El 14 de abril una asamblea general de más de 1000 trabajadores municipales rechazaba una propuesta de convenio salarial del gobierno del Intendente Martínez.
La asamblea no aceptó la firma del convenio porque la propuesta no establecía ningún tipo de incremento salarial en cinco años y condicionaba las promociones de categoría y la extensión del pago por productividad (mejora de gestión), a sectores que no lo cobran (casi la mitad de los trabajadores) tenían que haber cobrado en el anterior convenio y nunca lo cobraron, a la evolución de los ingresos de la IM en relación al 2015.También extorsionaba con la presupuestación, o no, de los trabajadores contratados sino se firmaba el convenio, innovando legal y automático de las presupuestaciones.
La asamblea general rechazaba enganchar el futuro de los trabajadores a la caída de ingresos producto de la crisis capitalista general y del ajustazo general del gobierno.
Dicha asamblea general encomendó tomar medidas y convocar en 45 días una nueva asamblea general, pero dejo librado al ejecutivo, su instrumentación. Craso error, en la medida que ya se había vislumbrado, previo al 14 de abril, que la lista 2011, y la 777 un delfín de Martínez al seno de ADEOM, fueron los que propiciaron la firma del convenio que la asambleas rechazo.
Cuarenta y cinco días de parálisis
Posteriormente a la asamblea general la lista 1980 propuso el inicio de las ocupaciones por lugar de trabajo como había sido indicado por la asamblea general, como era previsible encontró la oposición de las listas que habían querido firmar pero también ahora la negativa de la 307 y la 810 dirigida por el MPP, quedando la posición de la asamblea general y defendida por la 1980 en minoría en el el ejecutivo de ADEOM.
El impulso reivindicativo y de movilización de la asamblea quedo estrangulado por estas corrientes decididamente acuerdistas y bloqueadoras de la movilización.
La asamblea general del fraude
La asamblea general se convocó en el marco de una profunda desmoralización y descreimiento de los trabajadores municipales. No era para menos se ponía a consideración de la asamblea general una vez más una propuesta ya rechazada, y se llegaba después de 60 días de una tregua sindical, no votada ni avalada por la asamblea general. Lógicamente los trabajadores dieron la espalda (equivocadamente) a la asamblea general porque se sintieron no representados por su dirección sindical, en el pico más alto se logró nuclear a 400 trabajadores.
Las listas que antes habían impulsado el rechazo a la propuesta de Martínez objetivamente ya se habían dividido luego de la asamblea del 14 de abril, viabilizando de esta forma el triunfo de las listas del FA (2011, 777, 810).
Las listas que se reclaman combativas han nuevamente incurrido en la política pendular de no desenvolver un camino de lucha independiente como fue propuesto por la lista 1980 y acompañado por momentos por la 1330 (un desprendimiento del PCU) y la 19.74 (MRO y blancos). La 307 se dividió oscilando de un lado a otro al extremo que el secretario general (307) que debía dar el informe y defender la propuesta en mayoría de rechazar el convenio en la asamblea general, se abstuvo de hacerlo.
La moción de aceptar el convenio surge como minoría mayor ya que los que iban por el rechazo se dividen en dos mociones, en torno a que medidas tomar. Esto es explotado por el oficialismo que se niega a votar primero el aceptar o el rechazo.
Es necesario abrir un camino de deliberación en la base del gremio en forma inmediata sobre los alcances del retroceso para los intereses de los trabajadores que se ha iniciado con este acuerdo en el marco del ajuste antiobrero
Por un nuevo rumbo para ADEOM
Sacar todas las conclusiones sobre esta votación de menos de 300 afiliados, en un gremio de 6700, y las responsabilidades de la política de supeditación al gobierno e inconsecuente, de las listas que intervienen en su seno.
Retomar la lucha por la plataforma de ADEOM desestimada e ignorada por las corrientes pro FA de ADEOM.
Es necesario preparar una nueva asamblea general desde la base del gremio que retome la plataforma y supere este acuerdo nefasto.
A la 1980 y a las corrientes sindicales y activistas que coincidan con este planteo les cabe la responsabilidad de ponerse a la cabeza de este proceso para construir una dirección sindical consecuente con la plataforma y la lucha de ADEOM.