano con el debate y la deliberación de un programa de salida a esta crisis capitalista, siguiendo el ejemplo de Chile y de otros países de América Latina, que salen a la calle a cuestionar al propio gobierno, en el marco de un régimen putrefacto.