Andrade: ¿El Lula uruguayo?


Las próximas elecciones se enmarcan en un cuadro de agotamiento del Frente Amplio, y de un creciente cuestionamiento de la clase trabajadora a esa fuerza política. Tanto Adeom como Fenapes han declarado al gobierno como antagónico a los intereses de los trabajadores.

Justamente el sindicato de municipales, que tienen como patrón al principal candidato del FA para el próximo período.
Considerando la importante porción de votos que el FA perdió por izquierda en las elecciones 2014, lo que marcó el crecimiento tanto de la UP como del Partido de los Trabajadores, no extrañaban los rumores que comenzaron a gestarse desde el año pasado, colocando a Andrade como posible precandidato electoral. Esto se vio intensificado en los últimos días con la aparición de algunas pintadas, sin firma, que proclaman “Andrade 2019”.

Algunos comentaristas han querido ver en esta postulación la emergencia de un “Lula uruguayo”. La comparación es por demás vulgar. Lula fue el líder de las grandes huelgas metalúrgicas cuando la dictadura brasilera se encontraba en retirada. El PT brasilero era la expresión genuina de esa gigantesca alza de los explotados. Lula fue posteriormente cooptado y el PT rápidamente copado por la pequeña burguesía degenerada proveniente del stalinismo y el foquismo pasado con armas y bagajes al estado burgués. Los esfuerzos de la vanguardia fueron abortados sucesivamente, hasta que la izquierda fue purgada del PT y las tendencias revolucionarias de la clase obrera más vasta del continente contenidas dentro de ese aparato.

La casi confirmada candidatura del dirigente del SUNCA tiene sólo una similitud aparente con la del brasilero por su origen sindical y proletario.

Políticamente Andrade pertenece a un partido que ha advertido de forma muy sofisticada un descontento en la base que procura sea encausado. Una lectura superficial podría inducir a error. La candidatura de un trabajador no determina la fisonomía política del programa. Para el caso estamos en presencia de una adulteración o, mejor dicho, de una parodia.

Andrade, la pieza maestra
Hace un tiempo afirmaba que no se veía con el perfil de los candidatos del FA:

“En general no vienen del movimiento sindical, ni del PC, ni son obreros de la construcción” (El observador – 11/01)

Pero es precisamente allí donde reside toda la cuestión.
El PCU ha votado en bloque las iniciativas del gobierno, como por ejemplo la rendición de cuentas en el 2015, luego de la última huelga docente, que terminó con una importante represión en el CODICEN, y el decreto de esencialidad para quebrar el conflicto.
La presencia de Andrade en la cámara diputados, dando su voto a los sistemáticos recortes y presupuestos del astorismo aleja cualquier sospecha de un lazo político consecuente con su clase social de origen.
Andrade alimenta expectativas en un sector de trabajadores que lo perciben como el representante directo de la ley de responsabilidad penal empresarial. Además, ha capitalizado una exposición pública relevante en quizás el principal programa televisivo de debate político del país, donde irrita a derechistas y empresarios. Esto no alcanza para ganar una interna y el PCU lo sabe, pero justamente allí es donde cumple su función: la regimentación de los sindicatos al gobierno y en el disciplinamiento político de los asalariados.

La maniobra tiene características riesgosas. El objetivo es la obstrucción a una intervención independiente de la clase obrera que supere al Frente Amplio, por un lado y esmerilar a la vista del electorado de izquierda una competencia interna visiblemente corrida a la derecha por el otro. Pero esto no es, necesariamente, un factor de estabilidad, por el contrario, todo el armado tiene el sello de la improvisación dentro del disperso y erosionado mosaico del oficialismo (Martínez, Astori, Murro, Cosse, Bengoa). Estos elementos no podrían más que soliviantar al votante que se considera a la izquierda del espectro político.

Denunciamos el uso de las candidaturas personales para traficar planteamientos antagónicos a la independencia de clase y el gobierno de los trabajadores.
Que la clase obrera defina sus propios candidatos a través de un congreso extraordinario del PIT-CNT, que vote un programa de urgencia contra la carestía, la reducción de la jornada laboral, el cese de envíos al seguro de paro, el control obrero de toda fabrica que cierre o despida, el aumento general de salarios y jubilaciones llevándolo de forma inmediata al $ 30mil pesos de mínimo.

Que la crisis la paguen los capitalistas.

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Author: Matias Arbizu

2 thoughts on “Andrade: ¿El Lula uruguayo?

  1. Excelente análisis de la candidatura de Andrade, en un programa político que tiene como eje el interés de las clases propietarias, el postular un candidato “obrero” no tiene chance de ir más allá de una artimaña electoral, una trampa para capturar el voto de los trabajadores y ponerlo al servicio del capital.

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