Matías Arbizu
Una vez más, cómo ya nos tienen acostumbrados estos quienes se autoproclamaron “gobierno amigo” intentan llevar a los trabajadores a los ponchazos, al mismo tiempo que continúan sus concesiones con el gran capital.
Haciendo un poco de memoria podemos recordar al gobierno decretando la esencialidad a los trabajadores de la salud, a los municipales, ahora a los docentes y en su momento amenazaron también a los bancarios. Además de la inclusión de los descuentos por el artículo 401, ese que descuenta más a los trabajadores que lo que representara el tiempo efectivo de paro. También se violó y se continúa violando sistemáticamente la ley de negociación colectiva y la ley de libertad sindical.
El PITCNT y su dependencia directa al oficialismo, hace la vista gorda y más aún trabaja para facilitarle los acuerdos al gobierno, resignando las reivindicaciones de los trabajadores a los cuales “representa” y aceptando las imposiciones, negociando de espaldas a los sindicatos y sin enviar mensajes firmes y claros de repudio a las acciones autoritarias, represivas y hasta ilegales desde el FA y la oposición.
Al mismo tiempo que sucede esto, han sido enormes las facilidades brindadas a los capitalistas. El aumento exponencial de zonas francas, las privatizaciones de sectores de las empresas del estado, o el intento de la privatización total como el caso de AFE. El acuerdo de ingreso al TISA, el rescate a las empresas de salud privadas, los perdones a los dueños de FRIPUR, TATA, a Paco Casal, y a tantos otros con millones que mientras tengan para sacar sacan, y luego sin más dejan miles de familias en las calles. Ejemplos sobran.
Y la inflación sube, y responsabilizan a los salarios de los trabajadores, de la misma manera que lo hacían los otros partidos derecha. La canasta básica se ubica cerca de los $ 60.000 y el salario mínimo en $ 10.000, es decir 6 veces por debajo. El precio de los alquileres no baja de los $ 8.000.
En tiempos de bonanza el gobierno decidió no repartir, hoy dice que no se puede por la inminente crisis, por lo que nuevamente seremos los trabajadores los que cargaremos con su peso. Los grandes capitales así como graciosamente vinieron se van, y sin consecuencias, mañana seguramente vuelvan, cuando tengan más para llevarse mientras continúe este Gobierno amigo, si, pero no de los trabajadores, de los empresarios.
Los trabajadores tenemos nuestra manera de resistir a estos embates, prepotencia y ponchazos. La forma es organizarnos y luchar, unirnos en la lucha, acompañar cada movilización en cada punto del país, de cada sindicato en conflicto. Es concientizándonos que no somos los responsables de la crisis, que no hay patrones sin trabajadores, y que solo los trabajadores podemos torcer esta realidad, nadie más lo hará.
Saludamos a todos los trabajadores en lucha, y continuaremos apoyando y acompañando en todo momento. Es tiempo de avanzar, la lucha de clases está tan vigente como siempre. Vamos por el control obrero de las fábricas, por el salario mínimo de $30.000., en defensa de la educación y la salud pública.