A pesar de la retórica optimista de las autoridades del CES, este comienzo de cursos ha sido uno de los más caóticos en los últimos años. Esto incluye desde la falta de funcionarios, bancos y otros muebles, hasta los problemas de horarios de los docentes. Sin embargo el elemento central que ha puesto a decenas de núcleos sindicales en pie de lucha fue la superpoblación y el caos en las inscripciones. La superpoblación es consecuencia lógica y directa del recorte presupuestal, del ajuste.
Muchos jóvenes fueron inscriptos en liceos para los que deben tomarse dos ómnibus, teniendo otro más cerca. Hubo padres que recibieron tres versiones acerca de los pasos que debían tomar para inscribir a sus hijos. A muchos docentes todos los días se les modificaban las pautas de elección de horas. Algunos liceos de bachillerato comenzaron casi sin alumnos por fallas del sistema (IAVA, Bauzá, Dámaso, liceo 9, por ejemplo). Hubo pases sin conceder, alumnos sin liceo asignado y liceos con más de 35 estudiantes por grupo. No faltó nada.
La implementación del nuevo sistema informático de forma arbitraria, irresponsable y precoz, por parte de las autoridades de la ANEP, no resulta casual. Se trata del avance de la privatización de la educación pública, que en este momento se ha extendido fundamentalmente en las áreas de administración y servicios (en el área propiamente pedagógica el proceso existe, pero ha encontrado más resistencia por parte de los docentes).
La tan mentada ‘universalización’ de la enseñanza es una falacia que intenta destruir la educación pública, pasando a un modelo de gestión público-privada enmarcado en la mercantilización que el capitalismo desarrolla en la órbita pública. Recordemos que hay intenciones de construir liceos con la modalidad PPP, convenios con instituciones privadas y tercerización de las áreas de limpieza, informática, portería, construcción, etc.
Por otra parte, los magros salarios hacen que los docentes deban trabajar extenuantes jornadas de 10 horas en promedio, por lo que disminuye su tiempo para la preparación de clases, corrección y elaboración de materiales, y otras tareas propias de la profesión. La ‘profesionalización’ es una entelequia en estas condiciones.
Asimismo, el retorno de directores represores sumariados y separados de sus cargos, es la señal de que el CES adopta una posición de ataque a los trabajadores, premiando a aquellos directores e inspectores que acosan, hostigan, reprimen y destratan al cuerpo docente y estudiantes. Casos como los del liceo 45, 23, 38, deben ser denunciados firmemente, presionando a las autoridades para que remuevan de sus cargos a direcciones con este perfil. Quebrar la resistencia docente es el camino que deben recorrer quienes quieren apoderarse del botín que representa para el capital la educación pública.
Se trata de una política de conjunto que busca destruir el sistema público para dos grandes objetivos: generar las condiciones para el desarrollo del lucrativo comercio educativo y ampliar el margen de fondos para el pago de la deuda externa en un año clave en este aspecto –vencimiento de bonos y alto déficit fiscal-.
Para los trabajadores de la educación la pelea central de este año es la rendición de cuentas. Es necesario profundizar las coordinaciones hacia un plan de lucha de conjunto que involucre a todos los trabajadores de la educación a nivel nacional, pero también a padres y estudiantes.
Para esto es vital la conquista y mantenimiento de direcciones clasistas en los sindicatos, que promuevan la lucha y organización con el objetivo de arrancarle al patrón –el Estado en este caso- nuestras demandas.
1 thought on “Caos en Secundaria: las autoridades se burlan de estudiantes, familias y trabajadores”
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Muy claro… Invita a la lectura