Bancarios: se abre el telón

Con la realización de la asamblea de Banca Oficial, la aprobación en unanimidad y por
aclamación de la plataforma presentada por el Consejo de la Banca Oficial, concluye la etapa de
elaboración y se abre la etapa de negociación y lucha.

La propuesta presentada en unanimidad del Consejo de la Banca Oficial a la asamblea no fue
una casualidad, sino que fue producto de la discusión colectiva con los trabajadores. Las
asambleas de base, los regionales, los plenarios, encuentros, es decir las innumerables instancias de participación que se convocaron empujaron a la generación de esta plataforma. El cambio en la metodología aplicada en la discusión del convenio colectivo en definitiva llevó a la movilización y participación de gran cantidad de trabajadores y a una propuesta de 16 puntos en unanimidad del organismo, que luego la asamblea también acompañó en unanimidad. No es más que el comienzo de la etapa, pero no es menor haber construido por primera vez una plataforma de esta manera, y no esperar que sea el gobierno quién marque la pauta. Tampoco lo es, que de la abstención de los puntos al inicio de las instancias de discusión, por parte de la burocracia, se pasó a un pedido de reconsideración y a la ampliación casi al doble de la plataforma. Todo producto de la discusión con el colectivo y la necesidad de la burocracia de no quedar por fuera.

Sin necesidad de ir muy lejos en el archivo, varios de los puntos planteados en esta plataforma, fueron rechazados en la negociación del convenio colectivo pasado por parte de las agrupaciones 98 (articulación) y 17 (pc). En otros llamaban a votar lo opuesto en junta de delegados. La Comisión de Género Central, con su responsable perteneciente a la Banca Oficial, jamás planteó ningún punto al Consejo de la Banca Oficial para incluir en una plataforma de Convenio Colectivo. Su función más importante en los últimos años fue confrontar con las trabajadoras de la Banca Oficial, negándoles parar 24hs el 8 de marzo. Por su parte, la Comisión de Género de la Banca Oficial logra elaborar, proponer y resolver por unanimidad una serie de  puntos a integrar a la plataforma.

La pelota está en la cancha del gobierno. Los planteos de los trabajadores ya están sobre la mesa.

Eliminación de las privatizaciones, aumento del salario mínimo (que no alcanza la media canasta familiar), llenado de las vacantes, solución de vivienda, inclusión de la ANV en el Convenio Colectivo, regularización de los distintos contratos precarios, etc.

El inicio de la negociación al momento no tiene fecha. Los trabajadores son conscientes de la
relativa ventaja que otorga el enfrentarnos en este período electoral, y también son conscientes que no se la puede dejar pasar. Por tanto, una demora en la convocatoria a la negociación podría precipitar un escenario de conflictividad.

El gobierno deberá resolver si lo intenta evitar o si está dispuesto a confrontar, teniendo en cuenta el recuerdo del 2017.
La burocracia agazapada, espera poder contener la lucha, por ello no aprobaron que sean las juntas de delegados quienes definieran las medidas. Necesitan conservar el poder de rechazar la movilización. Por otro lado, el boicot en esta negociación puede generar su
derrumbe en las elecciones de representativas de noviembre. Escenario más que complejo, defender al gobierno a como dé lugar, o tratar de recuperar (o al menos no seguir perdiendo) en los organismos de base. Para el PC en particular, un retroceso más en la banca oficial significaría su desaparición.

El clasismo ha logrado, a pesar de los palos en la rueda, de los bloqueos económicos y del aparato de comunicación oficial que juega claramente para el enemigo (basta con ver los titulares), atravesar un proceso de discusión y de acuerdos con la mayor cantidad de trabajadores de la Banca Oficial posible. Con el mismo bloqueo e intervención, deberá continuar dando la discusión y preparando la lucha. No habrá victoria sin movilización.

Adelante compañeros, la victoria es posible.

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Author: Matias Arbizu