Se efectuaron las elecciones en el Sunca y estas han puesto de relieve los desafíos que enfrenta la clase obrera uruguaya en el escenario de uno de los bastiones combativos del movimiento obrero uruguayo.
Votaron 27.000 trabajadores en un gremio que tiene hoy 46.000 trabajadores, 57% aproximadamente (datos aportados por el dirigente Daniel Diverio a La Diaria). Según el mismo dirigente en las elecciones pasadas del 2013, votaron 35.000 trabajadores en una industria que ocupaba 72.000 trabajadores (49% del total).
Porcentualmente el nivel de votación al Sindicato ha aumentado, pero los datos no pueden ocultar, según declaraciones del propio dirigente del SUNCA, que del 2013 a la fecha se han perdido 26.000 puestos de trabajo bajo pleno auge económico del gobierno frenteamplista.
Delata esto, que el Sunca enfrenta hoy una situación igual o peor que la que tuvo que enfrentar bajo el gobierno de Lacalle, y que lo llevo a una huelga de mas de 80 días. Esto lo ha advertido, cierto es -aunque no exactamente en estos términos – el dirigente Andrade que se ha alzado en esta elección con el 80% de los votos.
Andrade renunció a su banca de diputado del PCU casi que por un mandato al seno del SUNCA que se lo impedía, pero también consciente, y así lo ha manifestado públicamente, de que se viene una situación grave, de crisis, para el gremio de la construcción. La crisis se manifestará tanto en el inicio de las negociaciones salariales en setiembre como en la caída del empleo que se ha transformado en una tendencia irrefrenable del 2013 a la fecha, según lo reconoce el propio SUNCA.
El triunfo aplastante de la lista de Andrade es sobre el ala mas pro gobierno de su sindicato (Articulación), es decir el ala de Fernando Pereira en el PIT-CNT. Estos sectores claramente identificados con quienes entregaron la huelga en el 93, y articularon con las cámaras empresariales para mantener las listas negras en las obras, contra quienes fueron vanguardia de dicha huelga luego de su derrota. Durante la década de los noventa la lista de Andrade, en alianza con la lista de Articulación, creció beneficiada por la purga patronal y de quienes defraudaron la huelga, contra los luchadores nucleados en Lucha Obrera y dirigidos por nuestro compañero G.Paez.
Hasta el 2003 se beneficiaron de este cuadro de represión del sector más combativo del gremio y luego el auge económico de la construcción los llevo a tomar en sus manos reivindicaciones para los trabajadores y tomar distancia de la lista de Articulación. Esto ha favorecido que el crecimiento de Andrade (PCU) se diera en el marco de la disolución organizativa de los sectores más combativos e independientes del gobierno frenteamplista en el seno del SUNCA.
Encrucijada
El cuadro de crisis que plantea la ofensiva del gobierno frenteamplista contra el movimiento obrero, pone al gran triunfador de esta elección y a su lista, en una encrucijada insoslayable e infranqueable con los métodos tradicionales de la burocracia del PIT-CNT y del propio PCU.
Vamos a un desenlace en el cual los obreros que apoyaron masivamente a Andrade no van a tolerar que la crisis capitalista se descargue sobre sus vidas como ya pasó sobre fines de los 90 y en la crisis del 2002.
Seguramente, la renuncia de Andrade a la banca como diputado del gobierno del ajuste, haya renovado en los trabajadores la confianza en el Sunca y en su actual secretario general que “baja a estar en las luchas venideras”, pero esta ilusión no hace más que predecir lo opuesto a la armonía con el gobierno sino una lucha aguda contra las Cámaras de la Construcción y su gobierno frenteamplista.