El des(ajuste) salarial

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Arranca el año electoral y la primera movida del gobierno es el ataque al salario de los trabajadores públicos.

Por un lado, se presentan los porcentajes de ajuste con diferencia de casi un 1% respecto a lo negociado en 2022 y de las proyecciones allí adelantadas por el gobierno como parte esencial de la información en la negociación. Esto significa ni más ni menos que pérdida salarial, e incluso un flagrante incumplimiento del gobierno de los acuerdos.

Por otro lado, vuelve sobre la mesa y aparentemente con intenciones de instalarse, el cambio en el régimen de las certificaciones médicas. Esta modificación implica el descuento del 25% del salario para todos aquellos trabajadores que sobrepasen el 9no día de licencia médica. Esto no es otra cosa que la confiscación del salario por parte del Estado, en un año en el que tienen que buscar las lealtades de la burguesía para repetir el mandato.

El ataque al salario y las condiciones de trabajo son nuevamente la variable de ajuste para el recorte del déficit fiscal que tienen como bandera (y excusa) para cumplir con los deseos de la burguesía.

La dirección burocrática de COFE manifiesta públicamente estar en pre-conflicto y un posible paro. La de AEBU dice que el ajuste está mal pero “técnicamente está bien”. Se critica la decisión unilateral del gobierno de modificar el ajuste, pero no se prevé ningún tipo de acción, ni siquiera considerando las enormes ganancias del BROU en el año 2023 que sobrepasan los 600M de dólares.

El gobierno termina su mandato, como lo inició. En aquel marzo 2020 acordó con la burocracia del PIT-CNT un llamado “acuerdo puente” que no fue otra cosa que la rebaja salarial a la enorme mayoría de trabajadores privados cómo primera señal inequívoca a la burguesía. Vale también decir que nunca recuperaron esa pérdida salarial pese a las declaraciones del gobierno y a las expectativas de los burócratas.

En el mismo 2020 se le aplicó el impuesto Covid a los trabajadores públicos, eximiendo a los grandes empresarios, y a la banca extranjera, socia también en la reforma jubilatoria a través de las AFAP, dónde nuevamente atacan a los trabajadores con la rebaja de las jubilaciones, la extensión de la edad y la ampliación del campo de AFAP. La dirección en mayoría de AEBU, negoció y acordó a contra pelo del resto del movimiento sindical, peores condiciones que los de la ley general e incorporó también a las AFAP que hasta ahora estaban por fuera.

Un año si y otro también, los trabajadores ven con distintos mecanismos y distintos acuerdos como los gobiernos de turno atacan los salarios, condiciones de trabajo y jubilaciones mientras los grandes capitales continúan amasando sus enormes fortunas cada vez mayores. El salario mínimo sigue muy debajo de la mitad de la canasta básica, la crisis se profundiza y continuará profundizándose en el marco de las reformas laborales y jubilatorias y los ajustes salariales a la baja (con o sin acuerdo de la burocracia).

Para enfrentar la crisis la clase obrera debe generar su propia salida. Una salida obrera y socialista. Por un gobierno de los trabajadores.

En lo inmediato luchemos por:

  • Aumento del salario: salario y jubilación mínimas que cubran el costo de la canasta familiar

  • No a la reforma de las certificaciones médicas

  • Por la eliminación de las AFAP y contra la extensión de los años de trabajo.

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Author: Matias Arbizu

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