La “Unidad Popular” (UP) anunció que su diputado Eduardo Rubio (26 de Marzo) votará a favor de los impuestos propuestos por el gobierno en la Rendición de Cuentas: a las importaciones (que recaudaría unos 100 millones de dólares) y a los juegos de azar (unos 12 millones). También votará el presupuesto de la educación (62 millones de dólares adicionales) que el propio Rubio considera “una falta de respeto a la sociedad”. Rubio afirmó que “hay gente que se ha confundido”, creyendo que la UP votaría la Rendición de Cuentas, cosa que desmintió y anunció que votará “en general” en contra a la misma.
Sin embargo, si la UP vota los nuevos impuestos estará en los hechos votando el corazón del presupuesto ajustador. El líder del 26 de Marzo afirmó que “no votaremos un solo impuesto más a los trabajadores”, y a continuación sostuvo lo contrario: “impuesto a las importaciones es lo que reclamamos que se coloque, queremos defender la industria nacional, queremos defender el trabajo nacional” (La Juventud, 17/6). La pregunta obvia que debería responder la UP es: ¿quién paga un impuesto a las importaciones? El mismo se traslada a los consumidores, en primer lugar a los trabajadores y las capas medias.
Aumentar los impuestos está al servicio de mantener el ajuste. Es avalar indirectamente que se paguen miles de millones de dólares de deuda externa, y otros miles se destinen a subsidios o exoneraciones de impuestos al gran capital. Antes que trasladar nuevas cargas impositivas a la población, hay que atacar las ganancias de los banqueros, los terratenientes y las grandes empresas, eliminar el impuesto a los salarios así como los impuestos al consumo -no acrecentarlos!
Rubio afirma que está a favor de eliminar las exoneraciones de la “ley de inversiones” y de poner impuestos a UPM, pero votará nuevos impuestos -propuestos por el gobierno para mantener precisamente esos subsidios a las multinacionales. ¿Coherencia?
Rubio se coloca como un apéndice “externo” al Frente Amplio -pero apéndice al fin. Hace unos meses afirmaba que estaba “dispuesto a conversar con el FA para llegar a un acuerdo”. “El gobierno quiere quedar con las manos libres, porque si no hay Rendición de Cuentas no va a haber exigencia de incremento del gasto en ningún rubro, y creo que eso va en la línea de lo que prefiere el ministro Astori”, afirmaba en Crónicas (10/2). El diputado de UP encontraba sin embargo contradicciones internas dentro del FA: “eso no se refleja en la opinión de otros legisladores del FA. Creo que sería muy malo para el país que no haya acuerdo, porque quedaríamos sujetos a la voluntad omnipotente de Astori y del gobierno de Vázquez, y no habría posibilidad de incidir en nada”. En definitiva, el voto a los nuevos impuestos surge de una intención de “incidir” en la interna del Frente Amplio, inclinando la balanza en favor de los “críticos” de Astori. Un diputado de izquierda debería estar al servicio de impulsar la movilización popular, no para buscar “incidir” en la interna frenteamplista, mediante combinaciones parlamentarias.
En el fondo, la UP se coloca en el terreno del “capitalismo autónomo” o “nacional”, sosteniendo la fantasía de un desarrollo económico mediante medidas proteccionistas. Por ello han apoyado el “modelo K” en la vecina orilla, o la política de Maduro en Venezuela, ambas experiencias que han culminado en un rotundo fracaso -por detrás de anteriores fallidas experiencias nacionalistas del pasado.
Una salida obrera y socialista es incompatible con la estrategia de alianza con la burguesía “nacional”. El movimiento obrero debe conquistar su independencia frente a las distintas variantes burguesas, detrás de una estrategia de poder, es decir, de lucha por un gobierno de trabajadores.