La crisis capitalista cada vez más profunda, continúa avanzando en su ataque a los trabajadores a nivel mundial.
La guerra imperialista entre la OTAN y Rusia, donde se cuentan por cientos de miles los muertos y las consecuencias económicas están siendo catastróficas. A pesar de esto, los estados continúan en la compra de material bélico, mientras ajustan a los trabajadores y se pauperizan sus condiciones de vida. Es necesario que se alce la voz de los explotados, contra la guerra imperialista y contra los estados que la impulsan o apañan.
En medio de esta crisis, hemos visto en Francia una verdadera revuelta de los trabajadores contra la reforma jubilatoria de Macron, que fue aprobada por decreto y sin discusión parlamentaria. Huelgas y masivas movilizaciones serán parte del escenario en forma cada vez mas persistente.
Otro síntoma es la crisis bancaria que ya se ha llevado tres bancos de los Estados Unidos y dos Europeos, entre los más importantes el Credit Suisse de Suiza que fue capitalizado por el Estado, y le First Republic Bank en Estados Unidos que fue comprado por el JPMorgan Chase. Este último siendo el primer banco de primer nivel en Estados Unidos en caer. Todo esto además se da en un momento en el que se discute si elevar o no las tasas de interés para contener la inflación que se encuentra en cifras históricamente altas. En definitiva la discusión del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal está entre tratar de salvar a los bancos o tratar de contener la inflación.
En nuestro país el escenario político no podría tener más elementos que ameriten una respuesta firme y contundente de la clase trabajadora. A la reforma educativa que no hace más que quitar recursos, recortar horas, precarizar los centros de estudio y las condiciones de estudiantes y trabajadores, condimentado con un ataque directo de distintos actores del gobierno tanto a los sindicatos de la educación como a los gremios estudiantiles, se le agrega la recientemente aprobada reforma de la seguridad social. A diferencia que en Francia, la resistencia desde el movimiento obrero ha sido muy pobre, pese a que las encuestas marcar un amplio rechazo popular a esta nueva reforma anti-obrera. Esto se debe a que la burocracia está dispuesta a acordar o permitir cualquier cosa (ya habían acordado la rebaja salarial al principio del nuevo gobierno y también la aprobación de la LUC) con tal de contener a los trabajadores y permitir un traspaso ordenado de mando nuevamente hacia un gobierno del FA, quien a su vez continuará aplicando su política cumpliendo con los mandatos del FMI.
En este marco general, es necesario que la clase obrera se organice, por el fin de la guerra imperialista y contra sus gobiernos, contra las reformas antiobreras, contra el hambre. Es necesario construir un partido obrero que esté a la vanguardia de las luchas venideras, para terminar con toda la descomposición imperante y por el gobierno de los trabajadores.
El partido de los trabajadores inicia su campaña financiera de aguinaldo. Para mantener y mejorar la propaganda, abrir nuevos locales como el recientemente inaugurado ubicado en Paysandú y Florida y para organizar el partido de la clase obrera. Podés colaborar comprando rifas a $100.-, o bonos colaboración de $500.-. La financiación de un partido de la clase obrera es en base a la colaboración de los trabajadores, sin ningún aporte patronal. Sumate. Colaborá con la construcción del partido.
Abajo la guerra imperialista y sus gobiernos. Abajo las reformas antiobreras y los rescates de capitalistas.
Por la unidad socialista de América Latina. Por el gobierno de los trabajadores.
