DESTITUYEN AL DIRECTOR DEL HOSPITAL DE RIVERA
La remoción de Andrés Toriani como Director del Hospital de Rivera, como consecuencia de la violación de normas referidas al ordenamiento de gastos (TOCAF), ha generado una gran repercusión en el departamento norteño. La destitución, que surge por presión directa del presidente Tabaré Vázquez sobre el directorio de ASSE, revela una crisis en el seno del gobierno.
Según el propio Toriani, su caída obedece a los intereses de los empresarios de la salud: “es clara la operación de los grandes capitales privados en contra de la reforma. Ellos vienen, no por mí, vienen por la reforma” (radio Uruguay, 23/8). Si la afirmación es correcta, tanto el ministro Basso como el propio Tabaré Vázquez serían los vehículos de esa operación política, es decir, implica una denuncia brutal contra el gobierno que integra el propio Partido Comunista.
La directora de ASSE Susana Muñiz (PCU) votó en contra de la remoción de Toriani, que se produjo con los votos del director del PS, la representante de los usuarios… y el director del MPP -que cambió su voto a último momento. “El cambio de postura del jerarca” emepepista “ocurre luego de que el presidente Vázquez haya reclamado la remoción de Toriani, y coincide con un acercamiento entre el mandatario y Mujica” (El Observador, 25/8). El cambio de postura del director del MPP es muy significativo ya que “es muy cercano a Susana Muñiz”. Según Leandro Grille en Caras y Caretas, otra explicación del cambio de postura fue que “sesionó el congreso del MPP, que eligió una nueva dirección nacional” (1/9).
La presidenta de ASSE afirmó hace poco en una charla en la Ciudad de la Costa que los ataques contra su gestión obedece a que “para los privados ASSE es una amenaza”, “quieren quedarse con los 490.000 afiliados a ASSE por el Fonasa”, y que “hay legisladores que son operadores del sistema privado” (Metropolitano, 3/9).
Según versiones periodísticas, el representante de los trabajadores en ASSE Pablo Cabrera (PST-FA) “se retiró de la sala y no participó de la votación, luego de que su propuesta de escuchar los descargos de Toriani antes de tomar una decisión no fuera considerada”.
Los defensores de Toriani afirman que en los cinco años que estuvo al frente del Hospital llevó adelante una mejora de la gestión, que terminó con el atraso quirúrgico endémico y provocó que 15.000 personas pasaran a afiliarse a ASSE en detrimento de FEMI. Las faltas administrativas que se atribuyen a Toriani refieren al uso de dinero del rubro “Estudios médicos” para realizar mediante compra directa (sin licitación) y a través de una empresa privada (Cemoc, Centro Médico Odontológico Cuaró) la contratación de especialistas para cubrir faltante de personal. Es decir, apelaba a un mecanismo de tercerización y trabajo precario para cubrir puestos que ASSE no contrataba en forma regular. La pregunta que surge naturalmente es por qué la presidenta de ASSE que tanto defiende a Toriani no brinda al Hospital de Rivera el presupuesto necesario para cubrir esas necesidades de personal, y por qué no se hacen los llamados para puestos de trabajo genuinos. Cabe aclarar que el propio Toriani es un tercerizado ya que según Caras y Caretas su verdadero empleador no es ASSE sino “la Comisión de Apoyo de ASSE”. “De hecho, técnicamente Toriani no podía ser imputado por las irregularidades porque no era ordenador de gasto, para lo que se debe ser funcionario propiamente dicho y no un contratado por servicio” (1/9).
En Rivera existe un gran apoyo popular a Toriani, y se afirma que el nivel del servicio caerá si ASSE no brinda los mecanismos para hacer en forma regular lo que el ex director hacía en forma irregular. En otras palabras, la apelación al cumplimiento de las normas administrativas llevaría a empeorar la gestión del hospital, dejar de atender necesidades de la población y volver a beneficiar a las instituciones privadas.
La presidente de ASSE ha quedado muy cuestionada, en primer lugar porque desoyó el reclamo de Tabaré Vázquez de suspender a Toriani mientras se realizaba el sumario administrativo. Por otra parte, en cuanto la Comisión Investigadora instalada en la cámara de diputados a propuesta de Eduardo Rubio (26M, UP) pueda encontrar más irregularidades (por ejemplo en la contratación de ambulancias) se puede generar el escenario para que el presidente de la República finalmente le suelte la mano.
Toda la política del PCU para la salud, en la que viene gestionando hace años, ha quedado cuestionada. Se revela que los propagandeados avances de ASSE se sustentan en el trabajo precario y los bajos salarios, así como en todo tipo de mecanismos irregulares que se utilizan con el argumento de sortear la falta de presupuesto -pero que también ambientan la corrupción. Pasados más de 10 años del FONASA, la reforma de la salud está en jaque por las disputas en torno al jugoso gasto en salud que las empresas de medicina privada pretenden monopolizar, y porque los trabajadores se cansaron de tanta precariedad y salarios miserables. El PCU ha sido el impulsor de los decretazos de “esencialidad” que prohiben las huelgas y ocupaciones de hospitales -como lo hizo también en la Intendencia de Montevideo, con Ana Olivera a la cabeza. La reforma de la salud se lleva adelante también con “servicios esenciales” contra la FFSP, la que sin embargo a través de su representante en el Directorio de ASSE cogestiona una “mutualista estatal” que funciona en base a la precariedad y las tercerizaciones.