Con la asistencia de una treintena de trabajadores de diferentes sectores y estudiantes, el pasado sábado 05 de noviembre se llevó a cabo un debate con el dirigente de SINTEP, Sergio Sommaruga y Natalia Leiva, militante de Ades Montevideo y del PT. Esta instancia se enmarca en un ciclo de actividades que buscan colocar el problema de los procesos de Reforma Educativa, en un desarrollo general de ajustes que llevan adelante el gobierno del Frente Amplio, con el objetivo de descargar la crisis sobre los trabajadores. Desde el PT, consideramos de vital importancia establecer un análisis que clarifique la relación entre ajuste, reforma y privatización (entendida como un amplio proceso).
En ambas intervenciones quedó claro que el modelo privatizador se opone al desarrollo de una educación integral y emancipadora. Sommaruga desarrolló una dura crítica a la educación privada (que convierte un derecho en una mercancía), destacando que es un modelo que la burguesía intenta colocar para la educación pública. A su vez, explicó su oposición a las exoneraciones fiscales que tienen las instituciones privadas, que generan que sea un negocio absolutamente rentable. Caracteriza que, en estas últimas décadas, se asiste a un proceso de “hípermercantilización”, es decir un proceso en el que han aumentado exponencial de las instituciones que tienen como único fin el lucro en educación.
Desde el PT, consideramos que la conclusión principal que debemos extraer que la educación integral es incompatible con el capitalismo, contradicción que se agudiza en la etapa terminal del sistema.
Se buscó clarificar que la privatización, en las diferentes modalidades, son expresión de un plan sistemático de destrucción de la educación pública, que tiene su contracara en el recorte presupuestal. A su vez, no hay forma de desarrollar estas modalidades sin una reforma educativa que coloque la devaluación los contenidos académicos, el establecimiento de la no repetición y la enseñanza por “campos de conocimiento”; al tiempo que flexibiliza los derechos de los trabajadores, generando un modelo empresarial absolutamente rentable para los capitales privados.
Los desafíos de los trabajadores clasistas son enormes, en el corto plazo conquistar las direcciones sindicales, la herramienta básica de lucha. A su vez, nos espera la organización de una lucha presupuestal de conjunto, ante un gobierno que profundiza un ajuste en toda regla.
Todo esto debe estar enmarcado en la mirada estratégica que coloca como única alternativa la transformación integral de la sociedad, sólo en un gobierno de los trabajadores podrá tener lugar una educación popular, que fomente el desarrollo de todas las potencialidades humanas.
De acuerdo con Pamela. La educación pública se ha convertido en un botín para el capital. Sólo con una reorganización social sobre bases socialistas podemos garantizarnos una educación pública digna.
Yo estuve presente y fue una excelente instancia de clarificacion de la situación actual en materia de políticas presupuestales en la educación. Pero me quedé con una frase de la compañera Leiva que resume creo la complejidad de este fenómeno: “la educación y el capitalismo son incompatibles”.